JoaoCarmenChrodis+
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Un modelo de cuidados integrados en multiborbilidad mejora la atención a pacientes crónicos

Evaluado en España por el proyecto europeo Chrodis+

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El programa europeo Chrodis+, que estudia mejoras en la atención a pacientes con enfermedades crónicas, ha diseñado un modelo específico de asistencia a uno de los problemas crecientes de salud en el mundo: la coexistencia de varias patologías crónicas en una misma persona, condición que se conoce como multimorbilidad.

Los resultados de este modelo, que se conoce como Integrated Multimorbidity Care Model (IMCM), se dieron a conocer tras un estudio llevado a cabo en España, Italia y Lituania, y en el que científicas del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) coordinaron la parte española de la investigación.

Estos datos, que se publicaron en la revista Journal of Environmental Research and Public Health, concluyen que este modelo mejora la calidad de la atención y se asocia con una futura mejora de los resultados en salud, según los datos y respuestas obtenidas tanto de pacientes como de profesionales sanitarios.

La multimorbilidad es un fenómeno creciente en Europa y en todo mundo, cada vez más frecuente en personas jóvenes y adultas y que se agrava con la edad, por lo que supone un desafío de gran magnitud para los sistemas sociosanitarios europeos.
Con metodología científica y colaborativa
Este estudio se llevó a cabo sobre más de 3.000 pacientes con multimorbilidad de Andalucía y Aragón; de Roma, en Italia; y de Kaunas y Vilnius, en Lituania. En España, estuvo liderado por Carmen Rodriguez-Blazquez y María João Forjaz, que son investigadoras del Centro Nacional de Epidemiología del ISCIII, y por el equipo de la doctora Alexandra Prados-Torres, que es miembro del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS). También participan el Servicio Andaluz de Salud (SAS) y el Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza.

El modelo IMCM es una herramienta basada en metodología científica y colaborativa que se estructura en cinco campos de análisis: provisión de servicios sociosanitarios, apoyo a la toma de decisiones, promoción del autocuidado, uso de sistemas tecnológicos y de información, y manejo de recursos sociales y comunitarios.

Estos cinco ámbitos incluyen hasta 16 componentes que permiten su desarrollo concreto en la práctica clínica rutinaria, generando un modelo flexible que permite seleccionar y especificar los componentes más útiles y efectivos para cada paciente y cada contexto sociosanitario. De esta manera, el análisis de los distintos niveles asistenciales, tanto de Atención Primaria como Hospitalaria, implica el uso de un sistema de indicadores comunes para medir su grado de implantación y los resultados en salud obtenidos.