VirusNiloMosquitoCulex
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Un estudio describe el aumento de casos en España de la enfermedad del virus del Nilo Occidental

Realizado por Sanidad y el Instituto de salud Carlos III

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Una investigación, publicada en la revista Eurosurveillance, realizada por el Centro de Control de Alertas y Emergencias (CCAES) del Ministerio de Sanidad y equipos de los centros nacionales de Epidemiología (CNE) y de Microbiología (CNM) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), describe el aumento de casos en España de la enfermedad del virus del Nilo Occidental.

España sufrió, el año pasado, un brote de virus del Nilo occidental, con un crecimiento de casos hasta ahora sin precedentes de una enfermedad que, en los últimos años, está aumentando su presencia en nuevas zonas, entre ellas diversos países europeos.

El virus del Nilo occidental es una patología vírica transmitida por mosquitos infectados del género Culex (mosquito común), que en un alto porcentaje no produce síntomas o son leves (como fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular y erupciones cutáneas), pero que, si afecta al sistema nervioso, puede producir cuadros neurológicos graves, que solo se dan en el 1 por ciento de los casos y que se puede acompañar de una mortalidad de en torno al 10 por ciento o dejar secuelas graves.

La presencia del virus del Nilo Occidental se detectó por primera vez en España en los años 80 del siglo pasado. Desde principios del XXI, se notificaron brotes en caballos en Andalucía, Extremadura, las dos Castillas y Cataluña. En 2004 se detectó, por primera vez, de forma retrospectiva, un caso humano y en 2010, tras un aumento de detección de focos equinos en Andalucía, se identifican dos casos humanos.
Brotes en caballos
En 2016, se produce, de nuevo, un aumento de brotes en caballos, que se acompañó de otros tres casos en humanos. Entre los años 2017 y 2020 no se identificaron nuevos casos humanos y el número de brotes en caballos fue reducido, hasta detectarse el citado aumento del año pasado.

Así, en agosto 2020, se identificó una agrupación inicial de cinco casos humanos en Andalucía, en dos municipios colindantes de la provincia de Sevilla, que cursaron con meningoencefalitis linfocitaria, que hicieron sospechar su origen común y fueron diagnosticados de fiebre del Nilo occidental.

Tras informarse a la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica y al Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), las autoridades regionales implantaron medidas de control en los territorios afectados. A finales de agosto, se identificaron casos, también, en la provincia de Cádiz y en septiembre, en Badajoz.

Al final de la temporada, que va de abril a noviembre, coincidiendo con la de actividad del vector, se habían detectado un total de 77 casos humanos de infección por virus del Nilo occidental, 40 de los cuales fueron confirmados con pruebas de laboratorio.
Síntomas neurológicos
La gran mayoría del total de casos presentaron síntomas neurológicos (72): el 55,5%, meningoencefalitis; el 16,7 por ciento, encefalitis, y el 27,8 por ciento, meningitis. De los 73 casos ingresados en el hospital, siete fallecieron y dos necesitaron hospitalización prolongada por presentar secuelas neurológicas graves.

Los resultados de esta investigación del ISCIII señalan que el aumento del riesgo y de los casos, junto con la circulación previamente ya conocida del virus y la existencia de casos no diagnosticados de meningoencefalitis viral, supusieron un desafío y obligaron a mejorar la capacidad para detectar casos humanos y preparar la vigilancia de próximas temporadas.

Con el objetivo de mejorar esta vigilancia y seguimiento durante próximos años y temporadas, estos investigadores sugieren la necesidad de seguir trabajando en la formación y concienciación de profesionales sanitarios, claves en el diagnóstico y posible tratamiento, y en el desarrollo de procesos optimizados de diagnóstico de laboratorio, con especial atención a las áreas de riesgo para casos de enfermedad.