Esta nanopartícula puede ser desarrollada como un nanofármaco, con objeto de introducir un tratamiento nuevo, que podría ser utilizado en el 40 por ciento de pacientes con linfoma no-Hodgkin que no responden a la terapia actual, evitando los efectos adversos asociados al tratamiento convencional.
El equipo de investigadores, liderados por los miembros del CIBER-BBN del grupo del doctor Ramón Mangues, en el IIB Sant Pau, y del doctor Antonio Villaverde, de la UAB, mostró que este nanofármaco actúa solamente sobre las células de linfoma CXCR4 positivas capaces de diseminar y anidar en médula ósea y ganglios linfáticos.
Al respecto, Ramón Mangues explica que "la nueva nanopartícula proteica contiene un ligando que identifica un receptor CXCR4 en la superficie de las células cancerosas en las que entra selectivamente, alcanzando una captación muy elevada del tumor y muy baja en el resto del cuerpo, que supera ampliamente la captación tumoral de los fármacos utilizados para este tipo de linfoma".
Efecto selectivo
Este efecto selectivo del nanofármaco se debe a la interacción específica entre un péptido direccionador que contiene la nanopartícula proteica que transporta la toxina y el receptor celular CXCR4 que se encuentra altamente sobreexpresado en las células de linfoma."Esta es la primera vez que se cuantifica la captación de una nanopartícula proteica en distintos órganos de una neoplasia hematológica, observando sorprendentemente que el 86 por ciento de la dosis administrada se acumula en células cancerosas, una mejora substancial si se compara con otras nanopartículas no proteicas u otros sistemas de direccionamiento de fármacos, como los conjugados fármaco-anticuerpo, que solo alcanzan un 1 por ciento de la dosis en el tumor", subrayan los investigadores el CIBER-BBN.