El presidente del CEI, Fernando García, y su secretaria y coorganizadora de estas jornadas, Concepción Martín, explicaron que "2020 está siendo un auténtico reto para el funcionamiento de los comités de ética, que son los encargados de velar por que cada investigación aprobada y desarrollada cumpla con los requisitos éticos necesarios para que la ciencia mantenga siempre su integridad". "En investigación no vale todo, y ese principio, por supuesto, se está manteniendo este año, con más motivo", señalaron.
A lo largo de dos días, en esta cita se debatió en torno al papel de la ética en las crisis de Salud Pública; el control y protección de datos durante la pandemia; el manejo y uso de las muestras biológicas; los cambios en la actividad investigadora y su regulación; el aumento de publicaciones científicas y su impacto, y la gestión del consentimiento informado en situaciones de urgencia, entre otras cuestiones. La directora del ISCIII, Raquel Yotti, inauguró este encuentro, que contó con casi 300 personas inscritas, casi el triple de la asistencia que tuvo el año pasado.
"Los CEI han modificado su procedimiento de trabajo este año", indicaron Fernando García y Concepción Martín, que coincidieron en afirmar que "cambian las formas y los plazos, pero no la seguridad con la que trabajan". Desde los primeros meses de 2020, los proyectos de investigación, con gran protagonismo de la Covid-19, se multiplicaron, lo que obliga a los CEI "a analizar y evaluar muchas más propuestas, a agilizar plazos dada la urgencia de la situación… En definitiva, a trabajar más, de manera diferente y con mayor rapidez", detallaron estos investigadores.
Nuevos procedimientos
La carga de trabajo y las especiales necesidades de la investigación este año derivan en nuevos procedimientos. Un ejemplo se dio, en ocasiones, en los consentimientos informados, el documento que firman las personas o pacientes que van a participar en una investigación o ensayo clínico, y que garantiza que expresan voluntariamente su intención de participar y que conocen y comprenden la información relativa al proceso."En algunos casos se han aceptado consentimientos informados verbales, con la ayuda de testigos, porque el aislamiento dificultaba el procedimiento clásico", comentaron los especialistas del ISCIII. También, añadieron que "se han tenido que aprobar proyectos de investigación apropiados, pero algo menos maduros de lo normal, lo que implica cambios en la manera de evaluarlos".
En todo caso, "la salvaguarda de la ética de la investigación está por encima de todo. Es algo que no podemos pasar nunca por alto. Hay cosas con las que no se puede transigir y la integridad científica es una de ellas; aunque se hayan cambiado cosas, y se hayan hecho otras nuevas o de manera acelerada, los principios básicos de la ética siempre tienen que respetarse. No se está haciendo lo que no debe hacerse", concluyeron García y Martín.