Esta estrategia tiene como objetivo contribuir a la generación de capacidades en instituciones y actores sociales involucrados en el desarrollo humano de la región de América Latina y el Caribe y con capacidad de desarrollar e implementar políticas públicas encaminadas a conseguir una mayor cohesión social.
En el marco del Plan Intercoonecta, se inauguró un Programa de formación sobre donación de órganos como parte de los cuidados al final de la vida, dirigido a profesionales médicos de unidades de críticos (intensivistas, anestesistas, urgenciólogos y emergenciólogos) de Latinoamérica.
Este acto contó con la intervención del Embajador de España en Bolivia, Javier Gassó, por la especial relevancia que tiene esta iniciativa para el país. La actividad formativa está organizada por la ONT en colaboración con el Aula Vall d´Hebrón, bajo la coordinación del Centro de Formación de la Cooperación Española en Santa Cruz de la Sierra en Bolivia. Este programa tiene una duración de ocho semanas y, por la actual situación de pandemia, se realizará íntegramente en formato virtual.
La convocatoria para la participación en este curso tuvo con una gran acogida. Tanto es así, que la ONT recibió más de 600 solicitudes de inscripción, en su mayoría de médicos intensivistas, para las 200 plazas ofertadas. Con ello, gracias a este Programa, se van a poder formar profesionales médicos de 17 países diferentes (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela).
Objetivo y módulos
El principal objetivo de este curso es transferir y actualizar conocimientos sobre el proceso de donación de órganos integrado como práctica habitual en los cuidados al final de la vida. Para ello, este programa cuenta con la participación de especialistas en la materia que actuarán como tutores, casi todos ellos coordinadores hospitalarios de trasplantes.Esta actividad consta de tres módulos: el primero cubre aspectos generales de la donación de órganos de personas fallecidas; el segundo se centra en detalle en el proceso de donación en muerte encefálica; y el tercero, en el proceso de donación en asistolia, procedimiento que aún no se desarrolló en ninguno de los países de América Latina y en el que España cuenta con un amplio bagaje. Es más, el 35 por ciento de los donantes en el país lo son en asistolia.