Los trihalometanos son compuestos que se generan después de desinfectar el agua con productos químicos, y estudios previos ya asociaron la exposición a largo plazo -que tiene lugar tanto por ingestión, inhalación o por absorción dérmica- con un mayor riesgo de cáncer de vejiga.
Ahora, esta nueva investigación, publicada en la revista Environmental Health Perspectives, se propuso recoger los niveles recientes de trihalometanos en el agua potable municipal europea, y estimar la carga de cáncer de vejiga atribuible.
"El mayor desafío ha sido la recopilación de datos de trihalometanos representativos a nivel nacional en todos los países de la UE", explica la investigadora de ISGlobal y coordinadora de este estudio, la doctora Cristina Villanueva, que animó a mejorar "la disponibilidad de estos datos, que deberían ser de fácil y rápido acceso".
Mediante un cuestionario
El equipo científico envió un cuestionario a las organizaciones encargadas de la calidad del agua municipal para recoger información sobre la concentración de trihalometanos totales e individuales -cloroformo, bromodiclorometano, dibromoclorometano y bromoformo- en el agua del grifo, red de distribución o planta de tratamiento.Esta información se complementó con otras fuentes de información disponibles, como datos abiertos, informes y literatura científica, entre otros. Se consiguió obtener los datos de trihalometanos de 2005 al 2018 de 26 países de la UE, todos menos Bulgaria y Rumanía, donde la información era menos extensa, cubriendo el 75 por ciento de la población.