Casi cuatro meses después de recibir en España la alerta sanitaria, desde Reino Unido y la Organización Mundial de la Salud (OMS), acerca de una hepatitis de causa desconocida que afecta, fundamentalmente, a niños menores de 10 años, los pediatras siguen pendientes de confirmar cuál es la causa exacta de esta enfermedad, de ahí que los hepatólogos pediátricos sigan estudiando la relación entre la hepatitis infantil de origen desconocido e infecciones por adenovirus, presentes en cerca del 40 por ciento de los casos británicos.
En el marco del Día Mundial contra la Hepatitis, que se celebra este jueves, 28 de julio, y según datos publicados por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) y la Oficina Regional para Europa de la OMS, a 30 de junio en Europa, se notificaron 473 casos de esta hepatitis en 21 países, 40 de ellos en España.
"Aunque aún no se ha encontrado un agente causal, sí parece existir cierta correlación con infecciones por adenovirus, que están presentes en cerca del 40 por ciento de los casos del Reino unido", sostiene, al respecto, el doctor Rafael González de Caldas, quien es el coordinador del grupo de trabajo de Hepatitis de la Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátricas (SEGHNP), y que asegura que se está trabajando para ayudar a establecer un agente etiológico que permita dar con el origen de esta patología.
Con respecto a los otros tipos de hepatitis existentes, los datos epidemiológicos de la OMS, a finales de 2020 -no se actualizaron de forma adecuada debido a la pandemia de la Covid-19-, muestran una prevalencia del antígeno del virus B del 0,94 por ciento en menores de cinco años, con 20 casos nuevos por cada 100.000 de virus de la hepatitis B (VHB) y de la C (VHC). Así, se estima que más de 4,7 millones de menores de cinco años tiene una infección crónica por VHB y unos 3,26 millones de niños y adolescentes están infectados por el virus C.
Erradicación de la enfermedad
A finales del pasado junio, la OMS publicó un documento sobre la estrategia para hepatitis víricas 2022-2030, en el que se reconoce la importancia de las agudas A y E. "Esta última está cobrando importancia en las Unidades de Hepatología y Enfermedades Infecciosas como una entidad emergente a tener en cuenta en los cuadros de hepatitis aguda", advierte Rafel González de Caldas, que destaca la posible vacunación para prevenirla.
No obstante, "actualmente, solo está autorizada en China", matiza este especialista. Sin embargo, donde se quieren centrar todos los esfuerzos es en el control/erradicación de las hepatitis crónicas B y C, que constituyen las mayores amenazas para la Salud Pública.
Teniendo en cuenta que la vía de transmisión o contagio de la hepatitis B en la edad pediátrica es la vertical (materno/infantil), tanto los hepatólogos como el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP) destacan la importancia de la cobertura universal de vacunación neonatal de la hepatitis B, así como el cribado en la embarazada, señalando que entre el 80 y el 90 por ciento de las hepatitis B y C de todo el mundo están sin diagnosticar.
"Así, los objetivos, para 2030, a nivel mundial, son, principalmente, que la prevalencia de antígeno de superficie para VHB en menores de cinco años sea del 0,1 por ciento y reducir los nuevos casos a dos y cinco por 100.000 habitantes para la hepatitis B y C, respectivamente. También, se persigue subir la cobertura vacunal del recién nacido, del 50 por ciento actual al 90 por ciento, en 2030, y un porcentaje de reducción media del precio de los medicamentos, del 20 por ciento actual al 50 por ciento", explica este hepatólogo pediátrico.