Dicha organización científica señala que, "actualmente, no existe ninguna vacuna frente al nuevo coronavirus SARS-CoV-2, aunque ya hay varios proyectos en desarrollo que esperan conseguir una vacuna efectiva en un plazo aproximado de algo más de un año para la enfermedad Covid-19".
Este informe explica las diferentes estrategias para desarrollar vacunas y los pasos que siempre deben darse para iniciar y culminar este desarrollo, además de introducir algunos de los elementos particulares en la búsqueda y posible desarrollo de una vacuna frente al SARS-CoV-2.
En la persecución de prototipos para vacunas, se puede diferenciar entre las investigaciones que se basan en vacunas clásicas y las que optan por métodos innovadores. Los desarrollos clásicos se agrupan en tres tipos: lo que trabajan con virus inactivados, los que lo hacen con los atenuados y los que usan subunidades de proteínas de estos. Los abordajes innovadores utilizan el material genético del virus para desencadenar la respuesta inmunitaria, bien en forma ‘desnuda’ o bien introduciendo este material genético -ADN o ARN- en vectores, herramientas que permiten su transporte y distribución en el organismo.
Resultados sobre contaminación
En el caso del nuevo coronavirus, el ISCIII indica que "varias iniciativas ya han comenzado las primeras fases de ensayo clínico, aunque habrá que esperar bastantes meses antes de que alguna de las candidatas, si demuestra seguridad y eficacia, pueda estar disponible en el mercado".Con respecto al informe sobre contaminación, el texto explica que hay investigaciones con hipótesis plausibles y resultados preliminares que apuntan a que la relación entre contaminación y desarrollo y peor pronóstico de la Covid-9 puede ser cierta, ya que hablan de mayor incidencia y mortalidad en zonas con aire más contaminado. En todo caso, los investigadores apuntan que "aún no hay evidencias y estos resultados pueden deberse a otros factores asociados que pueden confundir esta relación".