Según detalla la Generalitat Valenciana, se conoce como aterosclerosis a una afectación en la que se acumula dentro de las arterias una placa compuesta de grasa, colesterol, calcio y otras sustancias que se encuentran en la sangre. Con el tiempo, esta placa se endurece y angosta las arterias, limitando el flujo de sangre. En España causa más de 43.000 muertes al año, según la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
En la investigación, dirigida por la doctora Herminia González, han participado investigadores de Atención Primaria del Departamento Clínico-Malvarrosa, como el doctor Jorge Navarro, y profesionales del Servicio de Endocrinología del Hospital Clínico, como los doctores Juan Ascaso, José Real y Sergio Martínez. Herminia González explica que "en los últimos años se han desarrollado diversos fármacos que realizan una función similar a la hormona GLP1, responsable de estimular la producción de insulina tras la comida, controlando los niveles del azúcar en la sangre y ayudando a que el páncreas produzca insulina con más eficiencia".
Una ventaja terapéutica
Tal y como aclara esta facultativa, "en dos ensayos clínicos independientes, sobre dos fármacos ya en el mercado, liraglutida y lixisenatida, se observó que, además de producir el efecto deseado en el paciente diabético, tenían consecuencias positivas sobre los eventos cardiovasculares". "En el caso del lixisenatida, el estudio concluyó que si bien producía los efectos deseados en el control de la glucosa, no tenía efectos en los eventos cardiovasculares a diferencia del liraglutida que sí disminuía el número de estos eventos en el grupo de pacientes", prosigue.A juicio de la investigadora del INCLIVA, esta familia de fármacos son "una ventaja terapéutica para el control de la diabetes tipo II, al actuar no sólo en el control de los niveles de insulina, sino en una de las principales complicaciones que la enfermedad diabética lleva aparejada, pero además sugiere la posibilidad de extenderlo a personas con aterosclerosis no diabéticas".