En esta Unidad, el cuidador recibe la formación adecuada para acompañar y velar por la persona que se está viendo afectada por un proceso neurodegenerativo asociado a deterioro cognitivo. "El desgaste físico y el deterioro psicológico que sufre la persona que atiende a este tipo de pacientes puede llegar a tener un grave impacto en su calidad de vida, por lo que resulta esencial ofrecerle un apoyo específico que no solo repercute en el bienestar del cuidador, sino también en el del paciente", detalla este grupo de hospitales.
El responsable de la Unidad de Investigación de los Trastornos de la Memoria del Hospital Universitario HM Madrid, el doctor Javier Olazarán, explica que "un cuidador que es capaz de adaptarse a la situación de enfermedad de su ser querido sabe qué puede cambiar y qué debe aceptar". Además, añade que "el cuidador encuentra un nuevo equilibrio, algo así como una nueva sabiduría que irradia al paciente, quien, consciente o inconscientemente, percibe esta nueva situación, de modo que se recupera o se refuerza la relación de empatía y confianza entre paciente y cuidador, lo que rápidamente repercute en el bienestar y la capacidad cognitiva y funcional de la persona con demencia”.
Recomendaciones de los especialistas
Los especialistas recomiendan que tanto la familia como el paciente hablen con el equipo médico de todos los problemas de forma abierta y con total sinceridad, aunque, dependiendo del caso y del momento de la enfermedad, habrá que buscar la forma de hacer la consulta "lo menos traumática posible", detallan.“El cuidador no debe sentir culpa ni obligación. Debe ser práctico, confiar sus problemas y preocupaciones, solicitar ayuda y, por supuesto, renunciar a cosas. Pero nosotros vamos a acompañarle y a asesorarle para que, en ese camino, pueda descubrir nuevos valores y modos de disfrutar de la vida”, comenta Javier Olazarán.