Con este equipamiento, la Administración sanitaria regional resalta que dicho centro "se convierte en el primer hospital público de España en incorporar este tipo de terapia de oncortermia y el primero en el mundo en practicarla dentro de un Servicio de Radioterapia para posibilitar el tratamiento coordinado de ambas técnicas". La oncotermia se muestra eficaz en varios de los tipos de cáncer con peor pronóstico, como el glioblastoma, el cáncer avanzado de recto y el de páncreas.
"Contribuye a mejorar la supervivencia en determinados tumores, aunque todos los profesionales esperan poder aplicar estos tratamientos en el resto de lesiones tumorales", explicó María Luisa Real, a lo que añadió que "el Servicio de Oncología Radioterápica de Valdecilla se convierte así en uno de los pocos centros de España que aplica todos los tratamientos de Oncología Radioterápica disponibles. Esto supone que todos los ciudadanos tienen acceso a estos tratamientos sin tener que salir de Cantabria".
Durante la visita, la titular de la cartera sanitaria del Ejecutivo de esta comunidad autónoma estuvo acompañada por el gerente del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, Julio Pascual; el jefe del Servicio de Oncología Radioterápica del mismo, el doctor Pedro Padra; el jefe de Sección de este Servicio, el doctor Juan Cardenal; y la doctora Elisabeth Arrojo, quien es especialista en este campo.
Primeras aplicaciones
La oncotermia aplica calor inhomogéneo a través de ondas electromagnéticas que calientan solo las células tumorales, lo que permite un tratamiento microscópico, localizado y selectivo, que destruye las células malignas sin efectos secundarios. El calor sensibiliza las lesiones tumorales y aporta más oxígeno a las células malignas, lo que las hace menos resistentes a la radio y quimioterapia."Es un tratamiento avanzado respecto a la hipertermia convencional que aplicaban hasta ahora algunos hospitales y que calienta el tumor desde fuera de manera homogénea, por lo que es inviable en tumores cerebrales", expuso Elisabeth Arrojo.
Uno de las primeras aplicaciones que se llevarán a cabo, tal y como señaló Arrojo, será sobre glioglastomas, tumores que afectan a pacientes jóvenes, que tienen mal pronóstico y en los que otros tratamientos obtienen resultados limitados. Por su parte, Juan Cardenal indicó que "también se aplicará en tumores digestivos, concretamente en el de páncreas y recto, para potenciar los efectos de la radioterapia y quimioterapia e, incluso, en el recto, explorando la posibilidad de hacer tratamientos conservadores que eviten la intervención quirúrgica".