Estos científicos exploraron la posible asociación entre en consumo de café, té y cafeína, y los cambios a un año en la tasa de filtración glomerular, un marcador de función renal. Para ello, realizaron un trabajo en colaboración con otros 23 centros de investigación españoles y con la participación de 5.851 personas mayores con sobrepeso/obesidad con síndrome metabólico.
Muchos componentes dietéticos desempeñan un papel principal en la preservación de la función renal y la prevención/retraso de la progresión de la enfermedad renal crónica, como el café y el té, dos bebidas que contienen cafeína y que se consumen ampliamente en el mundo.
La semilla del café se caracteriza por su alto contenido en polifenoles (con propiedades antioxidantes), cafeína, vitaminas, minerales y fitoquímicos bioactivos con potenciales efectos beneficiosos sobre la salud. En este contexto, los resultados de los estudios epidemiológicos sobre el consumo de café y té y la función renal "han sido inconsistentes", revelan desde el CIBEROBN.
Tasa de filtración glomerular
Los autores observaron que el consumo de café con cafeína y té, pero no el de café descafeinado, se asociaba con una disminución de la tasa de filtración glomerular al año de seguimiento. Tras considerar posibles factores de confusión, se observó que las personas que toman más de dos tazas de café con cafeína al día (aproximadamente, 50 ml por taza) presentaron un deterioro superior de la tasa de filtración glomerular que los consumidores esporádicos (menos de una taza al día) o no bebedores de té.Asimismo, esta investigación muestra que el consumo de más de dos tazas de café con cafeína al día se asoció con un 19 por ciento de riesgo superior de tener una perdida rápida de la función renal. "El café y el té son ricos en compuestos bioactivos con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, con posibles efectos beneficiosos para la salud humana", asegura Jordi Salas.