
En un estudio con pacientes de Atención Primaria que sufrían dolor musculoesquelético crónico, se observó que un 49 por ciento presentaba también depresión mayor. También se constató que alrededor del 85 por ciento de los pacientes deprimidos de Atención Primaria presenten síntomas dolorosos concomitantes.
En este contexto, Enric Aragonés, quien es el investigador principal y socio de la CAMFIC, explica que "el objetivo del estudio ha sido examinar como aspectos psicológicos relacionados con el dolor se asocian de forma independiente con la severidad del dolor o con el impacto del dolor en el funcionamiento del paciente. Es decir, como la presencia de creencias desadaptativas ante el dolor, incluyendo la ideación catastrofista, se asocian con resultado clínicos desfavorables del dolor".
Variables psicológicas asociadas
La muestra estudiada estaba formada por 317 pacientes de Atención Primaria, todos ellos con depresión clínica y con dolor musculoesquelético crónico. La muestra era mayoritariamente femenina -el 84 por ciento eran mujeres- y con una edad avanzada -con una media en torno a los 60 años-. La intensidad media del dolor se situaba en el estrato de dolor moderado (6,5 puntos en una escala de 0 "sin dolor" a 10 "el peor dolor"). Un 86 por ciento de los pacientes refería dolor de más de un año de evolución, y casi la mitad de los pacientes (47%) sufría depresión crónica con más de dos años de evolución.Las variables psicológicas asociadas de forma independiente a la presencia de dolor de intensidad severa fueron el pensamiento catastrofista y la creencia de que el dolor indica daño físico. El catastrofismo es un conjunto de pensamientos negativos hacia la experiencia del dolor que incluyen una interpretación exagerada de las repercusiones o del significado negativo.