Tal como venían poniéndolo de manifiesto las distintas encuestas, en línea con una especie de clamor popular por un cambio de gobierno, las votaciones de este domingo, 20 de noviembre, han ratificado la victoria del PP por mayoría absoluta, lo que comportará un cambio de gobierno en el que se confía que modifique las circunstancias que, como consecuencia de la crisis económica, están afectando negativamente tanto la marcha de la economía nacional como los aspectos sociasanitarios vinculados a ella. Después de que, en las elecciones municipales de mayo último, se hubiera advertido un cambio en las intenciones electorales de los españoles, los resultados de las votaciones de este domingo han venido a ratificarlo.
En línea con los movimientos advertidos a lo largo de los últimos meses, todo indica que la política sanitaria y social va a estar dirigida por Ana Pastor, no sólo porque ha sido la que ha puesto cara a los planteamientos del PP en el campo de la sanidad, sino porque es la que parece tener las ideas más claras para coordinar el movimiento centrífugo que, en el campo de la sanidad, están protagonizado autonomías del propio PP. A los claros intereses que, sobre sanidad, ha manifestado Pastor, debe unirse los que, en el campo de las políticas sociales, ha venido protagonizando quien, desde hace años, viene siendo su segundo, Julio Sánchez Fierro.