La Agencia Nacional de Seguridad del Medicamento y de los Productos de la Salud de Francia, (ANSM), refundada en marzo, publica periódicamente en su página oficial los datos del seguimiento de los incidentes relacionados con los implantes mamarios Poly Implant Prothese (PIP), que fueron retirados del mercado en 2010 por sus riesgos. El último informe, de abril de este año, refleja que 3.935 mujeres se sometieron a una retirada de estas prótesis; que se declararon 2.227 rupturas y 2.254 reacciones inflamatorias en las portadoras, el 72%, no asociada a la ruptura, según la agencia francesa.
Complicaciones sin especificar
La situación en España no es tan fácil de conocer, ya que ni el Ministerio de Sanidad ni la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) facilitan datos similares de forma pública, a pesar de que en enero se conminó a médicos y proveedores a informar de las incidencias. Los datos que ha facilitado el Ministerio de Sanidad a ACTA SANITARIA son del mes de febrero, fecha en la que 391 mujeres habían sido intervenidas para retirar sus prótesis y se habían comunicado 259 incidentes relacionados con estas prótesis de gel industrial, sin mayor especificación.
Fue el Ministerio francés el que alertó a las administraciones europeas sobre las complicaciones de las prótesis, momento en el que Sanidad contactó con las Consejerías de Sanidad para establecer mecanismos en cada servicio de salud adonde pudieran acudir las mujeres portadoras de estos implantes para su valoración y consulta, en aquellos casos en los que no fuera posible acudir a la clínica privada donde fueron implantadas. La gran mayoría de estos tratamientos, con finalidad estética, se hacen de forma privada. La Sociedad Española de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora ( SECPRE ) ofreció su colaboración.
Inyecciones con ácido hialurónico
En aquel momento, fue puesto en entredicho el control de las autoridades europeas sobre ciertos productos de implante o inyectables utilizados en la práctica clínica. Francia creó un dispositivo de vigilancia, cuyo primer resultado fue alertar sobre el uso de otro producto, el Macrolane, un ácido hialurónico de alta densidad de Qmed-Galderma, que se ha utilizado en relleno y remodelación de defectos corporales. Es un material reabsorbible, que en algunos casos se ha utilizado en mama con la finalidad de conseguir leves aumentos, de forma no definitiva, según explica Manuel Sancho
Vicepresidente de Cirugía Estética de SECPRE
Este mismo mes de mayo, la AEMPS recomendó no inyectar implantes de relleno en mamas con fines estéticos, por el riesgo de interferencia en los exámenes de exploración física y en la lectura de las mamografías para la detección precoz del cáncer de mama.
Por ello, desde la sociedad científica consideran "preciso que las pacientes comuniquen si han recibido estos tratamientos antes de realizar los controles de seguimiento mamario que sean pertinentes, porque puede ser necesario, en algunos casos, complementar la mamografía con otras pruebas como Ecografía o Resonancia, si hay dichas interferencias".
Uso minoritario
Sancho indica que la mayor parte de las pacientes y de los especialistas en Cirugía Plástica y Estética han preferido "el uso de implantes mamarios para la mamoplastia de aumento, por lo que su uso ha sido minoritario, aunque desconocemos el uso por otros colectivos, o la utilización de otros materiales inyectables fuera de centros hospitalarios".
El cirujano recuerda que Qmed siguió inmediatamente las recomendaciones de la AEMPS y suspendió su indicación para utilización en aumento de volumen mamario, pero advierte de que "no hay que olvidar que existen otros materiales para relleno corporal que podrían constituir un problema igualmente si se inyectan en los pechos, por lo que la recomendación desde SECPRE a la población en este momento es muy clara; que desconfíen de la inyección de cualquier tipo de materiales sintéticos en las mamas, o del uso de implantes mamarios fuera de centros hospitalarios con todas las medidas de seguridad".