El Consejo General de Enfermería ha presentado el estudio 'Radiografía de la situación profesional y emocional de la profesión enfermera', para el que se encuestaron a 19.300 enfermeras, lo que se llevó a cabo durante las primeras semanas de enero, y que muestra que, durante la pandemia, el 85 por ciento ha visto afectada su Salud Mental.
Este estudio demuestra el coste psicológico y emocional que supone la pandemia para las enfermeras españolas. La afectación de la Salud Mental por culpa de la pandemia es una huella que resulta aún más profunda entre los profesionales que trabajan en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), Atención Primaria, Sociosanitaria y Urgencias.
Consecuencias psicológicas y emocionales
Las enfermeras respondieron cuál es su afectación a nivel psicológico y mental. Así, un tercio reconoce haber sufrido depresión (33%); seis de cada 10 confirman haber padecido insomnio (58,6%) y algo más de dos terceras partes ha tenido episodios graves de ansiedad (67,5%) por culpa de la pandemia. Asimismo, la Covid-19 ha generado episodios de estrés en el 88,5 por ciento de los profesionales y en el 58,4 por ciento, temor y miedo.

Durante la presentación de este trabajo, el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, explicó que esta es "una radiografía rigurosa que viene a demostrar la presión asistencial y de todo tipo a la que están sometidas las enfermeras. Una situación que viene de muy atrás y que, desde hace dos años, se ha agravado por la pandemia de la Covid19”. Además, recordó que “España sufre un déficit crónico de enfermeras que pone en peligro el sistema sanitario y el bienestar de una sociedad cada vez más envejecida y aquejada de enfermedades crónicas, unos ciudadanos con una creciente necesidad de cuidados”.
Los resultados de esta encuesta ponen de manifiesto la situación en la que se encuentran las enfermeras. Según esta corporación, están extenuadas, desmotivadas y, muchas de ellas, a punto de “abandonar la profesión”. Casi la mitad de ellas (46,5%) ha barajado la posibilidad de dejar la profesión y tres de cada 10 (28,4%) no volverían a estudiar la carrera si pudiesen dar marcha atrás. El 62,8 por ciento de las profesionales que reúnen los requisitos para obtener la jubilación, en cualquiera de sus fórmulas, se está planteando solicitarla.
Tras los aplausos durante el confinamiento
En este contexto, el Consejo General de Enfermería señala que, tras los aplausos durante el confinamiento, la profesión enfermera se siente absolutamente abandonada y perdió completamente la fe en llegar a ver resueltas algún día las diferentes dificultades, obstáculos y precariedades que tiene que sufrir jornada tras jornada. Y es que, prácticamente el 100 por cien (98,7%) de los profesionales ni se siente reconocido por los políticos, ni confía en que estos den soluciones.

Florentino Pérez Raya destacó que “las enfermeras llevan décadas denunciando las condiciones laborales que tienen que soportar con contratos precarios que duran incluso días sueltos, rotaciones por todo tipo de servicios clínicos, salarios muy bajos, pérdida de poder adquisitivo durante una década y altas cargas asistenciales por tener una de las ratios de enfermera por paciente más baja de Europa. La sobrecarga asistencial, que ha supuesto la pandemia por Covid-19 para todas ellas, ha sido la puntilla para esta profesión, tanto en el ámbito profesional, como en el emocional”.
El descontento y la indignación actual de las enfermeras es generalizado, corrobora esta organización. Así, esta encuesta refleja que el 91,7 por ciento de las enfermeras cree que es necesario movilizarse ya para decir '¡basta ya!' y conseguir medidas efectivas que pongan solución a factores como la sobrecarga de trabajo, el agotamiento físico y mental, las condiciones laborales, el reconocimiento profesional y el desarrollo efectivo de las especialidades enfermeras, entre otros temas.

La incidencia de la Covid-19 en las enfermeras multiplica por 2,3 la general
Junto a ello, este estudio analiza cuál ha sido la incidencia de contagios entre los propios profesionales de Enfermería y los resultados ponen de manifiesto que prácticamente la mitad (un 48%) ha padecido esta enfermedad y, de todos ellos, un 14,5 por ciento ha estado contagiado ya dos o más veces. La incidencia en las enfermeras supera a la de la población general (que está situada en torno a un 21%) y demuestra el coste epidemiológico y psicológico que ha supuesto para los profesionales.

Duplicar profesionales para dar respuesta asistencial
Las enfermeras que participaron en etes estudio también analizaron las propias plantillas de profesionales en las que trabajan para saber si sería necesario contratar más enfermeras. Las conclusiones son que, en la situación actual, sería necesario prácticamente doblar el número de enfermeras en plantilla para poder prestar una asistencia adecuada a los pacientes a los que se está atendiendo. El 93,6 por ciento considera que habría que incrementar las plantillas. La opinión mayoritaria es que se debería aumentar entre un 33 por ciento y un 100 cien la plantilla de profesionales. En resumen, de media, creen que donde hay tres enfermeras, debería haber entre cuatro y seis.

Condiciones de trabajo pésimas
Esta investigación estudia las diferentes condiciones de trabajo de las enfermeras respecto a variables relacionadas con el entorno laboral y constata la indignación con cada uno de los distintos aspectos porque ninguno de ellos logra aprobar en una escala de 0 a 10. La mayoría está por debajo del cuatro.
Es, por tanto, una profesión que suspende sus condiciones laborales y profesionales. De todos los aspectos que se preguntaron, el mejor valorado, aunque no alcanza el aprobado tampoco, es de la estabilidad laboral (4,89 sobre 10), seguido de los turnos (4,51); mientras que en el resto las notas son mucho más bajas: conciliación de la vida familiar (2,97), reconocimiento de la Carrera Profesional (2,92), carga de trabajo (3,35), salario (3,37) y desarrollo de las especialidades (2,28).

Unanimidad respecto a conseguir el nivel A1
Finalmente, esta encuesta pone de manifiesto que la profesión respalda de forma unánime la lucha puesta en marcha por la Organización Colegial para conseguir que las enfermeras sean incluidas en el Grupo A1 del personal de la Administración General del Estado. Así, el 96,9 por ciento cree que es fundamental este reconocimiento. A este respecto, las enfermeras llevan años denunciando lo que consideran una injusticia, ya que afirman que supone que estén incluidas en la categoría A2, porque, con base en su formación universitaria (Grado universitario de 240 créditos) y su nivel de responsabilidad, creen que deberían estar incluidas en el mismo nivel que otras profesiones con idéntica formación universitaria.