
La investigación sigue siendo una de las áreas más valoradas en el ámbito sanitario y entre los pacientes, sobre todo, aquellos que padecen, en su día a día, dolor crónico, ya que supone una ventana de esperanza para encontrar la mejor solución que alivie ese malestar que no cesa.
Hasta la fecha, y según los últimos datos, en España, el 17 por ciento (una de cada seis personas) de la población adulta sufre dolor crónico, es decir, aquel que se mantiene durante más de tres meses o uno después de la remisión de la lesión.

En esa labor de búsqueda de alternativas para abordar el dolor, los científicos han centrado parte de sus esfuerzos en las nuevas tecnologías, al permitir mejoras por periodos de tiempo más largos y, en algunos de los casos, la ausencia de la administración de fármacos.
Con el objetivo de descubrir nuevas visiones a las personas con dolor crónico y aclarar ciertas dudas sobre algunas de las terapias aplicadas en las Unidades del Dolor de determinados hospitales, Acta Sanitaria se adentra en el universo de la innovación tecnológica sanitaria o, porque no, la Tecnología 4.0 de la Sanidad, la era de la transición digital.
Tecnología para la neuroestimulación
¿Se imagina poder calmar su dolor através de una aplicación de su teléfono móvil o tablet? Sí, esta acción ya es posible gracias a la tecnología wireless que, además, evita la implantación del generador de neuroestimulación en el cuerpo del paciente para abordar el dolor crónico.
Pero veamos primero en qué consisten las técnicas de neuroestimulación espinal o periférica, que son las que cuentan con este tipo de innovación mediante electrodos, los cuales hacen que la calidad de vida de las personas con dolor mejore.
Para ello, el jefe asociado del Servicio de Anestesiología y Reanimación del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid, gestionado por el grupo sanitario Quirónsalud, el doctor Juan Carlos de la Pinta, explica que "la estimulación medular es una técnica que tiene como finalidad lo que su nombre indica: estimular la medula para, con un estímulo sensitivo, inhibir la entrada de estímulos dolorosos".

Bajo el control del paciente
Este aparato está compuesto por un generador de corriente o batería y un grupo de electrodos. Estos últimos se implantan a nivel epidural por la médula, dependiendo de las zonas afectadas por el dolor, como pueden ser piernas, brazos y lumbar, que es la más frecuente, según este especialista.
Existen en el mercado diferentes compañías tecnológicas que ofrecen este tipo de sistema para tratar el dolor crónico. La diferencia entre unas y otras reside en el software que se utiliza para determinar el tipo de onda que se emplea, la frecuencia y amplitud, entre otros parámetros.

Junto a Juan Carlos de la Pinta, comprobamos in situ algunos de estos dispositivos y cuál es el procedimiento quirúrgico para su implantación en el paciente.
Sobre un modelo de muestra, De la Pinta muestra cómo es el generador de corriente, con un tamaño no superior a los cuatro centímetros, que queda ubicado en la parte posterior baja de la espalda y cercana al glúteo; los electrodos que se introducen por la zona lumbar mediante una vía epidural y que conectan al generador, con una mínima incisión; y un pequeño mando a distancia que lleva el paciente, con el que se puede subir o bajar la intensidad o cambiar el programa según el dolor.

El "marcapasos del dolor"
De manera más coloquial, el jefe asociado del Servicio de Anestesiología y Reanimación del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz denomina este sistema como "el marcapasos del dolor", ya que, en apariencia, es similar al que se utiliza en Cardiología, con la salvedad de que, en este caso, estimula una actividad eléctrica en la médula.
El alivio que suministra la neuroestimulación va en función del tipo de dolor. "Evidentemente. no es la panacea y no vale para todos los dolores. Generalmente, se utiliza para los neuropáticos muchas veces producidos por la cirugía de espalda o por otro tipo de dolores neuropáticos", detalla De la Pinta.

En la actualidad, se está investigando mucho para el dolor lumbar, ya que este sistema se aplica más en el dolor radicular, de tipo ciático, derivado de cirugías o por compresión de las raices nerviosas, donde es mucho más eficaz.
El dolor lumbar es un dolor complejo multifactorial que no es solamente producido por una sola cosa. Las lumbalgias son muy inespecíficas y abarcan muchas zonas que pueden tener su origen en el disco o la faceta. Por ello, al aglutinar diferentes causas, los tratamientos no son únicos.
Neuroestimulación del ganglio sensitivo
Además, la implantación de electrodos también se contempla en la raíz nerviosa que estimula el ganglio sensitivo, primer punto donde se procesa la información dolorosa que llega al cerebro.
De la Pinta concreta que "en esta nueva modalidad, para dolores raticulares específicamente, como puede ser el producido por un herpes zóster, se implanta el electrodo denominado 'rabo de cerdo', de forma espiral, que va situado en la raíz nerviosa lesionada y corta la entrada sensitiva del dolor".
En concreto, se generan unos estímulos que producen una sensación agradable para el paciente, similar a un hormigueo, que remplaza o bloquea la señal del dolor, evitando, además, que alcance al cerebro.

"A corto plazo, la efectividad es muy alta. Los pacientes señalan que el dolor cede desde un primer momento, se reducen los síntomas asociados y pueden reducir la medicación, lo que representa una mejora muy importante para su calidad de vida", explica este profesional sanitario.
La única diferencia entre la técnica de neuroestimulación por electrodos en la médula o en el ganglio sensitivo reside en los párametros de estimulación, ya que cuentan con la misma base: implantar un electrodo y engancharlo a un generador de corriente, con frecuencias e intensidades modulables que se pueden programar de manera individualizada para cada paciente.
Sistema con wireless
Respecto al manejo a distancia de estos dipositivos mediante aplicaciones de teléfonos móviles y tablets que está en fase de prueba, este anestesiólogo comenta que "no solamente supone un avance para el paciente", sino, también, para los especialistas, ya que los reajustes del sistema se harán en remoto sin necesidad de que el enfermo acuda al hospital. "Todo va enfocado a la electrónica pura", destaca.
Hasta el momento, los médicos revisan de vez en cuando a los pacientes porque el electrodo se puede mover o desprogramar un poco al tratarse de métodos complejos sujetos a pequeñas variaciones. "Esto requiere que el paciente venga al hospital y que el técnico de la casa comercial venga con el programador y lo reajuste", indica De la Pinta.

Este tipo de innovación es comparable a la existente en la recarga del dispositivo de neuroestimulación que se efectúa de igual forma que un teléfono móvil y no como se hacía con anterioridad, en la que había que retirar la batería cada cuatro años, aproximadamente, y poner una nueva, con el consiguiente inconveniente para el paciente que tenía que ser intervenido.
En Madrid, el citado centro fue de los primeros en utilizar la neuroestimulación con electrodos y uno de los pioneros en España. De la Pinta sostiene que dicha técnica está indicada para "pacientes con dolor crónico intenso y que han agotado las posibilidades terapéuticas anteriores".
Coste-eficiencia
El coste global de este aparato ronda los 20.000 euros, motivo por el que el citado anestesiólogo indica que es muy importante que el paciente sea consciente de ello y lo cuide, a la vez que comprenda el beneficio que va a aportar a su vida.
"Hay nuevas tecnologías que van a ayudar a controlar mejor el dolor. Raro es que dolores de este tipo puedas bajarlos a cero, pero sí bajarlos a siete o seis en una escala de cero a 10. Sobre todo, ayuda a bajar medicación que transtorna mucho al paciente por los efectos secundarios, al ser opioides, antiepilécticos o antidepresivos que producen mareos, náuseas o enaltecimiento mental y, así, ganan en calidad de vida".
Neuromodulación con fármacos
Dentro de este apartado, se hallan otras técnicas neuromodulares en las que se utilizan fármacos y no corriente, como las vistas hasta ahora. Una de ellas es la bomba de infusión intratecal, que incluye cloruromófico (de 20 ml a 40 ml), que será introducido por un catéter al espacio entratecal de la columna.

"La idea es infundir morfina directamente en el sistema nervioso central para evitar grandes cantidades de morfina por vía oral" y eliminar gran parte de los efectos secundarios, concreta De la Pinta. Este tipo de solución reduce hasta 300 veces la cantidad de fármaco que debería tomar por vía oral el paciente con dolor crónico. Es decir, una persona que ingiere 300 ml de morfina, con la bomba intratecal solo necesitaría 1 ml mediante infusión.
Realidad virtual aplicada al dolor
Pero no solo existen estas técnicas, con ellas conviven otras de realidad virtual que están enfocadas en la conducta de la persona. Este es el caso del sistema de realidad virtual EaseVRx, que utiliza los principios de la terapia cognitivo-conductual y otras técnicas de terapia conductual para reducir el dolor y su interferencia.
Dicho tratamiento se aplica en pacientes de 18 años o mayores con dolor lumbar crónico diagnosticado. Su eficacia se comprobó en una investigación cuyos resultados señalan que el 66 por ciento de los pacientes obtuvieron una reducción del dolor superior al 30 por ciento.

El sistema de realidad virtual EaseVRx, que fue aprobado por la Agencia Estadounidense del Medicamento (FDA), utiliza los principios de la terapia cognitiva de comportamiento (CBT) y otras técnicas de terapia conductual para reducir el dolor y su interferencia.
La CBT es un estilo de terapia que nos puede ayudar a manejar nuestros problemas, generando cambios en la manera en que pensamos y nos comportamos. Esta es usada comúnmente en tratamientos de ansiedad y depresión, pero, también, puede ser útil en cualquier tipo de problema psicológico y físico.
Empleando estos principios de conducta, el dispositivo recetado, que está previsto para uso propio en el hogar, consta de un auricular de realidad virtual y un controlador. También, incluye un 'amplificador de respiración' conectado al auricular que dirige la respiración del paciente hacia el micrófono del auricular para su uso en ejercicios de respiración profunda.
Con este sistema, el paciente aborda los síntomas fisiológicos del dolor y logra aliviarlo mediante un programa de tratamiento basado en habilidades. Estos principios incluyen relajación profunda, cambio de atención, conciencia interoceptiva y la toma de perspectiva. También, incluye herramientas de distracción, disfrute inmersivo, autocompasión, movimiento saludable, aceptación, visualización, conocimiento del dolor y rehabilitación.
Métodos de radiofrecuencia
Los métodos de radiofrecuencia aplicados para paliar el dolor crónico llevan más de 15 años utilizándose en pacientes. No obstante, el jefe asociado del Servicio de Anestesiología y Reanimación del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz determina que las novedades en este campo "consisten en equipos cada vez más sofisticados" y "con más posibilidades para el tratamiento de diferentes tipos de lesión".
Uno de los puntos clave para el uso más generalizado de la radiofrecuencia está en emplear la ecografía, que ofrece la posibilidad de hacer y llegar a sitios más pequeños con mayor comodidad para el especialista.

Este modo de terapia se pueso en boca de todos debido a la lesión de tobillo del tenista Rafa Nadal durante su participación en Roland Garros. De la Pinta explica que para tratar la lesión intraarticular que tiene el deportista lo más seguro es que se empleara la readiofrecuencia pulsada, que aporta calor al punto de la lesión.
Para estos casos, este especialista concreta que se requiere de "un buen ecógrafo" para poder dirigir la aguja de la radiofrecuencia "justo donde se genera el dolor y, así, a base de temperatura, quitar un poquito el estímulo que desencadena" el malestar, "pero sin dormir el pie".
Investigación con células madre
Más allá de lo puramente tecnológico, la Medicina está investigando el uso de células madre o tratamientos regenerativos para el abordaje del dolor, aunque todavía está en un estado embrionario, ya que se esperan resultados de efectividad para dentro de ocho a 10 años.

"Para el problema de dolor crónico por artrosis y demás, hay que esperar aún", anuncia este anestesiólogo de la Fundación Jiménez Díaz. "Intentar regenerar un cartílago deteriorado en una persona joven, probablemente sí que tenga éxito, pero en una artrosis por envejecimiento, la situación cambia", manifiesta.
Con el fin de observar una evolución en este campo, De la Pinta remarca que "habría que hacer un estudio de 10 a 15 años vista para ver si este tipo de tratamientos es eficaz", valorando el "coste-eficiencia también".