Según expuso la titular de la cartera sanitaria del Gobierno de la Comunidad Valenciana, "la normalidad será la pauta en la reversión", que concluirá el 1 de abril del año 2018. "Se hará con todas las garantías y con la vista puesta siempre en los pacientes, en garantizar la mejor atención a los 250.000 habitantes de La Ribera", explicó.
"Se mantendrá la cartera de servicios del hospital en su integridad", insistió Carmen Montón, que añadió que los trabajadores de este Departamento "mantendrán sus puestos de trabajo al término del contrato y seguirán realizando sus tareas asistenciales con total normalidad". "Una vez finalizado el contrato con la empresa Ribera Salud UTE II, la actual concesionaria de la gestión sanitaria del Departamento de La Ribera, el servicio público sanitario pasará a depender de la Consejería de Sanidad", la cual "lo gestionará de forma pública y directa", recordó.
En este contexto, la máxima representante de la Administración sanitaria del Ejecutivo regional indicó que, a partir de la fecha señalada, "serán de aplicación las normas laborales sobre sucesión de empresas y, tal y como establece el artículo 44 del Estatuto de los Trabajadores, la Consejería quedará subrogada en los derechos y obligaciones laborales de los trabajadores y trabajadoras del Departamento".
"El personal laboral contratado por la empresa concesionaria mantendrá las condiciones actuales y la forma avalada por las consultas técnicas que hemos realizado a lo largo de los últimos meses y que mejor se adapta a estas condiciones es la figura de trabajadores indefinidos no fijos", continuó Montón, que agregó que estos empleados "podrán permanecer de forma indefinida en sus puestos de trabajo con las mismas condiciones laborales previas".
Personal en diferentes condiciones laborales
La consejera de Sanidad de la Generalitat Valenciana manifestó que el personal estrictamente laboral "es el mayoritario, pero en el Departamento hay profesionales con otras condiciones: personal estatutario y personal laboral que originariamente fue estatutario". "En el caso de los estatutarios, no habrá ningún cambio y mantendrán su situación, tanto la categoría como la plaza", explicó."Con respecto a los laborales que fueron estatutarios, tendrán la opción de elegir entre asumir las condiciones del resto de laborales y pasar a la condición de laboral indefinido no fijo o solicitar el reingreso a su condición de estatutario", declaró Montón, que concluyó con la afirmación de que "las plazas de nueva creación, así como las que queden vacantes (ya sea por bajas, jubilación o cualquier otro motivo) se cubrirán de forma inmediata por la bolsa de trabajo del Departamento que ya se ha creado y de forma definitiva a través de las Ofertas de Empleo Público (OPE) que se vayan convocando progresivamente".
CCOO, satisfecha
La máxima responsable de la parcela sanitaria del Ejecutivo valenciano también aprovechó la jornada para informar sobre este asunto a la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios del sindicato Comisiones Obreras (CCOO), con quien mantuvo un encuentro. De hecho, sus integrantes le aportaron una serie de propuestas que, según el sindicato, asumió."Deben conservarse las garantías de los derechos del personal estatutario, que han sido vulnerados durante los 18 años del modelo Alcira", declara esta organización sindical, que considera que "es imprescindible que, a partir de la fecha de finalización del contrato, se restablezca el derecho a movilidad voluntaria en el Departamento, la consolidación del empleo público y la promoción interna, entre otros".
Ribera Salud sostiene que esta figura laboral no se puede mantener sine die
Ante este pronunciamiento por parte de Montón, el gerente del Departamento de Salud de la Ribera, Javier Palau, manifiesta que los profesionales "pasan de fijos a no fijos y con un futuro marcado por la incertidumbre y la inestabilidad". "La figura de indefinido no fijo no se puede mantener sine die, ya que obliga a la Administración pública a convocar oposiciones", explica."De lo contrario, podría reclamar con derecho cualquier aspirante a trabajar en La Ribera", continúa el representante del Grupo Ribera Salud, que añade que "en el marco de la subrogación planteada por la Consejería, los 1.836 empleados contratados por la compañía para el hospital de La Ribera pasarán a ser indefinidos no fijos, por lo que se arriesgan a perder su puesto de trabajo si la Generalitat convoca una Oferta Pública de Empleo (OPE)".
En este contexto, Javier Palau declara que, "sin duda, los 1.836 trabajadores laborales de La Ribera saldrán perdiendo en este proceso, ya que 370 personas, que actualmente tienen un contrato temporal, se quedan sin trabajo y los 1.466 restantes, muchos de los cuales llevan casi 20 años trabajando en la Sanidad Pública valenciana, con un puesto consolidado y fijo, podrían perder de la noche de la mañana su puesto de trabajo".
"Actualmente, el 92,81 por ciento de los trabajadores laborales de la Ribera son fijos, mientras que en los demás centros sanitarios públicos de la Comunidad Valenciana, tan sólo un 62,5 por ciento son fijos (personal estatutario)", insiste el representante del Departamento de Salud de la Ribera, que añade que los trabajadores laborales "al pasar a no fijos, en caso de despido o de no superar las obligadas oposiciones, sólo tendrían derecho a 12 días de indemnización por año trabajado, frente a los 45 o 33 que tienen actualmente".
Desventajas para los profesionales
A juicio de Palau, en el caso de concurrir a las oposiciones, "no habría ningún tipo de ventaja por haber trabajado cerca de 20 años en La Ribera, lo que sin duda, generará una gran frustración a nuestros profesionales". "Subrogar a los trabajadores con las mismas condiciones es cumplir lo que marca la ley", explica, tras lo que afirma que "lo contrario sería ir contra la ley". "El problema es por cuanto tiempo van a mantener sus puestos de trabajo y las facilidades que se generan para su despido al pasar a temporales", considera."Buena prueba del éxito del modelo laboral que rige en el Hospital de La Ribera es que más del 70 por ciento de los profesionales contratados por Ribera Salud en sus centros procede de hospitales públicos de gestión directa", insiste Palau, que agrega que "estos profesionales eligieron el modelo ofrecido por la compañía, según las encuestas internas, atraídos por el modelo de gestión, la flexibilidad, la autonomía de gestión, desarrollo y carrera profesional".
El gerente del Departamento de Salud de la Ribera, que declara que "actualmente los profesionales de la Ribera tienen un mayor salario que los estatutarios", por lo que "también perderían en salario", sostiene que "desde Ribera Salud siempre se ha mostrado la máxima colaboración hacia la Consejería de Sanidad". No obstante, afirma que continuarán "defendiendo a los profesionales con todos los mecanismos legales, para que no pierdan derechos ni ventajas laborales".
"La pérdida de condiciones laborales del personal del centro redundará en un deterioro de la calidad asistencial del Hospital de La Ribera, cuyo nivel de satisfacción de los pacientes y cifras de gestión supera al de los centros hospitalarios de gestión pública directa", concluye finalmente Palau.