Dan soporte a esta plataforma las sociedades españolas de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC), de Médicos de Atención Primaria (Semergen), de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y de Medicina Interna (SEMI), la Alianza General de Pacientes, el Foro Español de Pacientes, la Fundación Humans, y los consejos generales de Enfermería, de Trabajo Social y de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), entre otras entidades e instituciones.
Francisco José Sáez
Por un año no Covid
En una de sus reuniones de CH2025 celebradas en 2020, Rafael Bengoa, que fue consejero de Sanidad del Gobierno Vasco, dijo que 2021 no debería ser únicamente el año de la vacunación contra el coronavirus, sino que tendría que ser el año No-Covid, tiempo, por tanto, y a la vista del diálogo celebrado, para devolver la cronicidad al centro del debate sanitario.En esa línea, el responsable del grupo de trabajo de Cronicidad de la SEMG, el doctor Francisco José Sáez, razonó que la cronicidad era la principal causa de morbilidad y mortalidad hasta la irrupción de la pandemia, un fenómeno todavía en curso que alteró de forma profunda el funcionamiento del sistema sanitario, hasta el punto de que los pacientes crónicos se pudieron sentir abandonados.
Consultas y cirugías retrasadas
Para Francisco José Sáez, lo anterior vino a ser confirmado por los aplazamientos de las consultas y las revisiones sin que se hable de ello en las instancias oficiales y sin que haya perspectivas de contar con un plan estratégico para la asunción de la cronicidad en el sistema sanitario público y privado.Tal como expresó Sáez, la dinámica de atención a los pacientes crónicos en Atención Primaria se rompió con la pandemia y solo fue recuperada parcialmente con la teleasistencia, aunque estima que no resulta fácil, por ejemplo, comprobar por teléfono cómo utiliza un paciente su inhalador en patología respiratoria grave, sin obstar, para ello, a que sea mejor opción la videoconsulta en pantalla a través de Internet, como concedió.
Situación emocional de los pacientes
Según este responsable de la SEMG, aunque los recursos necesarios para el abordaje de la cronicidad están bien identificados, solo subsiste un debate teórico en el ambiente, a la espera, quizás, de que reciba un impulso desde las altas instancias políticas en algún momento.Teme Sáez que la vuelta a la normalidad que suceda al retroceso de la pandemia de la Covid-19 mantenga a los pacientes crónicos en su actual situación de práctico olvido, una realidad agravada por el estereotipo de que el paciente crónico siempre es una persona de edad avanzada, cuando la realidad es que también hay muchos jóvenes con patologías vitalicias.
Atención presencial sobre todo
Este ponente también se mostró partidario de las consultas presenciales como dinámica normal en Atención Primaria, aunque antes había 40 pacientes por sala de espera y hoy solo se cita a un máximo de ocho.También, Sáez resaltó la labor que se hace desde los servicios sociales y el trabajo social en un tiempo en el que los aspectos relacionales se vieron laminados y en el que hubo muchas personas en dependencia que vieron suspendidas necesidades esenciales, como el acceso al diario sustento.
Postergados en vacunación
No niega este ponente que hacer virar el sistema sanitario hacia la visión sociosanitaria y sanitaria en términos de continuidad asistencial no requiera mayores inversiones públicas. Sin embargo, echa de menos en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia definido para el país que no se especifique el fomento de la atención a las personas con patología crónica, más allá de un retórica alusión al refuerzo de la Atención Primaria y sin que quede claro que el modelo asistencial transitará en un plazo asumible de un esquema de atención a pacientes agudos a otro de crónicos.En ese último aspecto incide un documento publicado por la SEMI, según Sáez, que también critica que la estrategia de vacunación frente a la Covid-19 no haya tenido en cuenta a la cronicidad salvo en relación con un reducido grupo de pacientes considerados de alto riesgo, debido a que prima el criterio de edad sobre otras condiciones severas de salud.
Apoyo en los farmacéuticos
Este facultativo afirmó, igualmente, que la opinión de los pacientes es la preocupación clave para CH2025 y que en ella sustenta la categorización máxima del paciente crónico sin recurrir a la insuficiente segmentación por enfermedades.Aboga Sáez por incluir a los farmacéuticos comunitarios en el acompañamiento de los pacientes crónicos, dentro de ese plan estratégico para la cronicidad que, también, debería contar con el apoyo de los medios de comunicación para su máxima comprensión y divulgación.
Sostiene este representante de la SEMG que todo el mundo se debe poner a trabajar ya y sin esperar a que pase la pandemia ni perder tiempo en los detalles de la vacunación, a la vez que se aumenta la dotación económica para la Sanidad y se cambia la orientación hacia una Salud Pública que se dejó languidecer con los resultados ya conocidos, y sin olvidar la insustituible continuidad de los cuidados, también en el paciente crónico, como sentenció.

Dentro del tsunami
El jefe del Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínic de Barcelona, el doctor Antoni Trilla, aseguró que el impacto de la pandemia de la Covid-19 puso "patas arriba" el sistema sanitario, al mover toda la organización de las unidades, los cuidados intensivos, los flujos de pacientes y el trabajo de los grandes hospitales y también los comarcales, sin que la Epidemiología pudiera cumplir eficazmente su función nuclear de ayudar a elevar la calidad de vida de los pacientes.Sobre ese tiempo de pandemia, especialmente en la primera ola, resaltó Antoni Trilla la capacidad de adaptación demostrada por los medios clínicos a través de estrategias de acierto y error, con la derivada positiva de que se tuvieron que agilizar muchas decisiones que antes eran entorpecidas por la burocracia.
Pérdida en la calidad
Entonces, todos lo esfuerzos se dirigieron a evitar el colapso del sistema sanitario, un bien general que otras veces ya había sido puesto en jaque por algunos picos estacionales de gripe, aunque no tanto. Para Trilla, el SARS-CoV-2 no solo demoró o aplazó sine die los abordajes crónicos, sino que procesos agudos que requerían 24 horas para su resolución pasaron a posponerse hasta los cuatro o cinco días.Advierte este ponente de que la actual pérdida de calidad asistencial se traduce en un claro riesgo todavía vigente para la continuidad asistencial, mientras que aún subsisten algunas áreas con saturación Covid junto a dinámicas propias de este último año, aunque los efectos sean menores que en el otoño y la primavera pasada, dentro de un 2020 que fue un mal año para todos y, especialmente, para las personas con patología crónica.
Un plan estratégico, ya
Como Sáez, el propio Trilla también ve una necesidad de ese plan estratégico para la cronicidad, una vez que el sistema se recupere de la "bofetada" que le propinó la pandemia, ahora que los protagonistas de la Sanidad están algo más recuperados y debería aprovecharse la oportunidad de concretar un sistema sanitario más moderno, flexible y sabio a raíz de las experiencias del último año.Un sistema que, en cualquier caso, ya se había debilitado bastante en años previos a la pandemia. También se refirió este especialista a la fatiga pandémica que sucede a las olas de infección que solo pudieron superarse con gran derroche de adrenalina.
En símil futbolístico y bélico, como resumen de batallas y partidos ganados y perdidos, también manifestó Trilla el desencanto de las profesiones sanitarias en las que muchos están tocados y se encuadran dentro de lo que se llama burn out.
Empeoramiento de la Salud Mental
En ese aspecto, el citado especialista confirmó que los datos de Salud Mental de dichos profesionales, y probablemente también en la población general, son peores que antes del advenimiento de la Covid-19. Por otro lado, asume que sí es pertinente hablar de una enfermedad Covid persistente, dado que muchos pacientes muestran secuelas importantes al medio año de haber superado la infección.Como su anfitrión, Trilla opinó que no parece que haya una estrategia bien definida para la era de la post pandemia. En Cataluña, por ejemplo, se difundió un documento al respecto que pronto fue incorporado programáticamente por algunos partidos políticos, sin que ello haya dado fruto, de momento.
Reinventar el sistema sanitario
Dentro de sus recetas de futuro, este ponente incluye el deseo de que el sistema se reinvente después de este gran accidente biológico que supone el SARS-CoV-2, para acabar con la pandemia y dejar atrás el dolor que causó, con la duda de saber de qué forma aguantará el actual modelo para la atención a la patología aguda, y crónica, una vez que la vacunación se haga universal.En ese aspecto, apuntó Trilla a que el sistema social es tan importante como el sanitario, para lo que se deben conocer en detalle las necesidades generales de las personas con patologías crónicas, y para lo cual sería positivo fusionar las Consejerías de Sanidad y Servicios Sociales, bajo un mismo paraguas sanitario y de bienestar, como propuso.
Propuestas presupuestarias
También, este ponente insta a que se suba al 25 por ciento la partida sanitaria destinada a Atención Primaria y a que se duplique el porcentaje destinado a Salud Pública, hoy fijado en un pírrico 1,5 por ciento del gasto sanitario total. En materia de vacunación, y junto al ejemplo de países como Israel, destacó los tres billones de dólares dedicados a comprar vacunas por Estados Unidos y que llevan aparejados 500 millones de dólares para campañas de concienciación socialEn general, apuesta Trilla por un abordaje multi y transdisciplinar basado en el trabajo en equipo, cuyas bondades quedaron reflejadas en la guerra con la Covid-19, para volver a pensar en las competencias de los niveles asistenciales más integrados, sin olvidar que no hay que caer en dinámicas que ya eran obsoletas antes de la llegada del SARS-CoV-2.
Además, este ponente ve las farmacias de calle como agentes de salud por su alta especialización en información de salud, hy, sin embargo, tan desaprovechadas, en contraste con la atenta detección precoz del cáncer de colon en Barcelona, que usa las oficinas como puntos de recogida de las muestras, todo un ejemplo de buena y leal colaboración en estrategias preventivas, según expresó.
Salvar la relación médico-paciente
Respecto a la relación médico paciente, interrumpida abruptamente por la pandemia, Trilla recomienda que debería volver a su nivel previo a 2020 para restaurar los ritmos de seguimiento clínico y dar unidad al trabajo asistencial.En ese sentido, ironizó este ponente con la frase según la cual "tan importante es tener razón como que te la den", a partir de unos consensos que son la base de una comunicación más efectiva hacia la ciudadanía, con la idea de tender a la democracia inglesa, en la que cada ciudadano puede apelar directamente al parlamentario de su jurisdicción para expresarle sus quejas y demandas.
En otro aspecto más práctico, y como coautor de algunos documentos que quedaron relegados a los cajones, propuso Trilla hacer una mayor presión de lobby para lograr cambios y sin escribir por escribir, ya que eso resulta frustrante antes o después.
Concluyó este ponente con la idea central de que la Covid-19 no solo exige que se atienda a los pacientes que le pertenecen, sino que también niega, muchas veces, la adecuada atención a las personas con otras patologías.