Las Unidades de Educación Médica permitirán plantear un cambio curricular

Según el XIV Encuentro Anual de Educación Médica de la Fundación Lilly

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Las Unidades de Educación Médica son útiles y merecen tener tanto respaldo como futuro, además de que permitirán plantear un cambio curricular, tal como se ha sido argumentado durante el XIV Encuentro Anual de la Fundación Lilly.

En esta cita se tomaron como referencia modelos anglosajones de educación médica junto a ejemplos españoles muy notables en la materia, al tiempo que el debate sirvió para conocer en detalle aspectos de mejora de la formación de los médicos en el país, del pregrado al posgrado, según las peculiaridades estatutarias de la profesión y conceptos nucleares como la libertad de cátedra.

Miguel Ángel Casermeiro
Respaldo académico pleno
Durante la introducción protocolaria, que corrió a cargo del rector de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Joaquín Goyache, y del director de los cursos de verano en su 34ª edición, Miguel Ángel Casermeiro, se felicitó a la Cátedra de Educación Médica Fundación Lilly-UCM por sus 15 años de brillante trayectoria.

En sus palabras iniciales, los dos responsables universitarios destacaron la importancia de abordar un debate tan serio sobre los cambios académicos que aún están pendientes en la formación de los médicos, al igual que en materia de enseñanza no reglada, como la que se realiza, por ejemplo, en las academias de preparación para superar las pruebas MIR.

Joaquín Goyache

Rector y director confiaron en que la próxima edición del curso, ya en el verano de 2022, la cita escurialense pueda realizarse sin mascarillas ni limitaciones de aforo, en el deseo de recuperar la normalidad perdida en 2019 y no tanto que volver a una nueva normalidad como concepto difuso.

Sobre la celebración del curso organizado por la Fundación Lilly, estimaron que fue la mejor apertura a los cursos de verano de este año. Finalmente, Goyache, que aseveró que la presencialidad está en el genoma de la universidad española, se tomó la licencia de informar sobre la próxima jubilación de Jesús Millán, anuncio un despertó un suspiro de sorpresa e inquietud que recorrió la sala.

José Antonio Sacristán
Honor y marco incomparable
El director de la Fundación Lilly, el doctor José Antonio Sacristán, dio la bienvenida a los 100 congregados en el Euroforum de San Lorenzo de El Escorial, y también a los dos centenares de seguidores que asistieron al encuentro de forma remota, al aprovechar, unos y otros, en esta nueva ocasión, las funcionalidades de una aplicación móvil realmente intuitiva y versátil.

Agradeció este directivo poder disfrutar nuevamente de ese magnífico marco, a la vera del Monasterio de El Escorial, y también por el hecho de servir el curso de pistoletazo de salida de unos que, desde hace décadas, son un referente nacional e internacional.

Dedicó Sacristán unas palabras de admiración también a Jesús Millán, director de la Cátedra de Educación Médica de las dos instituciones, por su brillante ejecutoria y magisterio de estos años y la proyección conseguida hacia América Latina con la consolidación también de la revista Educación Médica.
Sensibilidad y sabiduría
Según las palabras de Sacristán, la sensibilidad y sabiduría de Millán encarnan las virtudes que animan a la Fundación Lilly desde su creación hace 20 años, y que no son otras que la ciencia, la Medicina y el humanismo, como partes inseparables de un mismo todo, porque, razonó, de poco puede valer la ciencia médica, si no se ejerce de la mejor manera y siempre dirigida hacia la dimensión humana del paciente y también de la persona que le atiende.

Para Sacristán, sobre los temas de debate del día, no cupo duda de que la pandemia, además de haber obligado a cancelar la edición de 2020 de este curso, también ha supuesto una modernización de la docencia médica que ha alumbrado, entre otras cosas, la celebración de eventos mixtos o híbridos, además de generalizar la expresión en remoto.

Emplazó, también, Sacristán a todos los interesados en conocer lo último en Medicina difundida en español, que a través de Medes ya cumple su primera década, y que tendrá lugar en la misma sede del Eurofórum el 12 del presente mes. Además de expresar su más cordial gratitud a todos los participantes, el director de la Fundación convocante confesó la emoción de ver tantas caras amigas en el auditorio.
Ideas de fuerza y principio
En sus comentarios a las intervenciones de los distintos ponentes, Sacristán dejó algunos apuntes en el aire, como la necesidad asegurar para los médicos competencias tanto técnicas  como transversales, la búsqueda de nuevas formas de evaluación, la conveniencia de difundir módulos en vídeos 20 minutos con conceptos claros para los estudiantes de Medicina y no perder nunca de vista que el posgrado empieza siempre en el pregrado.

También aludió este ponente a una cierta vuelta a la troncalidad y se hizo eco de un artículo de la revista JAMA, bien conocido de todos los ponentes, en la que se argumentó a favor de hacer digitales las disciplinas básicas de la Medicina como se estudia en algunas universidades de Estados Unidos.

De la misma forma, defendió Sacristán la bioética de la relación médico-paciente en el sustrato de la formación de los médicos y recogió el temor de la representante de los estudiantes de Medicina de que, con los medios telemáticos, algún alumno se esconda detrás de la pantalla, como se hacía en el pasado en las últimas filas del aula.

Joaquín García Estañ
Formación en crisis
El responsable del Centro de Estudios de Educación Médica, el doctor Joaquín García Estañ, partió del término "quiebra" atribuido a la educación médica, porque es denostada desde hace tiempo, los profesores no se sienten respaldados y el alumno se siente como un bosque de ficus en los hospitales. Ante esta necesidad de cambio, agudizada por el año y medio de pandemia.

El consejo de estudiantes de su universidad (CEUM) hizo una encuesta sobre la crisis aguda de docencia provocada por la sanitaria a 8.000 estudiantes, 500 de Medicina. Con la respuesta de que menos del 10 por ciento de los profesores usaban vídeos. García Estañ también relató su oportunidad para haber grabado sus clases y prácticas desde el mismo día 12 de marzo de 2020.

Isabel González Anglada
Valoración positiva, pese a todo
La doctora Isabel González Anglada aportó su perspectiva asistencial y como jefa de estudio a calibrar los esfuerzos que serán necesarios para compensar el déficit que ha supuesto la pandemia de la Covid-19, aunque encontró reconfortante que más de la mitad de los residentes declararan haber vivido una experiencia positiva durante la crisis sanitaria.

María Sasía
Que no haya estudiantes quemados
La portavoz de la comisión de educación médica del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), María Sasía, compartió con los presentes el objetivo de la comunidad educativa es transformar la relación docente para mejorar la actual situación de la formación. Pidió, igualmente, fomentar el trabajo autónomo del alumno y evitar la sobrecarga del alumno quemado, ante penurias presentes, como, por ejemplo, como la falta de continuidad formativa.
Desde las gradas
Desde el auditorio y los puntos remotos de los asistentes, algunos profesores destacaron la dualidad de las Facultades y los hospitales, la progresiva ausencia de los estudiantes de las lecciones magistrales, desde tiempos previos a la pandemia, y sobre la necesidad de reforzar la idea de tutor para que los docentes sean antes formadores de médicos en competencias que meros transmisores pasivos de conocimientos.

Un de ellos, en concreto, se refirió a la pandemia como a un jabalí tragado por una anaconda para cuya digestión, alguien completó, será necesario tiempo y jugos gástricos bien definidos, al argumentar que las crisis afloran las limitaciones de los que prosperan en estructuras muy jerarquizadas como las universidades, a pesar de que las estructuras no suelen resolver los problemas.

Jesús Millán
Misión cumplida y adelante
Millán compartió su felicidad por celebrar la reunión, después de un año extraordinariamente duro para todos, pero también para los entornos docentes de la Medicina, ante una pandemia cuya desvergüenza ha generado una crisis en todas las facetas de la actividad y la convivencia humana.

Millán destacó la nobleza de trabajar para mejorar la salud de las personas, a partir de la necesaria ponderación de las nuevas tecnologías, que siempre deben ser un medio y no un fin. Concluyó, así, con la aseveración de que las unidades de educación médica no solo son posibles, sino que prestan servicios imprescindibles y ayudan a profesionalizar la docencia de la Medicina, de cara, resumió, a formar a médicos sin aditivos.

Leire Arbea
Perspectiva VUCA
La responsable de la unidad de educación médica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra, la doctora Leire Arbea, aportó el enfoque del entorno VUCA, centrado en la volatilidad, la incertidumbre, la complejidad y la ambigüedad que acompaña a la práctica de la medicina.

Oncóloga radioterápica, defendió la educación médica integral para adaptarla al momento actual con aportación de liderazgo colaborativo, inteligencia emocional, la aludida flexibilidad y otras cualidades, dado que los alumnos de hoy son cenennials y nativos digitales con los que hay que hablar un lenguaje unos puntos por debajo de la superespecialización, pero sin renunciar al formalismo académico.

José Vicente Lafuente
Percepciones posibles
El profesor de la Facultad de Medicina y Enfermería de la Universidad del País Vasco UPV/EHU, el doctor José Vicente Lafuente, dijo que España es un país mediatizado por el Boletín Oficial del Estado (BOE) y que habría que pensar sobre una hipotética obligatoriedad de tener un master para enseñar Medicina, al igual como ocurre con las Gerencias de los hospitales, desde hace un tiempo el aprendizaje basado en el cerebro viene dictado por la víspera que es el corazón y también por la amígdala.

Sobre la educación médica, advirtió de que pude ser percibida como forma de control y recomendó que se estudie mediante ensayos doble ciego y aleatorizados. Sugirió, en otro aspecto, que es artificial la división entre Facultades de Medicina y hospitales porque las que dirigen la formación deben ser siempre las primeras.

Beatriz Gal
Unidades facilitadoras
La secretaria de la Sociedad Española de Educación Médica (SEDEM), la doctora Beatriz Gal, resumió que las unidades de educación sanitaria son las encargadas de estandarizar, calendarizar los exámenes, preparar las pruebas de evaluación ECOE, la investigación en docencia y sus técnicas, la transformación curricular y la actualización de profesores y alumnos.

Requirió, además, para estas muchas tareas relacionadas con la gestión docente deben generar confianza entre las partes, con apoyo de los decanatos y lograr, también, la presencia deseable en todas las facultades.

Para ello, será necesario, demandó, más recursos humanos y materiales, además del respaldo institucional, porque se trata de unidades facilitadoras que buscan un equilibrio entre las disciplinas técnicas y las teóricas más proclives a la memoria, desde la idea central de que la educación médica acompaña al profesional en toda su formación.
Al habla con el público
Varios asistentes reflexionaron en voz alta sobre si los creadores de las unidades de educación médica son siempre docentes creadores espontáneos, motivados y luchadores y si su trabajo que siempre es singular resulta demostrable. Asumieron estos participantes que no hay ni habrá leyes para impulsar esta disciplina y que se está en fase de generar masa crítica porque no es fácil conseguir financiación para esta actividad y hay pocas revistas, al margen de Educación Médica.

También ironizó alguno sobre el hecho de que a un médico se le exijan 12 años de formación antes de ejercer, mientras que a un ingeniero de caminos solo  la mitad, al igual que resulta chocante que se seleccione un docente, que puede estar en activo de los 40 a los 70 años de edad, haga lo que haga.

También desde el público, la profesora Inmaculada Fernández lamentó que se valore más al investigador de pro que el profesor de pro, junto al drama que supone no vislumbrar un relevo en el horizonte por falta de entusiasmo en la enseñanza de la Medicina.