Arturo Mengual Mora
La sesión fue inaugurada por el viceconsejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Fernando Prados, quien mostró su interés por dar a conocer los sistemas de Telemedicina en la Sanidad madrileña. El encuentro, moderado por el asesor jurídico en el Hospital Universitario del Tajo, Arturo Mengual Mora, contó como ponentes con el director médico y de Innovación en el Hospital Virgen de la Poveda de Madrid, el doctor Manuel Grandal, el responsable de seguridad de sistemas de información sanitaria en la Consejería de Sanidad madrileña (OSSI), José Manuel Laperal, y el director de I+D en la compañía biomédica dedicada a la prestación de servicios diagnósticos y tratamientos médicos Atrys Healh, Víctor González.
Para Manuel Grandal, “los niveles de satisfacción actuales en programas de telemedicina como telecardiología, teledermatología o telerrehabilitación son muy elevados y suponen un gran apoyo en los hospitales públicos”. “Hoy, la demanda de la salud por parte de los ciudadanos es enorme. Tenemos una de las mejores sanidades públicas y privadas, pero esto es caro y debe ser sostenible. Es, en esta línea, donde se hace fundamental la Telemedicina, que contribuye a la costo-efectividad del sistema sanitario”, señaló Víctor González, para quien “la colaboración público-privada es fundamental en este ámbito”.
Tres casos de éxito de programas de Telemedicina en hospitales madrileños
Por su parte, José Manuel Laperal indicó que “la Telemedicina inicia su auge en la década de los 90 y, si bien su implantación de forma generalizada pudo suponer algún tipo de recelo en sus inicios, actualmente está prácticamente asimilada de forma global”. Tras la introducción de los ponentes, el encuentro se centró en tres acontecimientos fundamentales en la Telemedicina de los hospitales madrileños: la conexión interhospitalaria e intercentros a través de teleconsultas, el código TeleICTUS y la receta médica online (MUP).
Con respecto al primer punto, el doctor Grandal explicó que “consiste en la conexión de hospitales de media estancia con los de referencia en la Comunidad de Madrid. En la próxima fase se conectarán hospitales con residencias donde existen grandes necesidades de recursos hospitalarios, como son los casos del Hospital de la Cruz Roja, el de Arganda o el de El Tajo”. Por su parte, “el código TeleICTUS, con diez años de existencia, es una aplicación diseñada por los hospitales La Paz y Reina Sofía que permite activar una conexión entre un hospital que no tiene una dotación altamente compleja para el tratamiento del ictus, con los nueve hospitales madrileños de referencia en tratamiento ictus”, explicó.
“Se trata de un servicio de apoyo a un hospital pequeño, por parte de los grandes que tratan el ictus, pues es un sistema de Telemedicina que permite la comunicación bidireccional en tiempo real, entre el hospital que no dispone de atención neurológica continuada, con el de referencia con Unidad de Ictus y Servicio de Neurología de guardia”, aclaró el el director Médico y de Innovación en el Hospital Virgen de la Poveda.
El tercer caso explicado fue el de MUP, “la creación de la historia farmacoterapéutica única del paciente integrada en la Historia Clínica Común, que supone la existencia de un único punto de generación de prescripciones de medicamentos por receta”. “El incremento de la seguridad en la prescripción a partir del sistema de prescripción electrónica asistida y la estandarización de la información farmacológica a través de la base de datos de medicamentos del Ministerio de Sanidad son los beneficios principales del MUP”, subrayó Grandal, quien confirmó que “este programa es válido actualmente en las 4000 farmacias madrileñas, pero se prevé que en abril se extienda a las farmacias de toda España”.
Inexistencia de una regulación expresa sobre Telemedicina en España
Otro de los puntos a debate fueron los aspectos legales de la Telemedicina en España para la que “no existe una regulación expresa y tampoco ayuda que las competencias en Sanidad estén transferidas a las comunidades autónomas, aunque sí es cierto que existen algunas normas a nivel estatal que hay que aplicar”, comentaron los ponentes.En opinión de Manuel Grandal, “las dificultades en la aplicación de la Telemedicina se deben sobre todo a la falta de apoyo legislativo, porque la práctica va por delante de la legalidad, si bien no estamos contraviniendo ninguna ley fundamental”. La representante del gabinete jurídico del Hospital Universitario Infanta Cristina, Natalia Hormaeche, indicó que “desde el punto de vista legal hay que protocolizar cómo es la actuación del profesional sanitario, pero si es adecuada no debe haber ningún tipo de problema”.

En esta línea y de cara a usar los sistemas de Telemedicina, “tiene que estar perfectamente detallado a qué tipo de servicio accede el paciente, cómo accede, qué tipo de patología tiene, etc. Si esto está controlado y aprobado por la dirección médica y la gerencia, no tiene por qué haber ningún incoveniente”, aclaró Natalia Hormaeche. Con ella coincidió el jefe del Servicio de Telemedicina del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla de Madrid, el doctor Pedro Gil, quien señaló que “no solo hay que fomentar la Telemedicina, sino esforzarse por conseguir un cambio en la legalidad para que se nos cubra en todos los actos previstos por los sistemas”.