Lilly portada
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La Medicina Centrada en el Paciente, un reto para los profesionales del sector sanitario

presentado un libro de reflexiones de la fundación lilly

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La humanización  de la medicina, objetivo final de la medicina centrada en el paciente, pasa por un cambio en la educación de los ciudadanos, por una mayor participación de los pacientes y, sobre todo, por una renovación en la formación de los profesionales, así como, en el ámbito de la gestión y de la política, por una concepción del presupuesto asistencial como inversión y no como gasto.

Todos estos aspectos aparecieron a lo largo de la presentación del libro “Medicina Centrada en el Paciente. Reflexiones a la carta”, una obra en la que han participado más de 40 autores aportando, con sentido crítico, su propia perspectiva sobre esta cuestión y con la que la Fundación Lilly pretende “que la medicina vuelva a poner el foco en el lado humano del paciente, esto es, en la persona que sufre la enfermedad”.

Nabil Daoud, Joaquín Poch y José A. Sacristán

El acto de presentación se desarrolló en la tarde del miércoles, 20 de junio, en la sede de la Real Academia Nacional de Medicina (RANM) y, en el que pese al partido de fútbol a la misma hora, contó con una gran asistencia, muestra del interés por un tema que la obra aborda desde múltiples perspectivas. En el inicio del acto, y tras la bienvenida del presidente de la RANM, Joaquín Poch, el presidente de la Fundación Lilly, Nabil Daoud, a quien acompañaba el director de la misma, José Antonio Sacristán, recordó los trabajos que, de cara a la humanización de la medicina, se vienen realizando desde ella. Y es que, como subrayó, en medicina se debe buscar el equilibrio entre el cerebro y el corazón ante el proceso de deshumanización creciente como consecuencia de la técnica.
Personalizar la asistencia
José Antonio Sacristán, tras haber referido a algunos de los aspectos de los motivos que llevaron a la elaboración del libro, así como de su contenido, moderó una mesa redonda en la que tres de sus autores (una socióloga, María Gálvez; un cardiólogo, Manuel de los Reyes; y un gestor sanitario, Carlos Mur) ofrecieron una perspectiva de la situación por la que atraviesa la humanización de la asistencia, un proceso del que se viene hablando hace mucho tiempo y en el que todavía falta mucho por hacer.

Manuel de los Reyes

El doctor Manuel de los Reyes, especialista en Cardiología y miembro de Comité de Bioética de España, insistió en que humanizar no era otra cosa que personalizar la asistencia y afirmó que el cambio era imparable, que no tenía vuelta atrás. De todos modos y ante la situación, se preguntó si la medicina no había pervertido su intención primaria. Por lo que reclamó un replanteamiento de la medicina, para lo que había que modificar los planes de estudio a fin de insistir en una medicina basada en valores en donde, en la historia clínica, se reflejen los aspectos biográficos del paciente, con sus miedos y sus creencias, al tiempo que se tenga en cuenta la participación del paciente para evitar aquellas actuaciones que no deberían hacerse. En fin, reclamó un cambio de modelo formativo pues, entre otros aspectos, no se entiende que haya facultades de medicina en donde no se explica la medicina paliativa.
El paciente como centro
María Gálvez

Desde la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, su directora, María Gálvez, reivindicó un mayor protagonismo para los pacientes en su salud, pero no solo participando en la toma de decisiones sobre aquello que le afecta individualmente, “sino a nivel meso, estando presente en los ámbitos de gestión, y a nivel macro, en políticas sanitarias, a través de las organizaciones en las que se ha agrupado”. Para ello propuso la participación de los pacientes en “la definición de las políticas públicas sanitarias que influyen directamente en las personas, más aún cuando tienen una enfermedad crónica. Es importante que se tenga en cuenta la visión del paciente sobre estas políticas para que puedan dar respuesta a lo que realmente es importante para la persona”.

En su planteamiento, María Gálvez reclamó tiempo y recursos a la gestión para hacer realidad la humanización. Asimismo se pronunció por la formación y la información y abogó por un acercamiento de los servicios a las personas, con la desaparición de las parcelas a fin de que reciban un tratamiento integral.
Normativa ausente
Carlos Mur

Por su parte, el doctor Carlos Mur, psiquiatra y director gerente del Hospital Universitario de Fuenlabrada (Madrid), advirtió cómo el sistema normativo actual, centrado en regular a los profesionales y las estructuras organizativas, no había tenido en cuenta al paciente. De todos modos, señal que había cambiado el modelo de relación médico/paciente como consecuencia de la información. Y llamó especialmente la atención sobre el papel jugado por la Ley de Autonomía del Paciente. Y, como crítica, lamentó que no se caminara en la integración de la Atención Primaria y la Hospitalaria, para la atención integral al paciente.

Carlos Mur señaló que aplicar una verdadera medicina en la que se tengan en cuenta las preferencias del paciente no supondría un mayor coste que el actual. “La toma de decisiones compartida, la adherencia terapéutica del paciente (y su implicación en la promoción de la salud y no las prevenciones secundarías) reducirían los costes indirectos y compensaría probablemente el incremento del coste directo motivado por nuevas herramientas terapéuticas solicitadas por los pacientes implicados en su patología”.
El futuro combinará la “personómica” y la medicina personalizada
José A. Sacristán

En su intervención al inicio del acto, el director de la Fundación Lilly, expuso que “vivimos en la época de la medicina personalizada, pero paradójicamente, la medicina está más despersonalizada que nunca. Vivimos en la época de la medicina de precisión, pero esta ha dado la espalda a la persona”.

Por eso, y ante la creciente hegemonía de disciplinas como las llamadas -ómicas (genómica, proteómica…), Sacristán sugirió crear una nueva disciplina para que la medicina se centre en las personas: la personómica. Sin embargo, advierten que tecnología y humanización deben ir de la mano. “MCP y medicina de precisión no son términos antagónicos. La primera engloba necesariamente a la segunda. La MCP es un concepto amplio que integra la individualización que procede de los genes, de la biología, y la personalización que proviene fundamentalmente del ser humano en el contexto de su circunstancia individual”, subrayó el director de la Fundación Lilly.
“Medicina Centrada en el Paciente. Reflexiones a la carta”
Prologado por el doctor Ciril Rozman, el libro “Medicina Centrada en el Paciente. Reflexiones a la carta”, que se incorpora a la Biblioteca de la Fundación Lilly, incluye más de 40 capítulos a modo de artículos. Con un carácter multidisciplinar y transversal, la obra está estructurada en cuatro bloques: el primero trata sobre el concepto de MCP y la humanización de la Medicina; el segundo, sobre la medicina personalizada en enfermedades como el cáncer, la diabetes o las enfermedades autoinmunes; el tercero, con el título “Pacientes, sociedad y sistemas sanitarios”, aborda el conflicto potencial que se deriva del enfoque poblacional e individual; mientras que el cuarto, analiza las implicaciones de la MCP desde diferentes puntos de vista como la educación médica, la economía, la ética o el lenguaje médico, entre otros.