Luis Mayero
Comunicar y empatizar con el paciente
El presidente de IDIS, Luis Mayero, recordó que las acreditaciones QH señalan por su buen hacer a las organizaciones que avanzan con mayor rapidez e intensidad en el terreno de la calidad, para poder tratar y curar sean las divisas de un sector fundamental para el país; con todo el prestigio que aportan las acreditaciones QH en su ya quinta edición, una misión irrenunciable que no sería posible sin el concurso del comité auditor, siempre atento a reconocer la excelencia en todas las dimensiones de la calidad.Aludió también Luis Mayero al estudio sobre la experiencia de paciente elaborado por IDIS, como primer trabajo en España en esta materia. Según éste, la percepción de los usuarios demuestra que se puede lograr un 25 por ciento de mejora en la reducción de la ansiedad y el pronóstico de los procesos patológicos cuando se cuenta con el paciente desde el minuto uno, y después del tratamiento.
En ese sentido, el máximo exponente del IDIS aseguró que es fundamental comunicar bien y empatizar con el paciente, como seña de identidad de un sector en el que el núcleo central de la atención es la persona a tratar, su satisfacción y su tranquilidad. En ese momento informó de que, en los Estados Unidos, se comprobó que, entre el 40 y el 80 por ciento de la información que recibe el paciente en consulta se olvida al salir por la puerta, ya que persiste una gran asimetría entre el lenguaje de los clínicos y el de los pacientes. De esta forma, y de cara a mejorar la adherencia de los tratamientos como predica la Organización Mundial de la Salud (OMS), es bueno recordar que "el medicamento que no se administra, no sirve para nada", así como el resto de intervenciones sanitarias, según añadió.

Mejoras progresivas y continuas
Como cimiento de la mejora continua, en términos de calidad, Mayero recordó que la respuesta hacia el paciente siempre debe ser ágil, pronta y sin esperas, con los mejores medios disponibles y en observancia estricta de los resultados en salud a lograr. Todo ello a partir de una tecnología y unos medios humanos que permiten aportar al usuario las mayores cotas de calidad prestada, desde una sentida concepción de la humanización de la asistencia, recalcó.Según el presidente del IDIS, todo ello redunda en que la experiencia ideal se ve corroborada por los hechos en un 90 por ciento porque, insistió, la Medicina es una actividad humana en la que el protagonista es el paciente; con la fortuna de poder sumar un sector privado, centrado en la excelencia, a una Sanidad Pública reconocida, nacional e internacionalmente, por su alto grado de calidad.

Respaldo ministerial
Rodrigo Gutiérrez entroncó la presentación de las acreditaciones con su propio paso personal por el puesto de director general de Calidad y Humanización de la Asistencia Sanitaria en la Junta de Castilla La Mancha, antes de sumarse al equipo de la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo.Además, desde su condición de socio convencido de la QAEC, este representante ministerial destacó factores científicos y sociales que hacen de la calidad una magnitud en permanente crecimiento, en paralelo a un trato humano y siempre respetuoso hacia los pacientes. Todo ello desde un sentir ético, que debe mover a tratar a los demás como a uno le gustaría que le trataran en todas las circunstancias propias del acto sanitario, argumentó.
Apeló Gutiérrez a los modelos internacionales centrados en la calidad, recogidos por la QH, y unidos por nexos comunes, como el perfeccionamiento de los procedimientos que tienen como finalidad la satisfacción de los interesados. Para ello, las organizaciones tienen que responder a una motivación ética, compatible que un desarrollo económico legítimo.
Para este representante de la cartera sanitaria del Gobierno, la calidad atañe a cada individuo de las organizaciones sanitarias, porque dicha calidad es una actitud que precisa ser medida y evaluada constantemente y en todos los niveles, por lo que hay que desterrar el miedo al cambio en los profesionales sanitarios y planificar bien, dado que, la "no calidad" siempre sale muy cara.
Añadió Gutiérrez que, dentro del estado de mejora continua que es la calidad por su propia naturaleza, es necesario también procurar acertar a la primera en las decisiones asistenciales, con minimización de errores y el empleo de los mejores recursos que llevan hasta ese fin.

Reconocer la excelencia
Tomó la palabra, tras la inauguración oficial, el director general del IDIS, Manuel Vilches, quien resumió la esencia de las acreditaciones de la Fundación bajo la premisa básica de que "es tan importante hacer las cosas bien, como reconocerlo públicamente".Así, la QH es un indicador sintético de la calidad, a partir de los grandes sistemas que existen en esta materia, con cuatro niveles de cumplimiento, mediante un sistema de estrellas, que detalló Manuel Vilches.
En la citada descripción, incluyó el miembro del IDIS criterios de ponderación como el alcance y la escala de cada unidad, o centro sanitario analizado, y el tiempo de aplicación de la política de calidad, donde la continuidad tiene mayor reconocimiento, según matizó.
Con el añadido del criterio de ponderación de la actividad desarrollada, lo que dio lugar a cinco puntos capitales: el número de profesionales, cirugías, intervenciones ambulatorias, volumen de camas y registro de altas hospitalarias, algo que viene a sumar un 20 por ciento en la calificación final, señaló Vilches, para lograr una mejora de nivel que, en 2018, ha afectado positivamente a 11 centros.

Habrá más de 126 acreditaciones
A partir de todo lo anterior, este representante del IDIS confirmó que se concedieron 126 acreditaciones hasta la fecha, de un total de 394 candidaturas, con la satisfacción que supone, manifestó, que 40 entidades fueron capaces de subir en la escalera de la calidad, pasando de un nivel a otro en las cinco ediciones QH.Como señaló Vilches, el comité auditor QH, en su última edición, otorgó 11 nuevos reconocimientos y 28 mejoras de nivel de acreditación. De esta forma, las nuevas organizaciones acreditadas fueron seis con la acreditación básica QH; dos, con la acreditación QH más Una estrella; dos, con la acreditación QH más Dos estrellas; y Una, con la acreditación QH más Tres estrellas.
Buenos entre los mejores
Como explicaron los responsables del IDIS, la categoría Acreditación QH, en su quinta edición, distinguió a la Clínica Rementería, la Clínica Santa Elena, el Complexo Hospitalario Universitario de Ferrol, el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, la Activa Mutua- Mutua Colaboradora con la Seguridad Social Nº 3 y la Policlínica Águilas de Murcia.En el segundo escalón, el Hospital CO.SA.GA (Cooperativa Sanitaria de Galicia) y el HM Vallés recibieron la Acreditación QH más una estrella. Mientras que el Hospital Universitario Infanta Elena y el Hospital Universitario Rey Juan Carlos lograron la acreditación QH más dos estrellas, al tiempo que la Fundación Jiménez Díaz se hizo con la máxima categoría posible, la acreditación QH más Tres estrellas.
Subieron de nivel los centros de Diálisis Diaverum Axarquía, Estepona, Isla de la Cartuja, Minas de Riotinto, Motril y Torremolinos, la Fundación Instituto San José, el Hospital Inmaculada Grupo HLA, el Hospital de Molina, los hospitales San Roque Las Palmas y San Roque Maspalomas, el Hospital Virgen del Mar e IVI Illes Balears; que se auparon hasta la acreditación QH más Una estrella.
Distinciones máximas
Entre los centros que consiguieron la acreditación QH más Dos estrellas se situaron la Fraternidad Muprespa-Mutua Colaboradora con la Seguridad Social nº 275, el Hospital de Día Asepeyo Cartuja, el Hospital de Manises, el Hospital HM Modelo-Maternidad Belén, el Hospital Universitario Fundación Alcorcón y el Hospital Povisa de Vigo y los Centros Médicos Milenium Balmes, Conde Duque e Iradier.Finalmente, los hospitales Asepeyo Coslada y San Cugat, el HLA Hospital Universitario Moncloa, Mutualia- Mutua Colaboradora con la Seguridad Social nº 2, la Unión de Mutuas-Mutua Colaboradora con la Seguridad Social nº 267 y la Clínica IMQ Zorrotzaurre ascendieron a lo más alto del podio al lograr la acreditación QH más Tres estrellas, desde niveles inferiores.

Experiencia de paciente
En lo tocante a la experiencia de paciente, Vilches amplió lo dicho por Mayero. Concretamente, explicó que de las 10.024 entrevistas que recogió el IDIS en su informe sobre la visión del paciente, se comprobó que la experiencia WOW, ajustada o mejorada respecto a las mayores expectativas con un grado del 90-100 por ciento, quedó por encima de la experiencia OK, situada entre el 60-90 por ciento, y la experiencia OUCH, con porcentajes inferiores y registrable como decepcionante.Ello expresó, en palabras de Vilches, que la mayoría de usuarios consultados manifestó su intención de volver a recibir la misma atención, desde la propia elección del paciente, manifestado, por ejemplo, por el deseo del ciudadano de mantener comunicación con el equipo que le atendió, más allá del tratamiento.
Para refrendar el compromiso del IDIS con la calidad y los pacientes, participó en el acto el vicepresidente del Foro Español de Pacientes, el doctor José Luis Baquero, que entregó personalmente una tanda de las acreditaciones.

Hacia un nuevo liderazgo
Seguidamente, el vicepresidente del consejo asesor del Ministerio de Sanidad, Francisco de Paula Rodríguez Perera, esbozó en una lección magistral un nuevo modelo mental orientado a la calidad, desde la perspectiva del liderazgo. Para ello, partió de un interrogante básico dirigido a saber si los líderes influyen o no en la consecución de una mayor calidad.A esta pregunta respondió el representante ministerial con la afirmación de que la ausencia de liderazgo se traduce siempre en una peor gestión de los recursos, con reflejos en una mayor morbimortalidad y complicaciones.
A falta de literatura científica suficiente sobre liderazgo y calidad, Francisco de Paula Rodríguez Perera estima que dicho liderazgo es necesario para la calidad, aunque no es una condición única, por lo que introdujo la exigencia de la calidad al nivel de cada miembro de las organizaciones, a través de las mejoras necesarias, los factores de situación y la trayectoria ejecutada hasta el momento en ese terreno.

Un nuevo modelo mental
Separó este ponente la estructura de la calidad de la “fisiología” de la misma, donde el requisito necesario es “creerse” que siempre se está al dictado de la calidad, desde la propia responsabilidad de cada miembro de la organización.Esto precisa abrir las ventanas que supone considerar al otro como partner, con una clara orientación al valor y no al volumen de la actividad. Ello desde la necesidad de incentivar, remunerar, adquirir y reorganizar el referido valor, ya que cada colaborador y empleado es un “improver” (mejorador) de la calidad en su esfera personal y profesional.
Para avanzar en este modelo, propuso De Paula Rodríguez Perera emprender esta aventura con el compromiso de la alta dirección mediante capilaridad por equipos, con una suerte de delegación del liderazgo; junto a embarcar en la calidad y dar capacidad de gestión a los cuadros clínicos, por ser esenciales. Ello en línea con lo dicho por la revista Harvard Business Review y sin olvidar al departamento económico y financiero, como superación del criterio de precio en las compras, a sustituir por la propia calidad del objeto de adquisición. Todo ello conduce, resumió, a compartir riesgos, ceder mando y trazar objetivos compartidos.
Del paciente a su persona
Como líder versado en la calidad, describió el conferenciante requisitos como trascender el paciente para llegar a la persona, lo que insta a contribuir a su educación sanitaria, analizar con ella o él los resultados de las terapias, y, por supuesto, evitarle cualquier daño. En este momento apeló a su experiencia con los donantes de sangre de Ciudad Real. Con ese objetivo, el líder debe bajar al terreno operativo, y liderar algún proceso concreto, como él mismo hizo en Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid para mejorar la circulación de camas, además de reiterar los objetivos de calidad, a partir de la estrategia adoptada, tal como defiende el director del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), Valentín Fuster, actual presidente del Consejo Asesor de Sanidad.También requirió De Paula Rodríguez Perera llegar a la calidad desde la transparencia, como se tuvo siempre claro en el Hospital Universitario de Canarias, una vez que se empezaron a medir las estancias medias, Además de buscar soluciones dentro y fuera de las organizaciones.

En nombre de los acreditados
En nombre de todos los centros distinguidos con la QH habló el gerente del grupo sanitario Quirónsalud, Juan Antonio Álvaro de la Parra, quien celebró haber logrado acreditación, tras haber presentado tres centros, por primera vez, en esta edición de 2018.En el largo camino hacia la calidad, aseguró este ponente que es esencial la perseverancia, el liderazgo y el compromiso por parte de todos los miembros de la organización sanitaria, por lo que utilizó el símil deportivo del ciclismo, donde la excelencia se traspasa del Giro de Italia al Tour de Francia y de este a la Vuelta a España, para volver a empezar cada año con la misma ilusión y rigor, dado que la calidad es un circuito sin fin en el que solo se debe mejorar.
Lamentó Juan Antonio Álvaro de la Parra que la calidad no se enseñe en los Grados universitarios, lo que no obsta, concedió, para lograr que los profesionales se imbuyan de la mejor cultura cuando llegan a las organizaciones y desarrollan en ellas sus carreras.

Como puntos de mejora en curso dentro de sus centros asistenciales, este directivo de Quirónsalud citó el desafío del Big Data y todas las posibilidades que puedan aportar las nuevas tecnologías, en beneficio del paciente, que es y debe ser siempre el objeto y el sujeto de la atención.
La calidad como valor imparable
Clausuró el acto el secretario general de IDIS, Adolfo Fernández-Valmayor, para destacar el carácter integrador de las acreditaciones QH, a través del gran trabajo que realiza el equipo de la Fundación.Todo ello con un llamamiento a ampliar la participación en la próxima edición, tarea no sencilla, en virtud de los éxitos cosechados por la QH hasta el momento porque, desde el punto de vista de Adolfo Fernández-Valmayor, la cercanía al paciente, el compartir con él su información y el dispensarle el trato humano y respetuoso que siempre merece, hacen cada día más grande al sector privado de la Sanidad española.
