Para la Unión Europea, una regulación excesiva de las profesiones, incluyendo las sanitarias, puede tener “efectos negativos y a varios niveles en la economía, con un impacto sustancial en la competitividad de la misma, la libre circulación de profesionales y un incremento de las cargas administrativas para que los Estados puedan abordarlo por sí mismos", de manera que cree necesario abordar esta regulación a escala europea.
En este contexto, el secretario de la Red Europea de Reguladores de Enfermería, David Hubert, manifiesta que “la idea que subyace detrás que esta Directiva es que la Comisión Europea quiere facilitar la movilidad de los profesionales, liberalizar ciertas profesiones, no necesariamente las sanitarias, pero estamos todos incluidos en el mismo paquete".
Por esta razón, David Hubert explica que "es un problema para nosotros en este momento, pues las enfermeras están incluidas en la misma bolsa que otras profesiones, como abogados o registradores de la propiedad y nosotros somos una profesión diferente porque trabajamos directamente con pacientes y tenemos que tener un tratamiento diferente”.
Nueva Directiva de proporcionalidad
La Red Europea de Reguladores de Enfermería manifiesta ser conscientes de que eliminar a las profesiones sanitarias de la aplicación de la directiva "es misión casi imposible" y optaron por "un enfoque más constructivo" al remitir, en las próximas semanas, a la Comisión Europea un documento con alegaciones y enmiendas para que "se tengan en cuenta en la redacción de la propuesta de Directiva".El director de la asesoría jurídica del Consejo General de Enfermería, Francisco Corpas, apunta que el test de proporcionalidad que recoge la propuesta de la Directiva establece una “tabla de criterios que está pensada para otros ámbitos más económicos, por lo que no es aplicable tal y como está formulada a los profesionales sanitarios, porque son diferentes”.