Esta resolución, iniciativa de España a través de la Organización Médica Colegial (OMC), y de Portugal, gracias a la Ordem dos Medicos (ODM), recibe el nombre de la ciudad anfitriona de esta Asamblea. El escrito manifiesta "la importancia esencial de la relación médico y paciente en la historia y en el contexto presente y futuro de la Medicina, reiterando su Declaración de Ginebra, el Código Internacional de Ética Médica y la Declaración de Lisboa sobre los Derechos del Paciente".
Para el presidente de la OMC, el doctor Serafín Romero, la Declaración de Córdoba "supone un enorme apoyo a este proyecto que inició la profesión médica española para que la relación médico-paciente sea considerada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, porque se está produciendo una quiebra en la relación médico-paciente, que tiene mucho que ver con la empatía y con el lenguaje no verbal, hay que evitar la pérdida de la humanización y tratar de que esta relación perdure, a pesar de los avances tecnológicos, que vienen a ayudar, no a sustituir".
Este texto, aprobado por los miembros constituyentes de la AMM, hace una serie de recomendaciones y reafirma que "la autonomía profesional y la independencia clínica son componentes esenciales de la atención médica de alta calidad y profesionalismo médico, que protegen el derecho de los pacientes a recibir la atención médica que necesitan".
Núcleo fundamental
Asimismo, este escrito pide a los miembros de la citada Asociación y a los médicos que defiendan este modelo de relación "como núcleo fundamental de todo acto médico centrado en la persona, que defiendan la profesión médica y sus valores éticos, incluida la compasión, competencia, respeto mutuo y autonomía profesional y apoyar la atención centrada en el paciente".Esta Declaración subraya la oposición a la "interferencia gubernamental, de otros agentes y Administraciones institucionales en la práctica de la Medicina y en la relación médico-paciente; así como su dedicación a proporcionar un servicio médico competente con total independencia profesional y moral, con compasión y respeto por la dignidad humana". Finalmente, se compromete a "abordar los factores emergentes que podrían representar una amenaza para la relación médico-paciente y tomar medidas para mitigar esos factores".