Respecto a su uso, la patronal de la industria farmacéutica en España señala que "está directamente relacionado con el aumento de la esperanza de vida: el 74 por ciento de este aumento en los países desarrollados se debe directamente a los nuevos medicamentos". Sin embargo, matiza que "la investigación de un fármaco y su llegada un día al paciente es un proceso largo, complejo y costoso".
"Es complejo, porque requiere la implicación de profesionales con un alto nivel científico y experiencia contrastada y porque solo uno de cada 10.000 compuestos llegan finalmente al mercado; y es costoso, porque la inversión de las compañías es muy elevada: unos 2.500 millones de euros por medicamento", detalla Farmaindustria.
El descubrimiento de un nuevo fármaco comienza en el laboratorio, cuyos investigadores, previamente formados para tener un conocimiento profundo de una enfermedad, identificarán una diana específica (como puede ser el origen de una patología) y ésta será el objetivo al que se dirigirá la nueva molécula o fármaco que, posteriormente, se desarrollará.
Primeros obstáculos
Aquí- indica esta patronal- pueden surgir los primeros obstáculos para el descubrimiento de un nuevo medicamento, porque a veces el 'dardo' (la molécula) o la diana no son los adecuados o el compuesto seleccionado, finalmente, no puede convertirse en un fármaco.La fase final de la carrera de fondo que supone la I+D de fármacos consta de cuatro etapas: Fase I, que sirve para probar la seguridad del medicamento en un pequeño grupo de voluntarios, tanto sanos como pacientes; II, que evalúa la eficacia del compuesto contra una enfermedad concreta; III, que emplea a un número mayor de sujetos para confirmar los resultados de las dos primeras fases; y IV, que analiza el comportamiento del nuevo medicamento ya en el mercado.

El procedimiento administrativo para la aprobación de una nueva terapia también debe tenerse en cuenta al medir el tiempo que tarda un medicamento en estar disponible para los pacientes. De media, a los cinco años que puede durar la fase clínica, habría que sumarle entre 12 y 18 meses para que las autoridades regulatorias aprueben su puesta en el mercado.
En cuanto al caso de España, Farmaindustria destaca que "es uno de los países representativos en la realización de ensayos clínicos. El hecho de haber sido el primer Estado miembro en tener una regulación (en vigor desde 2016) adaptada a las nuevas directrices europeas ha contribuido a lograrlo. Para muchas compañías, nuestro país es una de las primeras opciones para realizar este tipo de estudios, solo por detrás de potencias como Estados Unidos".