El Colegio Oficial de Enfermería de la Región de Murcia va a celebrar, este viernes, 27 de enero, elecciones a su Junta Directiva, la cual aspiran a liderar Amelia Corominas y Elena Ródenas. Espacio Sanitario ha entrevistado a la primera de ellas, que se presenta por la lista #SomosEnfermeras, tras haber sido presidenta en el pasado, hasta que fue destituida. Corominas, que no cedió la Presidencia colegial hasta dos años después, pese a sucesivos avales judiciales, y que se enfrentará en febrero a un juicio por presunta usurpación y desobediencia, podría ser, por ello, inhabilitada. "Si a mí me inhabilitaran, pues sin ningún problema, por los cauces estatutarios me sustituirían y ya está", declara.
Espacio Sanitario (ES).- ¿Qué le ha motivado a presentarse a estas elecciones?
Amelia Corominas (AC).- Bien, la verdad es porque he recibido el empuje de muchos compañeros que me han dicho que era importante volver a presentarnos, un equipo; para poder retomar el proyecto que terminó en 2018, ya que pensamos que tenemos muchas cosas que aportar al colectivo profesional y al colegio. También, el ver que, en estos años, la realidad de las enfermeras en nuestra región en vez de mejorar, ha empeorado. Entonces, queremos formar parte del colegio y estar ahí para intentar revertir esta situación.
ES.- ¿El hecho de haber sido destituida en su anterior mandato no le hizo dudar en su decisión?
AC.- Bueno, yo, personalmente, no me iba a presentar porque la verdad es que suponen mucho desgaste los años que he estado al frente del colegio. No ha sido fácil, porque la situación del colegio, cuando mi equipo y yo empezamos, en 2012, era de una deuda tremenda que se tenía con el Consejo General y una hipoteca de una de las sedes. Esos años fueron muy duros para ponerlo en marcha, con procesos judiciales abiertos contra la anterior Junta -los resultados de ese juicio han salido este verano-, teniendo miembros de la anterior Junta que devolver dinero al colegio, habiendo sido condenados; teniendo que hacer estatutos para el colegio, inscribirlo en el registro de colegios profesionales, que no lo estaba. Entonces, en 2012, fue un trabajo ingente el que desarrollamos para sanear las cuentas del colegio, ponerlo a funcionar como una institución moderna, que nos caracteriza por la transparencia y el rendir cuentas a los colegiados. Eso conllevó muchísimo desgaste personal, unido a la denuncia y a la lucha contra la corrupción en la Junta anterior que nos precedió a nosotros, y con los indicios de corrupción que vimos en el Consejo General, que íbamos a los tribunales y que estos días, últimas semanas, estamos viendo los resultados en los medios de comunicación, ¿no? Entonces, en esta situación de enfrentamiento con el Consejo, que ha supuesto mucho desgaste, pues yo, personalmente, la verdad, no estaba interesada en volver a retomar esto. Ha sido al animarme muchos compañeros y al pensarlo profundamente y ver que es verdad que se hizo una labor muy buena y que pensamos que no tenía que haber terminado y que podamos volver a retomarla. Eso es lo que me ha animado, básicamente.
ES.- ¿Por qué no acató su destitución y se mantuvo en el cargo durante dos años pese a que la misma fue avalada judicialmente por celebrar unas elecciones ilegales?
AC.- Yo creo que en varias sentencias judiciales, en la jurisprudencia, queda claro que recurrir no es desobedecer. Nosotros hemos recurrido las resoluciones del Consejo hasta el momento en el que no se pudo recurrir más. Y, de hecho, nosotros entregamos el colegio antes de tener ninguna orden judicial nos lo pidiera. Ya lo habíamos entregado, por lo tanto, aunque nosotros tenemos un juicio pendiente. Es un juicio en el que tenemos la conciencia muy tranquila de haber hecho las cosas bien y que esperamos ganar. Además, creo que hay que tener muy claro lo que es enfrentarse a un juicio por desobediencia; presunta desobediencia. No es un juicio por corrupción, que es en lo que sí están otros. Espero que se respete la presunción de inocencia.
"Cualquiera de mis compañeros podría asumir el cargo de presidente"
Tristemente, estoy viendo muchas insidias personales y mucho interés en quitarme mi fama y mi credibilidad sin respetar mi presunción de inocencia, la mía y la de mi equipo, a los cuales pienso que se nos tiene mucho que agradecer porque pusimos a flote la institución. En estos cuatros años, en los que hemos tenido una Junta de Edad nombrada a dedo por el Consejo General y que no ha convocado elecciones hasta que no han podido votar a favor de la candidatura de Florentino en las últimas elecciones del Consejo, hemos vivido cuatro años de parálisis en el colegio, sufriendo las enfermeras la pandemia y respondiendo con una talla profesional a la altura de la cual no ha estado el colegio. Yo tengo muy claro que este juicio lo ganaremos. De hecho, creo que, precisamente, aparte de los intereses electorales del Consejo, estoy convencida de que se ha convocado ahora para poder usar esto como arma contra mí en la campaña, porque, una vez que esté la sentencia de este juicio, quizá ya no haya qué decir de mí. Yo tengo mis derechos colegiales intactos. Si el día de mañana hubiera una sentencia que me inhabilitara, no hay ningún problema, puesto que somos un equipo de más de 40 profesionales, que cualquiera de mis compañeros podría asumir el cargo de presidente sin que, por ello, el proyecto se tambalee lo más mínimo.
ES.- ¿Cree que es ético presentarse a unas elecciones a un mes vista del juicio tras el que podría ser inhabilitada por usurpación y desobediencia? ¿Qué ocurrirá si se produce esa inhabilitación?
AC.- -Por supuesto, porque, además, para mí, mi comportamiento siempre ha sido ético y legal, no tengo la menor duda, es que no tengo ni la menor duda; si no, yo no me estaría presentando. Yo tengo la cabeza bien alta y le voy a decir un par de cosas: tengo las manos muy limpias, tanto yo como mis compañeros de Junta, los que fueron mi equipo en su momento. Tenemos las manos muy limpias porque no solo no nos hemos llevado ni un euro, sino que hemos saneado la institución como nunca y puesto a funcionar sin subir las cuotas de los colegiados. Y, además, somos una candidatura con las manos muy libres y, si el día de mañana, cuando llegue esa sentencia -que no será firme porque también tendrá recurso-, si es necesario, cuando llegue esa sentencia, si a mí me inhabilitaran, pues sin ningún problema, por los cauces estatutarios me sustituirían y ya está. Es mucho más importante el proyecto que el que pueda ser yo o pueda ser otra persona y, por supuesto, que es ético. Yo tengo muy claro que mi comportamiento siempre ha sido ético. Si no lo tuviera claro, pues no estaría dando la cara. Ético y legal.
ES.- ¿Qué metas perseguirá en caso de ser la nueva presidenta?
AC.- Tengo muy claro que lo principal es conseguir que a nuestra profesión se le dé el lugar que merece y se la considere como merece por parte de las autoridades sanitarias, porque estos días hemos conocido que el barómetro sanitario del CIS da la valoración de las enfermeras, que está, aquí en la Región de Murcia, en un 8,47, por encima de la de otros profesionales sanitarios. Sin embargo, acabamos de conocer un acuerdo del Servicio Murciano de Salud que no beneficia a las enfermeras, no tiene en cuenta la necesidad del aumento de los profesionales, tanto en Primaria como en Hospitalaria, como el aumento de los especialistas. Entonces, para mí y para mi equipo, es prioritario establecer esas relaciones institucionales y esta reivindicación para que las enfermeras tengan el lugar que necesitan en nuestra sociedad, el lugar que los ciudadanos nos dan, pero no nos dan nuestros gestores, tanto del ámbito público como del ámbito privado. Eso es prioritario, conseguir mejorar las condiciones laborales y profesionales de las enfermeras. ¿Cómo? Pues en los sitios en los que hay que pedirlas.
ES.- ¿Cuáles considera que son los aspectos a mejorar en la Enfermería?
AC.- Quiero que este mensaje llegue claro, porque siempre que hablamos del aumento de plantillas, parece que estamos hablando solo de hospitales, y no es solo de hospitales. Hace falta aumentar las plantillas también en Atención Primaria y hace falta contar con los especialistas porque, por ejemplo, en Murcia, una matrona en Atención Primaria atiende dos cupos, dos centros de salud, o sea; una matrona en Primaria está atendiendo 7.500 mujeres. La presencia de especialistas de Salud Mental, de Pediatría, de Comunitaria, de Geriatría, etc., es testimonial y no puede ser que, a día de hoy, las enfermeras seamos 'chicas para todo'. Hay que tener en cuenta las especialidades y aumentar sus puestos de trabajo.
"Nuestro colectivo, en la pandemia, ha dado una talla más que sobrada"
Además, es fundamental juntarnos, alinearnos con los sindicatos, para conseguir las 35 horas semanales y mejoras laborales de conciliación, de no solo aumentar las plantillas, sino de no seguir viviendo situación de precariedad laboral como tienen las compañeras que están contratadas. Están todo el día pendientes del móvil para que no las penalicen, que si las llaman ahora, en dos horas hay que estar en un centro. Entonces, todas esas situaciones tan duras hay que afrontarlas. Además, entendemos que nuestro colectivo, en la pandemia, ha dado una talla más que sobrada y, además, no es posible que se siga permitiendo, por ejemplo, en nuestra comunidad, que las ratios enfermeras sean de la cola nacional. No se puede seguir permitiendo que las plantillas estén infradotadas, que nos pase como nos ha pasado en la pandemia, que no había profesionales y ha habido que doblar turnos, trabajar en Privada y Pública.
ES.- ¿Serán estas sus primeras reivindicaciones al Gobierno autonómico?
AC.- Por supuesto, porque, además, ahora mismo, la candidatura que gane el colegio, y espero que sea la mía, tiene unos meses de campaña preelectoral para las elecciones próximas, y hay que aprovechar para hablar con todos los partidos políticos, que es lo que nosotros tenemos previsto en nuestra agenda, y conseguir de ellos un compromiso con nuestra profesión.
ES.- En los ámbitos de la gestión y la actividad profesional, ¿cuál ha sido su recorrido?
AC.- Yo soy una enfermera de base, de a pie de cama. Soy especialista de Enfermería del Trabajo. Tengo también hecho el Máster en Salud Laboral y, desde hace 25 años -un poquito más, porque yo terminé en el 95, pero aprobé la oposición en el 96 y tomé posesión en 1998-, trabajo en el servicio médico de Correos, como enfermera del trabajo. Mi vida profesional la he dedicado a esto, además de combinarlo, durante algunos años, con la preparación de opositores. He preparado opositores de Enfermería y, también, para las matronas. Lo he hecho en temporadas. Mi vida profesional ha sido así, más los años que he sido presidenta del colegio.
ES.- ¿Qué opinión le merece la otra candidata, Elena Ródenas?
AC.- La otra candidatura tiene todos mis respetos, como no podía ser de otra manera. Es un grupo de compañeros que, con su mejor intención, intentan lo mismo que nosotros: darle una buena dirección al colegio. Merece todos mis respetos. Dicho esto, sí que quiero decir que la otra candidatura es, básicamente, del ámbito de la empresa privada, con lo cual me parece difícil que personas que están en la gestión de empresas privadas desde hace muchísimos años, pues, desde el colegio, vayan a poder defender bien los intereses de todas las esferas y, especialmente, de las de la privada, porque ellos tienen detrás empresas que son grupos inversores y, entonces, es difícil poder compatibilizar esos intereses, yo creo, contrapuestos. En mi candidatura, también hay enfermeras de la privada, esto quiero decirlo porque parece que se ha puesto en duda. Hay enfermeras de todas las áreas de salud, de todas las especialidades y tanto de la Pública como de la Privada y, bueno, veo esa dificultad para la candidatura de Elena, el que al ser gestores de empresas privadas, pues creo que difícilmente van a poder defender a las enfermeras, principalmente de su colectivo, puesto que hay que recordar que sus empresas llevan 10 años sin convenio de hospitales y, además, con unas circunstancias laborales difíciles, puesto que una enfermera en la Privada no gana ni 1.000 euros al mes, con una jornada de 40 horas semanales y con unas condiciones de conciliación muy difíciles. Si las condiciones de las enfermeras en la Pública son difíciles, en la Privada son peores. Yo veo esa carencia en esa candidatura.
ES.- Perdóneme que insista en relación con una posible inhabilitación, ya que no es algo común antes de unas elecciones. ¿No cree que se podría llegar a pensar que, en ese caso, usted seguiría gobernando 'en la sombra' por mediación de los compañeros de su Junta Directiva?
AC.- No, yo no tengo ningún interés, no, no. Me suena muy mal. No tengo ningún interés en ser presidenta 'en la sombra'. Mis compañeros tienen suficiente talla profesional y de gestión para poder hacer esto sin mí. Yo soy la cara visible, con mis conocimientos y mi capacidad, que están puestos, por supuesto, al servicio de mis compañeros, pero cualquiera de los que van conmigo en los nueve cargos que se convocan, más todos los suplentes que están ahí apoyando, son personas con suficiente capacidad para hacerlo y, por supuesto, yo no tengo que estar 'en la sombra' para nada, por suerte.
"No tengo ningún interés en ser presidenta 'en la sombra'"
Ha sido muy laborioso elegir a los compañeros que me acompañan y se han elegido con mucho cuidado y buscando a grandes profesionales sin tener 'cargazos' -que estos cargos muchas veces son políticos o de tener un enchufe o de estar en el sitio correcto que alguien te conoce-. Lejos de todo eso, son grandes profesionales que están a pie de cama, que no tienen que llegar al colegio y empezar a entrevistarse con los compañeros para saber cuáles son sus problemas. No, mis compañeros de candidatura conocen los problemas de la Enfermería en primera persona y saben muy bien cómo organizarse, cómo empezar a trabajar sin necesitarme ni en primera plana, ni 'en la sombra'. Yo soy prescindible.