El célebre investigador dictó una conferencia titulada 'Presente y Futuro de la Investigación del Cáncer'. El encuentro con periodistas y numerosos miembros de la Fundación Amigos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), se celebró en la Casa del Lector, una parte del complejo cultural de Matadero, perteneciente al Ayuntamiento de Madrid.
Harald zur Hausen
Poder escuchar al premio Nobel respondió a una iniciativa de laSexta, a través de su campaña de Responsabilidad Corporativa Constantes y Vitales, impulsada junto a la Fundación AXA, y el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).
Una vida consagrada a la investigación
El virólogo Harald zur Hausen nació en Alemania (1936) cuando Hitler ya llevaba tres años en el poder y tuvo que esperar a tener diez años para ir al colegio porque los bombardeos de las potencias aliadas habían dejado arrasado su país. Luego vinieron sus esfuerzos en los estudios hasta poder asombrar al mundo científico con el descubrimiento de la relación que existe entre el virus del papiloma humano y el cáncer de cuello de útero. Un hallazgo que le valió el Premio Nobel de Medicina en 2008, distinción que compartió con Françoise Barré-Sinoussi y Luc Montagnier.Zur Hausen, que fue director científico del DKFZ, el centro oncológico más reputado de Alemania, también trabajó con gran protagonismo para el desarrollo de la vacuna preventiva frente a la infección por VHP, que fue comercializada en 2006.

Prevenir, mejor que curar
El científico abrió su conferencia con una afirmación apoyada por el acerbo popular, "en Medicina siempre es mejor prevenir que curar". A lo que añadió la misión que cumplen investigadores y clínicos para aliviar el sufrimiento de las personas afectadas por el cáncer, especialmente si son jóvenes o niños, tal como matizó.Tres tipos de prevención
Tras esa breve introducción, el doctor Hausen profundizó en las distintas estrategias actuales para la prevención del cáncer. Como premisa básica consideró fundamental entender que hay factores de riesgo en los tumores como los hábitos de vida dañinos, ligados al tabaco, la obesidad y el alcohol.
Como prevención primaria, y para atacar las bases de algunos tipos de tumores, el ponente habló de vacunas y puso el ejemplo de lo que se hizo con el virus del papiloma humano, o más reciente, con la hepatitis C, con el comentario de que, en ambos casos, una afortunada combinación de ambas vacunas permite reducir la infección en un 20 por ciento en mujeres y en un diez por ciento en hombres.
En relación con la prevención secundaria, Hausen citó las técnicas de detección de células malignas. Para ilustrarlas, habló de la colonoscopia como una forma de detección temprana, próxima al 70 y 80 por ciento en cáncer colorrectal, lo que en su opinión es un alto grado de eficacia.
Por la detección precoz
El científico alemán se confirmó como un decidido defensor de la detección precoz de los tumores cancerígenos, tal como ocurre de manera progresiva en mama y próstata, aunque menos en cérvix y colon, como reconoció. También llamó la atención sobre los tumores de piel, por ser muy fáciles de prevenir.En relación con el tercer modo de prevención, disertó sobre los virus que causan las hepatitis B y C, junto a determinados parásitos que también pueden producir cáncer de hígado (hepatocarcinoma). En ese punto, Hausen destacó los avances que se realizan en China y Tailandia a la hora de tratar a pacientes que a veces superan los 20 años infectados. Según precisó, se trata de un tipo de infecciones persistentes, con alto riesgo de derivar en cáncer y cuya prevención de cada posible tumor, pasa indefectiblemente por suprimir las infecciones causantes.
Como muestra paradigmática de lo anterior, el ponente se refirió al gran hallazgo que supuso la localización física y funcional de la helicobacter pylori, cuyo descubrimiento y posterior desarrollo de terapias efectivas redujo drásticamente el cáncer gástrico.
También destacó el premio Nobel los progresos logrados en VIH, e incluso sida. Tal como explicó, los antirretrovirales permiten bajar la carga viral, pero el uso de inmunosupresores motiva la aparición de sarcomas, problemas en la piel y en el sistema vascular, además de linfomas en presencia de sida, unos problemas clínicos que pueden verse evitados con algunos tratamientos adecuados, según afirmó.
Así mismo, el ponente declaró que hay evidencias que apuntan a que surjan en un futuro próximo vacunas para evitar las enfermedades neurodegenerativas, lo que sin duda evitaría muchos de los tratamientos sintomáticos y paliativos de la actualidad, todos ellos muy costosos. En ese sentido, Hausen razonó que habrá que buscar bacterias causantes de problemas neurológicos, además de virus.

Reflexiones sobre el cáncer
Ante la pregunta de si hay o si no hay sobremedicación en cáncer, Hausen replicó que, desde una perspectiva global de estas patologías, el balance es positivo porque se logra la supervivencia en más del 50 por ciento de todos los cánceres. Un aspecto que, sin embargo, no le permitió minimizar el problema de los efectos secundarios de algunas terapias.En esa línea de cautela, consideró la inmunoterapia como un recurso efectivo frente a ciertos tipos de tumores, aunque no exenta de efectos secundarios. Algo que le llevó a argumentar que, probablemente, el futuro del tratamiento del cáncer pase por unos usos más innovadores de la quimioterapia, la radiología y la cirugía. Sin cerrar la puerta a nuevas posibilidades como las terapias génicas, los tratamientos celulares o la propia manipulación de los genes.
Vacunar a niñas y niños
Hausen estimó que la vacuna para el VPH es la más segura que existe, ya que sólo ofrece un evento adverso por cada 100.000 habitantes. De igual forma, aseveró que es necesario vacunar a niños y niñas entre los nueve y los 14 años, especialmente antes de que sean activos sexualmente. En el caso de los niños varones, su indicación de vacunación fue más apremiante porque suelen tener más parejas que las mujeres, además de ser el principal vector de infección.En cualquier caso, el premio Nobel consideró como baja la tasa de vacunación contra el VHP en España, ya que oscila entre el 14 y el 20 por ciento.

El día mundial sin cáncer está lejos
Hausen expresó con melancolía que no está próximo el día de la erradicación del cáncer, aunque los avances sean tan manifiestos como los expuestos en la jornada. Y como una de las causas de ello, el ponente señaló que la inversión de los distintos gobiernos no es suficiente, ya que muy pocos países gastan en prevención el tres por ciento, o más, de su gasto sanitario. Porcentaje que incluso es menor en países como Alemania.Como parte del problema, el científico alemán acusó a muchos estudiantes de Medicina de considerar la aludida prevención como un lastre para su formación. Ante esto, Hausen aboga por actuar en las edades más tiernas, con objeto de garantizar un futuro más sano a las nuevas generaciones.
En cuanto a medidas a adoptar para lograr una mayor movilización social, el premio Nobel habló de campañas de sensibilización y divulgación, con especial atención a iniciativas de tanto éxito como la lucha contra el tabaco, cuya represión se traduce de manera evidente en una caída en la incidencia del cáncer de pulmón.
Más inversión y menos antivacunas
En su defensa de las vacunas, Zur Hausen estimó que los padres tienen que saber que las únicas dudas que esgrime el movimiento antivacunas son los efectos secundarios, y esto no debería hacer olvidar nunca los millones de vidas que han salvado en los últimos siglos. De esta forma, insistió, los padres de hoy tienen que tener muy presente que las vacunas que recibieron de sus padres y abuelos han permitido erradicar o, al menos controlar, enfermedades que antes habían provocado grandes mortandades.A su juicio, negar la evidencia que supone el uso moderno de las vacunas es causa de que, incluso en países tan avanzados como Alemania, se produzcan 2.000 muertos por paperas, siendo algo totalmente evitable. Un hecho que según el conferenciante ocurrió recientemente.
De la misma forma, Hausen estimó que nunca hay que bajar la guardia en VPH, por ser la infección más frecuente. En sus cálculos, se trata de un problema que tarda entre 15 y 20 años en manifestarse, lo que da a sus portadores una idea de falsa seguridad. Un hecho que mueve a la preocupación, desde su punto de vista, pero que podría ser corregido con una nueva quimioterapia dirigida con la que se está experimentando en la actualidad con muy prometedores resultados.
Por eso, y ante la ausencia todavía de una terapia curativa similar a los antirretrovirales de acción directa en hepatitis C, Hausen animó a que se multipliquen los esfuerzos en cribados. Según sus números, los países con buenos cribados de tumores comprueban que su porcentaje de desarrollo de sangre es del dos por ciento, mientras que los países de rentas bajas pueden ver reducido ese porcentaje al cuatro o cinco por ciento.

El CNIO en el mundo
La directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), la doctora María Blasco, aclaró que el día de la investigación lo es para los científicos 365 días al año. A renglón seguido habló de los 400 investigadores del CNIO, un centro que cuenta con un 25 por ciento de colaboradores que no son españoles y que vienen para trabajar y formarse desde Alemania, Italia, Polonia y otros lugares. Fundamentalmente para ayudar a comprender y tratar mejor las metástasis, tal como informó Blasco.De igual forma, también comentó que es misión del centro que dirige trasladar los conocimientos obtenidos a innovaciones viables y nuevos medicamentos eficaces u seguros. Financiación pública y amigos del CNIO, presentes.
Hablan las oncólogas
Acompañaron al premio Nobel la profesora de investigación del Instituto de Neurociencias de Alicante CSIC-UMH y miembro del Comité de Expertos de Constantes y Vitales, la doctora doctora en Bioquímica y Biología Molecular, Ángela Nieto, y la jefa de la Unidad de Tumores Torácicos del Hospital Universitario Ramón y Cajal, la doctora Pilar Garrido. Mientras que la primera compartió con los presentes las altas tasas de supervivencia que se registran en tumores de mama, por ejemplo, la doctora Garrido informó sobre los buenos resultados que se pueden obtener en cáncer de pulmón microcítico mediante inmunoterapia, con supervivencias que pueden alcanzar los cinco años.