El presidente de SEMERGEN, José Luis Llisterri, abrió el debate presentando los resultados de una encuesta, realizada a 701 médicos de Atención Primaria por investigadores de esta sociedad científica, en relación con el grado de conocimiento de los encuestados sobre los biosimilares, su uso, su marco legal y sus procesos de farmacovigilancia.
Al respecto, Llisterri reseñó que "el 58 por ciento de los médicos no sabría definir correctamente qué es un biosimilar y el 54 por ciento confirma no saber qué diferencias hay entre biosimilares y biológicos". Además, el 84 por ciento de los médicos de Atención Primaria desconoce que el programa clínico que desarrollan los biosimilares y los fármacos biológicos de referencia es distinto.
No sólo eso, sino que el 94 por ciento de los encuestados desconoce el marco legal para el manejo de biológicos y biosimilares y siete de cada diez médicos afirma que la formación en estas cuestiones es "inexistente o mala".
Preocupación por la formación
Precisamente este dato, el de la falta de formación de los médicos de Atención Primaria, es el que más preocupa a los participantes presentes en la mesa debate en la que se presentaron los resultados. "Es preocupante el desconocimiento del marco legal", declaró el vicepresidente de la Asociación Española de Derecho Sanitario, Julio Sánchez Fierro. "No se trata de una regulación muy compleja", continuó Sánchez Fierro, que trató de explicar este desconocimiento en que la cuestión de los biosimilares "se ha mantenido en un ámbito hospitalario", alejado de la Atención Primaria.
Más directo, aunque con la misma intención, fue el presidente de la Federación de Diabéticos Españoles (FEDE), Andoni Lorenzo, quien aseguró que veía con "preocupación" unos "datos malos" sobre conocimiento de biosimilares entre los facultativos.
"Si ya hay desconocimiento entre médicos, imagínese entre los pacientes", expresó Lorenzo, quien aseguró que esta falta de formación es un reflejo de la situación de la Atención Primaria, que se encuentra "desbordada" y sin el presupuesto suficiente para hacer frente a las responsabilidades que, según el presidente de FEDE, tienen estos especialistas.
Confianza en su seguridad
Por ello, intervenciones como la de la presidenta de la Sociedad Española de Farmacología Clínica (SEFC), Cristina Avendaño, son aconsejables, según los ponentes, para evitar dotar de una fama falsa a los biosimilares, que por su menor precio pueden inducir al paciente a pensar que son de peor calidad o menos seguros.Según Avendaño, los biosimilares cuentan con sus propios métodos de farmacovigilancia. El biosimilar es "una versión de una sustancia activa lo suficientemente similar al medicamento de referencia", explicó. Para la presidenta de SEFC, los biosimilares se pueden "prescribir con total confianza y deben introducirse en el Sistema Sanitario Español como herramienta útil para reducir costes".
Reducir costes, eso sí, sin que eso haga perder al médico de Atención Primaria el foco principal: el paciente. "La política de utilización de medicamentos debe estar centrada en el paciente y en la relación entre médico y paciente" y no en el ahorro, a juicio de Sánchez Fierro. Hasta ahora, aseguró, se ha llevado a cabo la "gran operación ahorro"; es el momento de que se ponga en marcha "el esfuerzo en la formación", puesto que si el médico no está formado, no es posible que informe.