A la presentación del estudio acudieron varios representantes de las entidades colaboradoras para sacar adelante el estudio, que recoge 13.335 encuestas, 3.000 más que en la anterior edición. Participaron el presidente de la OMC, Juan José Rodríguez Sendín; el coordinador del estudio, Óscar Gorría; la representante nacional de médicos de Formación de la OMC, Mónica Terán; el secretario general de CESM y portavoz del Foro de la Profesión Médica (FPME), Francisco Miralles; el coordinador de estudios de CESM, Miguel Ángel García; y el presidente de la Federación de Asociaciones Científico-Médicas Españolas (FACME), Fernando Carballo.
Fue Óscar Gorría el encargado de presentar los principales datos que reflejan las respuestas de los médicos de España. Destacó que muestran "la tendencia ascendente de la feminización de la profesión" y la abundancia de contratos "precarios, inestables y de corta duración", lo que provoca en los profesionales sensación de "inestabilidad e irregularidad".
Además reseñó que los médicos desempleados firman una media de casi diez contratos temporales al año, "a pesar de todos los mensajes erróneos de la recuperación económica" y del empleo. "Todo esto se traduce en la reducción de la calidad de la asistencia sanitaria", aseguró el coordinador del estudio, que tachó de "falsos" los datos de empleo de organismo oficiales como el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Gorría justificó esta opinión en que el 34,2 por ciento de los médicos desempleados no están registrados como tal, ya que firman contratos de muy corta duración, incluso de horas tan sólo. "Estamos perdiendo de forma alarmante calidad de asistencia sanitaria", apuntó el coordinador, que añadió que, de los médicos sí registrados como desempleados, el 63,3 por ciento son mujeres.

El acoso se ve como algo normal
Esta precariedad laboral y las difíciles circunstancias en las que se desenvuelven los médicos -por no tener trabajo asegurado y disputar con sus compañeros un puesto decente o por tener que realizar ese trabajo bajo excesiva presión- puede ser una de las razones que justifiquen que el 43,5 por ciento de los médicos afirme haber sufrido algún tipo de acoso en el último año, ya sean perjuicios relativos a la carga laboral, veto para poder prosperar en la trayectoria profesional, ridiculización o minusvaloración ante otro compañeros o pacientes, insultos graves o vejaciones, o incluso solicitud de favores sexuales.También preocupa entre los promotores del estudio "la normalidad con la que se ha instaurado este acoso" entre los profesionales; y es que el 54 por ciento de los médicos que sufrieron este acoso -mayoritariamente por parte de sus superiores- no lo denunció, bien porque no lo consideraba grave sino algo que es parte de la profesión, bien porque tenía miedo de las represalias si lo hacía. Y no sólo eso: el 23,5 por ciento de los profesionales que presenciaron agravios sobre otros compañeros no lo denunció por las mismas razones.
No hay respuesta al problema
Para el secretario general de CESM, Francisco Miralles, los datos de precariedad no es algo nuevo; el problema es que "no se ha hecho nada" para solucionarlo. Miralles recordó que, entre las medidas para mejorar la situación, está la de eliminar la tasa de reposición. Sin embargo, el propio ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, no está dispuesto a ello, según aseguró el representante del sindicato médico, lo que a su juicio es "un insulto a los ciudadanos, a los pacientes y a la Unión Europea", organismo que volvió a reclamar a España que solucione sus problemas con la precariedad laboral y los contratos temporales.Para Fernando Carballo "es imposible alcanzar la excelencia en situación de precariedad laboral, por muy buen médico que sea uno" y a pesar de que esa es la meta de cualquier profesional. También la de los médicos en formación, que según Mónica Terán también se ven perjudicados por esta precariedad. "Estamos perdiendo médicos que luego nos pueden hacer falta, es muy difícil que en esta situación un médico pueda formarse de manera adecuada", declaró Terán, que recalcó lo especialmente difícil de la situación de las mujeres en la Medicina.
La mujer, más perjudicada
Así lo muestran los datos del estudio: el perfil más sensible al acoso, discriminación y maltrato laboral es el de una mujer, médico joven y de nacionalidad extranjera. El paro, además, también es mucho mayor entre las mujeres (63,3%), algo que se podría justificar con la creciente feminización de la profesión, si no fuera porque el colectivo más perjudicado por el desempleo es el de las mujeres entre 51 y 60 años, que presumiblemente entraron a trabajar en Medicina cuando esta feminización aún no existía.Para el doctor Rodríguez Sendín, que desde las administraciones no se ponga solución a la precariedad laboral y sus consecuencias en un sector como el sanitario da muestra de una "altísima inutilidad", por parte de quien ocupa el Ministerio, de quienes ofrecen datos de empleo y de las administraciones de las comunidades autónomas. "No hay ninguna sensibilidad", resaltó el todavía presidente de la OMC, quien tachó de "irresponsabilidad" no abordar una cuestión de tal calibre, que crea un sistema en el que la precariedad está a la orden del día y convierte el día a día en una lucha por la supervivencia.
