En la presentación de este trabajo participaron los presidentes del CEEM, Antonio Pujol de Castro; y SEDEM, Jesús Millán; y los investigadores de este proyecto: Patricia Capdevila, que es estudiante de sexto curso de Medicina de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona; José Miguel García Abajo, que es estudiante de sexto de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM); el doctor Diego Flores Funes, que es especialista en Cirugía General y de Aparato Digestivo del Servicio Murciano de Salud (SMS); la doctora Milagros García Barbero, que fue presidenta de SEDEM; y el doctor Joaquín García-Estañ López, que es catedrático de Medicina de la Universidad de Murcia y coordinador de este estudio.
Jesús Millán
Esta investigación, que es la primera actividad conjunta realizada por el Consejo de Estudiantes y la citada sociedad científica tras la firma de un convenio de colaboración en diciembre de 2019, se basa en una encuesta realizada entre el 17 de febrero y el 5 de marzo de este año, a la que respondieron 5.216 alumnos, de los cuales el 76,3 por ciento eran mujeres. La edad oscilaba desde los 19,2 en primer curso hasta los 24,1 en sexto.
"Cerca de la mitad de nuestros alumnos tiene algún componente de depresión. Son resultados realmente sorprendentes e inquietantes", expresó Jesús Millán. Según relató, por su parte, Diego Flores Funes, "un 10,2 por ciento de los estudiantes de Medicina presenta síntomas graves de depresión".
Autolesión e ideación suicida
Dentro de los alumnos que refieren grados variables de depresión, "el porcentaje de mujeres es significativamente superior (43,1%) al de hombres (33,6%), una diferencia de 10 puntos", indicó Flores Funes. La cantidad de estudiantes con síntomas depresivos va en aumento hasta el tercer curso, "cuando alcanza su punto álgido (45,5%), después baja", sostuvo. No obstante, "vemos que estos estudiantes son propensos a la depresión, porque ya en primero de Carrera un 35,1 por ciento sufre síntomas", aclaró.Además, "un 11 por ciento tuvo alguna idea de autolesión en grado variable. Un 7,17 por ciento refirió pensamientos de terminar con su vida y un 2,13 por ciento piensa que sería mejor morir", reveló este ponente, que también informó de una "importante relación entre el burnout y la depresión" en este colectivo, que, además, "refleja menor grado de empatía". "Claramente, esto afecta en el rendimiento académico de estos alumnos", subrayó.

Consumo de psicofármacos
Patricia Capdevila detalló que "un 36,8 por ciento de estudiantes tienen altos niveles de burnout, definido por la alta presencia de dos de sus componentes: agotamiento y cinismo. En este caso, no hay diferencias entre hombres y mujeres". "El 31,1 por ciento de estudiantes con burnout alto refiere consumir psicofármacos, mientras que el consumo de psicofármacos es de un 14,1 por ciento en estudiantes con burnout bajo", aclaró.El porcentaje de burnout alto "va aumentando progresivamente desde primero (23%) a sexto curso (45%). La presencia de síntomas depresivos es el principal factor de riesgo para el burnout, siendo casi cuatro veces más probable tener burnout en aquellas personas que presentan estos síntomas. Un 64 por ciento de estudiantes con burnout alto cree que su rendimiento académico es menor al esfuerzo realizado. La mayoría refieren problemas de organización en el trabajo académico", señaló esta alumna de la UPF.
Niveles de ansiedad y empatía
En cuanto a la ansiedad, este estudio distingue entre la ansiedad como estado y como rasgo de la personas. Como apuntó José Miguel García Abajo, "un 24,7 por ciento de estudiantes muestra alta ansiedad en el momento de realización de la encuesta (estado), mientras que un 21,5 por ciento de estudiantes muestran elevados niveles de ansiedad habitualmente (rasgo)".El tener depresión "es un factor riesgo para ser una persona ansiosa", continuó García Abajo. "Ser mujer no es un factor de riesgo para alta ansiedad, aunque la frecuencia de ansiedad es mayor en mujeres. Se trata de un factor de confusión", comunicó, tras lo que añadió que "trabajar y estudiar es un factor de riesgo para la ansiedad estado". Como factores protectores de estos síntomas, destacó "estar más curtido en la Carrera, ser veterano y tener apoyo social".
Por su parte, Joaquín García-Estañ López indicó que, "en general, el nivel de empatía es excelente en los estudiantes de Medicina, con una media de 120,6. Vemos que un 18,8 por ciento de ellos muestra alto niveles de empatía. Los factores que influyen para tener alta empatía son: el ser mujer, ser un estudiante veterano y contar con un apoyo social alto". En este sentido, Capdevila valoró que "sería interesante realizar otro estudio donde se profundice más en los problemas que se encuentran las mujeres en la universidad, con una perspectiva de género".

La Salud Mental "no es buena"
El presidente del CEEM comentó que "si bien la Carrera de Medicina es vocacional y se podría pensar que los futuros médicos somos expertos en el cuidado y autocuidado, pero la realidad no es así. La Salud Mental de estos estudiantes no es buena. Empiezan con una alta motivación y se desmotivan con el paso del tiempo, alcanzando picos de cinismo. Todos sabíamos que en nuestras clases había gente que lo pasaba mal, pero ahora mostramos los datos", resaltó."Lo primero que hay que hacer, a corto plazo, es visibilizar esta situación, difundir este proyecto. A medio plazo, analizar las causas del deterioro de la Salud Mental en el estudiantado. Por ejemplo, en algunas universidades existen oficinas de atención psicología, necesitamos que las haya en todas las universidades. Pero esto es un parche, no queremos solo esto. El objetivo principal, y a largo plazo, es prevenir esta situación, conseguir cambios en nuestro Grado", manifestó Antonio Pujol de Castro. Este estudiante de la UAM reveló que en este centro académico "hay una ofician de apoyo, pero no es nada accesible".
El máximo representante de SEDEM argumentó que "es preciso crear un clima de sensibilidad hacia estos problemas en los centros educativos, y pensar en estructuras de apoyo. Debemos saber que el alumno tiene una referencia a la que recurrir cuando se encuentra así. En este sentido, la colaboración entre el Consejo y la Sociedad debe consolidarse aún más", aseveró, y confirmó "la sobrecarga que tienen los alumnos de Medicina. Un 15 por ciento de ellos trabaja".

Sobrecarga muy importante
Bajo el punto de vista de Milagros García Barbero, este colectivo de alumnos "tiene una sobrecarga de trabajo muy importante. Hay mucho componente teóricos y prácticos, y tampoco tienen un apoyo ni el seguimiento que deberían tener en las prácticas, con los tutores. No les da tiempo a integrarse con las rotaciones ni aprender a como funciona cada Servicio. Además, hay una falta de coherencia entre distintas asignaturas convencionales, ya que la famosa libertad de cátedra impide que se coordinen las asignaturas"."Esto es inaceptable. Hay que darle una vuelta importante al currículo: hacerlo más participativo, racional, aligerarlo", apostilló la que fuera presidenta de SEDEM. Así, Capdevila solicitó que "se adecúe nuestro currículo a la realidad asistencial". "Hay que cambiar el paradigma estudiantil de arriba abajo. Tengo cuatro asignaturas de Bioquímica y una de Medicina de Familia. Este paradigma no tiene ningún sentido", agregó García Abajo.
Gestión emocional
Por último, ante la pregunta de si actualmente existe alguna asignatura en el Grado de Medicina que les prepare para una gestión emocional y de la empatía de cara a los pacientes, los autores de este estudio aseguraron que "depende de la universidad". "Debería incluirse una asignatura común, de Bioética o Psicología, pero con parte práctica. Porque en las universidades donde se dan, es todo muy teórico", informó Pujol de Castro."Esta es una carencia del Grado", aseveró García Abajo. "Mis compañeros y yo vimos una deficiencia tremenda en este aspecto y yo creo que es uno de los factores que influyen en el burnout y la depresión, sobre todo en los residentes. A mí me costó bastante habituarme a esto; al final, te haces la coraza", declaró este especialista del SMS.