A mayor politización de la Sanidad, menor posibilidad de reducir las listas de espera

Soluciones IDIS para una sanidad universal y más sostenible

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El resumen del último desayuno informativo del Foro de la Nueva Economía, protagonizado por el director general del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), el doctor Manuel Vilches, ha sido que a una mayor politización de la Sanidad existen menores posibilidades de reducir problemas asistenciales de la Sanidad Pública como, por ejemplo, las listas de espera.

Manuel Vilches, que estuvo acompañado de primeras figuras del sector y la política sanitaria, repasó en el Casino de Madrid los temas más acuciantes de la Sanidad de todos, con especial atención a las amenazas que afectan a su sostenibilidad frente a los logros y la capacidad de cooperación que ofrece su parte privada.

Luis Mayero
Un legado a transmitir
El presidente de IDIS, el doctor Luis Mayero, recordó antes de dar la palabra al conferenciante, que no se puede demorar más el debate sobre la gestión de los recursos de la Sanidad Pública. Se refirió a esa gestión como a la capacidad de transmitir a las generaciones futuras el mejor grado de atención y prestaciones, en términos de sostenibilidad razonable y deseable.

Destacó Luis Mayero, en ese objetivo común, cómo el papel tradicional de la Medicina Privada a la hora de atender necesidades no cubiertas por el espacio público se ha convertido en una eclosión sectoral de gran dimensión.

Un fenómeno relativamente inédito en España, pero muy característico de los países europeos más desarrollados y con mejor atención al ciudadano. Para el presidente, este crecimiento en volumen de actividad va paralelo también al aumento de sus facetas investigadora y docente, en términos de igualdad a sus referentes públicos, e incluso con ventaja en lo que respecta a algunas tecnologías sanitarias de última generación.
Derecho a la salud
Con la misma claridad, Mayero citó las leyes sanitarias de las últimas décadas, enunciadas para la defensa del justo derecho a la salud, con el apoyo de todos los agentes afectos y sin discriminación de las firmas o entidades que realicen la provisión.

A continuación, Mayero presentó al conferenciante como cirujano convencido, experimentado en muchas lides directivas y caracterizado siempre por su talante dialogante.

Manuel Vilches Manuel Vilches
Afrontar los problemas
Vilches comenzó su exposición con la advertencia de que se está creando un gap entre la obligación de mejorar la salud de todos y la preocupación de los ciudadanos por la atención sanitaria, tal como recogen las últimas oleadas del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

Como objetivo del centenar aproximado de entidades que componen IDIS, el director general destacó su deseo de colaboración con la Sanidad Pública, para lo que ofrecen tanto su dimensión sectorial, con el 80 por ciento del aseguramiento del país y el 50 por ciento de sus camas hospitalarias, como su actitud integradora, con líneas de actuación como la generación de valor a partir de datos objetivos.

Vilches recordó los grandes programas de actuación de IDIS, que incluyen la interoperabilidad de los sistemas territoriales de información sanitaria, la receta electrónica privada, los cuidados intermedios y el gran proyecto de la calidad, entre otros. Sin olvidar la experiencia del paciente y las aportaciones mejor intencionadas para lograr la deseada reforma de la Sanidad.
Europa senecta y convulsa
Desde la demografía y la política, el ponente no negó que, a pesar de su alto grado de sabiduría y bienestar, la vieja Europa no está exenta de sufrir espasmos populistas, al tiempo que su población envejece año a año. De España afirmó que está en vanguardia de tal envejecimiento dado que, la víspera misma, el país adelantó a Corea en segunda mayor esperanza de vida al nacer, quedando sólo por detrás de Japón en todo el planeta.

Con la mirada en 2050, el director general habló de un 36 por ciento de mayores de 65 años, de los que el 15 por ciento tendrá entonces más de 80 años. Porcentaje que se traducirá, con las dinámicas poblacionales actuales, en un conjunto de siete millones de personas octogenarias, con una media de 87 años para las mujeres y 82 para los hombres. Un verdadero desafío para la asistencia sanitaria, que verá cómo uno de cada cuatro de los nacidos en la presente década, llegarán a centenarios.
La privada en I+D+i
Sin salir de Europa, Vilches informó que la Unión Europea (UE) puso como deber a los estados miembro subir sus inversiones en I+D+i al tres por ciento, con el límite del año 2020. Una meta que, hasta ahora, sólo han logrado tres países, mientras que España únicamente puede ofrecer su modesto 1,22 por ciento del PIB. En un terreno de la innovación que el sector sanitario privado considera connatural a su actividad diagnóstica y terapéutica, mientras que el sector público ha tenido impulsos como el que protagonizó Amancio Ortega con sus donaciones, hace unos meses.

Seguidamente, recurrió al informe de Standard & Poor's, según el cual la dinámica demográfica y asistencial actual podría llevar a España a aumentar su endeudamiento neto hasta un 157 por ciento del PIB hacia el año 2050, con un déficit del 9,1 por ciento. Por otro lado, y según otro informe debido a la consultora ESADE, en 2025 se podrá producir un incremento del gasto sanitario, en una horquilla de 32.000 y 48.000 millones de euros, sobre el gasto habido en el año 2015, que fue de 65.000 millones, lo que supondría gastar en el rápido plazo de ocho años, 97.173 millones de euros la finalizar el primer cuarto del siglo XXI.

En cuanto a la previsión del Gobierno, Vilches consideró que no es del todo realista, ya que espera un incremento del gasto sanitario anual de 580 millones de euros, un 0,5 por ciento del PIB, cifra que el ponente consideró escasa para las necesidades patentes en la población. Con el agravante de que no se contemplan las desviaciones presupuestarias tan características de las comunidades autónomas.

Antonio San José Antonio San José
Beveridge, punto de partida
Emplazó el director general la Sanidad española dentro del modelo Beveridge, nacido en plena Segunda Guerra Mundial (1942) y caracterizado por sistemas nacionales de salud de provisión única, vigentes en el arco nórdico con prolongación a Reino Unido, Portugal y España. Un modelo que definió como estatalizado y algo rígido, donde los médicos son asalariados o cobran por capitación, generalmente de manera contenida.

Frente a ese modelo, situó el denominado Bismarck, por el canciller del mismo nombre, característico de centroeuropa, con países como Alemania, Austria, Francia y los estados de la vertiente atlántica, con sistemas sanitarios sufragados por cuotas de empresas y trabajadores y más abiertos a la competencia mercantil.

Citó entonces Vilches un informe de Bruselas en el que se detectan, a un tiempo, suspicacias respecto al sector privado, y que la principal preocupación del paciente es sobre cualquier otra el tiempo que tarda en ser atendido y la calidad de la atención que recibe. En lo tocante a las referidas prevenciones contra la oferta privada de asistencia sanitaria, el directivo sospecha que responde a motivaciones poco claras y probablemente ideológicas. Algo a lo que no debería haber lugar, dado que nadie discute que el Sistema Nacional de Salud (SNS), en su totalidad, debe ser eficaz, sólido, de financiación pública y universal.

Asistentes al desayuno informativo dedicado a IDIS Asistentes al desayuno informativo dedicado a IDIS
Firmeza frente a los ataques
Como defensa a las críticas y ataques que recibe el sector, Vilches puso el ejemplo de las pensiones retributivas, que salvo sobre su perdurabilidad no generan dudas sociales. En ese terreno, no hay debate ideológico contra los fondos de pensiones. Por eso, considera que ya es tiempo de percibir socialmente la parte privada de la Sanidad española como un sector dinamizador de la atención y siempre abierto a la colaboración con las administraciones sanitarias.
Buenas cifras sectoriales
El director general del IDIS también consideró que ocho millones de ciudadanos con prima de salud privada, junto a dos millones de funcionarios que optan por el mutualismo administrativo, no pueden estar equivocados. Se trata de un sector en expansión, por voluntad de sus usuarios y pacientes, como reza el informe elaborado por IDIS 'La Sanidad privada, aportando valor', en el que se registra un crecimiento privado de un punto anual, hasta un 30,2 por ciento, anotado en 2014. Un crecimiento que corre de manera paralela a la bajada de la inversión en la Sanidad Pública.

Según el ponente, España dedica un 9,1 por ciento de su PIB a Sanidad, lo que le sitúa en una posición mediocre, dentro de la OCDE, y a tres puntos de distancia de los países más avanzados en este aspecto. Señaló también Vilches que el 9,1 del PIB destinado a Sanidad parece limitado, con una inversión de la parte pública del seis por ciento, siendo el único caso del ránking que decrece. A lo que añadió el problema de que los presupuestos siempre se hacen por defecto, de manera que en 2015 hubo una desviación muy acusada, del 11 por ciento.
Descongestión del SNS
Con esos diez millones, entre asegurados y mutualistas funcionarios, dio por zanjado que se descongestiona la Sanidad española. Algo que supuso en 2016 unos ahorros para el Estado de 5.000 millones, si sólo se cuentan los asegurados, o de 9.000 millones, si se les considera usuarios tanto de su seguro privado como de su servicio de salud autonómico correspondiente. En cuanto a los funcionarios de MUFACE que optan por la Sanidad Privada, su coste para el Estado es de sólo 827 euros anuales, frente a los 1.104 euros que cuesta la asistencia de cada ciudadano en la pública.

El directivo comunicó también que los diez millones de pólizas suponen una cifra de 7.700 millones de euros. Con datos sectoriales tan contundentes como 452 hospitales privados, 22 de ellos universitarios, con la mitad del parque nacional de camas hospitalarias, contabilizadas en 52.000. A lo que sumó una incesante actividad docente e investigadora, con participación en uno de cada dos ensayos clínicos que se realizan en España.
Valores de IDIS
Todo un esfuerzo sectorial que es fielmente seguido por IDIS, a través de informes de resultados de salud (RESA), barómetros de satisfacción del paciente y una declarada obsesión por la calidad, como certifican las 115 acreditaciones QH (Cuality Healthcare) otorgadas hasta ahora por la fundación.

Entre otras cifras, Vilches dejó dicho que el sector es responsable de cinco millones de intervenciones quirúrgicas al año, el 29 por ciento de las realizadas en España, además de realizar seis millones de altas hospitalarias. Además de los conciertos de transporte sanitario, diálisis y terapias respiratorias. Al tiempo que las concesiones, celebradas fuera de España y aquí demonizadas, como afirmó Vilches, suponen ahorros de hasta el 30 por ciento en la gestión y ofrecen listas de espera más cortas que los centros públicos. A pesar de lo cual son objeto de persecución política, según se quejó.
Evitar las esperas
Vilches observó, como primera razón del por qué el 85 por ciento de los funcionarios elige la Sanidad Privada, el hecho de que así evitan las listas de espera. En su opinión, este es precisamente el mejor indicador de calidad asistencial. Según sus datos, todavía hay en España 615.000 personas  que esperan una media de 115 días para ser operadas, lo que supone un alto coste para la productividad del país.

Por esta razón, IDIS ofreció a la Administración un plan de choque contra las listas de espera, a finales de este verano. El proyecto solo requeriría 1.500 millones de euros, perfectamente asumibles por las comunidades autónomas. Una cifra muy inferior a los más de 5.000 millones que el Estado estima que gastará por el incremento del gasto sanitario anteriormente descrito.
Evitar la inequidad
Sin embargo, y a pesar de las palabras corteses del Ministerio de Sanidad, Vilches se temió que el plan no se haga efectivo, y que las comunidades autónomas sigan optando por futiles planes de gestión o destinen los recursos a peonadas. Sobre eso ya hay experiencia, razonó con melancolía el director general, sobretodo si se tiene en cuenta que nueve de cada diez euros del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) se diluye en los servicios autonómicos de salud, y eso no evita la inequidad.