Juan Pablo Núñez

Tribuna de opinión

Sida: La gran evolución del tratamiento antirretroviral

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O “cómo ha mejorado  la calidad y esperanza de vida del paciente”

El próximo 1 de diciembre se celebra el Día Mundial de la Lucha Contra el SIDA. Un día en el que numerosos organismos, instituciones, comunidad científica, plataformas, compañías y ciudadanos se unen a nivel mundial con el fin de dar voz a  todos aquellos avances y esfuerzos llevados a cabo en todo lo relacionado con el VIH. Avances que han ido dando sus frutos y que han hecho posible cambiar el pronóstico de la infección por VIH, pasando de ser una enfermedad mortal hace apenas 10 años, a ser considerada hoy en día una infección crónica, y permitiendo una mejor calidad y esperanza de vida del paciente.
Tratamiento antirretroviral
Sin duda, uno de los mayores artífices de este cambio de pronóstico ha sido el tratamiento antirretroviral, más conocido como TAR. Es verdad que no cura la infección, pero llega a mantener la carga viral indetectable, lo que significa que el paciente puede continuar haciendo vida normal, sin ningún síntoma, manteniendo un tratamiento diario de por vida. Un hito que hace apenas 10 años parecía impensable.
En Medicina, precisamente el tratamiento antirretroviral (TAR) ha sido uno de los tratamientos que más ha evolucionado en la última década
Muchos han sido los avances desde entonces. En Medicina, precisamente el TAR ha sido uno de los tratamientos que más ha evolucionado en la última década. Una evolución que desde Ipsos hemos podido monitorizar muy de cerca, a través de varios estudios que hemos llevado a cabo con especialistas en VIH, médicos de medicina interna y pacientes diagnosticados con la patología.Al ser una enfermedad crónica, hemos visto cómo los esfuerzos en investigación se han centrado en la simplificación de su tratamiento, reduciéndose de manera drástica el número de pastillas diarias que un paciente llega a tomar. Así, el TAR ha pasado de ser un tratamiento con 24 pastillas diarias, a una única pastilla al día que combina tres medicamentos en una sola gragea.
Evolución farmacológica
El primer fármaco que combinaba la triple terapia fue Atripla, lanzado a finales de 2008 y que, sin duda, marcó un antes y un después en el mercado. Ese año, según los datos del Estudio Monitor de VIH de Ipsos Healthcare, donde se encuestó a más de 1.000 pacientes VIH+, el porcentaje de pacientes que iniciaban por primera vez un tratamiento antirretroviral con Atripla era de 2%. Apenas 4 años después, en 2012, se alcanzaba su cuota máxima del 45% de pacientes, casi 1 de cada 2.Después de Atripla, la mayoría de los lanzamientos se ha centrado en tratamientos de una pastilla diaria. Así, en 2017, el 83% de los pacientes que han iniciado por primera vez un tratamiento antirretroviral, lo ha hecho con este tipo de fármacos. Sin duda, nos encontramos ante una evidencia real del impacto del TAR en la calidad de vida del paciente VIH.
Simplificación del TAR
Una vez conseguido simplificar el TAR a una única pastilla diaria, las estrategias de optimización se centran en mejorar la tolerabilidad y la toxicidad del tratamiento
En estos momentos, la comunidad científica se encuentra en un segundo nivel: una vez conseguido simplificar el TAR a una única pastilla diaria, las estrategias de optimización se centran en mejorar la tolerabilidad y la toxicidad del tratamiento. En aras de implementar estos dos factores, las últimas tendencias observadas apuntan a una disminución en el número de medicamentos, pasando de una triple terapia a una biterapia. Estudios recientes demuestran la no inferioridad de eficacia de la biterapia versus la triple, así como una menor tasa de abandono de este tratamiento dual por problemas de toxicidad.Esta reducción supone, además, un ahorro del coste del tratamiento, que, añadido a la entrada de los primeros antirretrovirales genéricos al mercado, se convierte en una opción de tratamiento a considerar. Asimismo, esta opción permite guardar fármacos para el futuro.Según fuentes de Ipsos, la proporción de pacientes que ha cambiado recientemente su tratamiento hacia una biterapia es del 10%, siendo principalmente la combinación de lamivudina + Rezolsta. Precisamente en España, esta tasa de pacientes tratados con biterapia es muy superior a la media europea, lo que demuestra el gran nivel de investigación en VIH en nuestro país.Sin embargo, queda aún camino por hacer. A día de hoy, ningún paciente ha iniciado tratamiento por primera vez con una biterapia, dato que demuestra una menor confianza del médico hacia la eficacia de esta opción en pacientes que no han sido tratados previamente con un tratamiento antirretroviral.Esperemos que el año que viene, por estas fechas, volvamos con buenas noticias en este sentido. Eso significará que la Lucha contra el SIDA sigue avanzando por el buen camino, en pro de la calidad de vida de todos y cada uno de los pacientes afectados por dicha enfermedad.