La sociedad madrileña sabe que el PP ha desmantelado en gran medida la Sanidad Pública madrileña, ha llevado a cabo un proceso de privatización de la misma repleto de irregularidades y presuntas acciones delictivas (están imputados dos exconsejeros de Sanidad y varios altos cargos recientemente cesados), los centros sanitarios están con mucha frecuencia en situación de colapso asistencial con incrementos sustanciales de las listas de espera para pruebas diagnósticas y cirugías programadas, las urgencias hospitalarias presentan con demasiada frecuencia situaciones tercermundistas con pasillos repletos de pacientes atendidos en condiciones inaceptables e incluso las demoras para la atención en consulta por los médicos de familia son inasumibles.
La aplicación de las medidas recogidas en el Decreto Mato fue instantánea en la Comunidad de MadridAl unísono de todo este deterioro expuesto, la Consejería de Sanidad ha ido privatizando más y más la gestión sanitaria en centros públicos incrementando año tras año las cantidades que del presupuesto sanitario público se derivaban al sector privado, llegando incluso a vulnerar la normativa de las contrataciones públicas para adjudicar partidas a empresas de la trama mafiosa Gürtel (según informe de la Intervención General de la Administración del Estado). Asimismo el Gobierno Regional aplicaba con máximo rigor las medidas de recortes que desde el Gobierno Rajoy se imponían a la Sanidad Pública; su celo en aplicar recortes y copagos era tal que a sabiendas que la medida sería paralizada por el Tribunal Constitucional (lo había hecho en Cataluña), aplicó la tasa del euro por receta y a quienes no hicieron desobediencia civil negándose a pagar no se les ha devuelto las cantidades abonadas a pesar de la suspensión decretada por el Tribunal. La aplicación de las medidas recogidas en el Decreto Mato fue instantánea en la Comunidad de Madrid, y así se negó la asistencia sanitaria a los inmigrantes (muchos de ellos llevaban años empadronados y viviendo en el territorio madrileño) sin tener en cuenta los graves problemas que ello suponía para su salud y para la salud pública.
Política de Recursos Humanos
La política de Recursos Humanos ha sido coherente con esa política de recortes y privatización descrita: la precariedad de las contrataciones, la reducción de efectivos, los recortes salariales, la alteración unilateral de la jornada laboral y la expulsión de manera arbitraria de cerca de mil facultativos mediante jubilaciones forzosas utilizando como sostén legislativo un chapucero seudoplan de Ordenación de Recursos Humanos que no cuantifica ningún objetivo a alcanzar y no reúne los requisitos mínimos que un auténtico plan debe contemplar, son evidencias claras del objetivo político del Gobierno del PP en Madrid: desmantelar la Sanidad Pública. El fallido intento de privatizar la gestión de seis hospitales públicos (paralizado por la Justicia) puso aún más de manifiesto esa intención política.Maquinaria propagandística
Los Gobiernos del PP de Aguirre y González han utilizado una maquinaria propagandística bien dotada de presupuesto que, utilizando la mentira como elemento esencial, trataba de transmitir un escenario inexistente en la sanidad madrileñaFrente a esta realidad difícilmente discutible, los Gobiernos del PP de Aguirre y González han utilizado una maquinaria propagandística bien dotada de presupuesto que, utilizando la mentira como elemento esencial, trataba de transmitir un escenario inexistente en la sanidad madrileña. Conviene recordar ahora el Plan de Reducción de Listas de Espera Quirúrgica, presentado a bombo y platillo y que contó con una cuantiosa asignación económica; dicho plan, incluso a pesar de las trampas que contemplaba en el conteo real de los pacientes que esperaban, ha sido un fracaso y, a fecha de hoy, la lista de espera quirúrgica se ha disparado a cifras muy preocupantes, mostrando una vez más que la ingeniería tramposa y la mentira no sirven para solucionar los problemas reales.
Recordemos también las reiteradas afirmaciones de los máximos responsables del Gobierno del PP madrileño sobre las bondades de la gestión privada: la cazatalentos Sra Aguirre, el actual Presidente Sr. González y todos los máximos responsables sanitarios han repetido hasta la saciedad que privatizar la gestión mejoraba la calidad y abarataba costes aumentando la eficiencia. La realidad es que, a fecha de hoy, el Gobierno Regional y el PP que lo sustenta no han podido presentar un sólo documento fiable que avale esas reiteradas afirmaciones. Una vez más la reiteración de planteamientos puramente ideológicos no sustentados en ningún fundamento sólido es un ejercicio de propaganda tramposa que trata de encubrir fines al margen del interés general.
Tufo electoralista
Volvamos ahora al comienzo de esta exposición. Tras la dimisión obligada del impresentable Sr. Lasquetty, el posterior resultado de las elecciones europeas y las repetidas encuestas conocidas que no auguran buenas perspectivas electorales al PP madrileño, el Gobierno Regional ha anunciado una serie de medidas en el ámbito sanitario que desprenden un tufo electoralista tan burdo y casposo que difícilmente conseguirán el objetivo que, una vez más, pretenden: engañar a los ciudadanos, a los profesionales ya los trabajadores sanitarios. Veamos:Estamos asistiendo estas últimas fechas a declaraciones del Presidente de la Comunidad y del nuevo Consejero de Sanidad (nuevo en el cargo, casi prehistórico en la política madrileña) anunciando la puesta en marcha de medidas en materia de recursos humanos que posibiliten aumentar su rendimiento, incrementar la actividad y reducir las escandalosas listas de espera. Las medidas propuestas no son novedosas sino muy antiguas, ya que consisten en incrementar las retribuciones de los profesionales por realizar actividades extras fuera de su jornada ordinaria. Asimismo, el Gobierno Regional anuncia medidas para disminuir la precariedad de las contrataciones de los profesionales y trabajadores sanitarios mediante contratos de mayor duración y conversión de eventuales en interinos.
Tras años de aplicar palos repetidos a las condiciones laborales de los trabajadores sanitarios, ahora en época preelectoral el Gobierno Regional entiende que dar una zanahoria puede resultar rentable a sus interesesAnte estos anuncios que, en principio, pueden entenderse como positivos, es necesario hacer alguna puntualización y plantear algunas preguntas. Las medidas de incrementar la actividad aumentando el rendimiento de los recursos humanos exige preguntar: ¿ es que hasta ahora el rendimiento no era el adecuado? Si ello fuera así, ¿quién o quiénes eran los responsables de tan mala gestión de los recursos?.
En mi opinión, la medida claramente electoralista obedece a un intento de reducir el malestar de los profesionales utilizando la técnica del palo y la zanahoria; tras años de aplicar palos repetidos a las condiciones laborales de los trabajadores sanitarios, ahora en época preelectoral el Gobierno Regional entiende que dar una zanahoria puede resultar rentable a sus intereses electorales.
Extraño cambio en recursos humanos
Respecto a las modificaciones en las contrataciones que han sido anunciadas y, teniendo en cuenta que el Director General de Recursos Humanos es el mismo que hace una década, es razonable preguntar: ¿ Por qué ahora esa medida totalmente opuesta a las practicadas durante 10 años?. ¿ Por qué ahora en época preelectoral?. La realidad es que una auténtica política de recursos humanos no ha existido en la Consejería de Sanidad madrileña; en esta materia se ha ceñido únicamente a recortar derechos, generar desmotivación, malestar y reducción de efectivos. Las medidas anunciadas obedecen a un intento electoralista que pretende desmovilizar a los profesionales y ciudadanos que han manifestado de forma reiterada su rechazo total a la política sanitaria del PP en Madrid.Teniendo en cuenta que el Director General de Recursos Humanos es el mismo que hace una década, es razonable preguntar: ¿ Por qué ahora esa medida totalmente opuesta a las practicadas durante 10 años?Quizá las medidas anunciadas puedan engañar a algunos profesionales, hacer sentirse importantes a otros que van a decidir quiénes son agraciados con esas mejoras contractuales, contarán con algún grupo de profesionales que por acción u omisión ya facilitaron la nefasta política sanitaria realizada hasta hoy, pero no van a conseguir generar ninguna credibilidad en una inmensa mayoría de profesionales y trabajadores de la sanidad madrileña que han sufrido en sus propias carnes la salvaje política de recursos humanos realizada por el Gobierno del PP en la Comunidad de Madrid. Tampoco conseguirán que una inmensa mayoría social olvide el ataque que el Gobierno Regional y el PP ha realizado contra el Sistema Sanitario Público madrileño.
El despilfarro, la ineficiencia, las irregularidades, la opacidad, los recortes de derechos y prestaciones son señas de identidad de la acción política del PP madrileño en materia sanitaria, todo ello envuelto en un aparato de propaganda que, reiterando una y otra vez la mentira, ha tratado de convertir ésta en verdad. Todo un ejemplo de ejercer el poder político de forma dudosamente democrática.