Carlos Barra Galán

Tribuna de opinión

Hacienda certifica los recortes en Sanidad

Médico Especialista Jubilado. Socio de DMD

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Hemos conocido estos días los datos proporcionados por el Ministerio de Hacienda confirmando que el número de efectivos humanos de la Sanidad Pública española en enero de 2014 se situaba en 476.689 trabajadores, lo que suponía una reducción de 28.496 en relación a los efectivos existentes a enero de 2012, recién llegado el Sr. Rajoy a la Presidencia del Gobierno; teniendo en cuenta que el Ministerio sólo contempla en sus registros las plantillas orgánicas de hospitales y centros de salud, y que existía un número importante de trabajadores eventuales y temporales que mayoritariamente no fueron renovados en el periodo 2012-2014, es razonable pensar que la reducción real de efectivos en la sanidad pública española haya sido aún mayor. (A este respecto, CC.OO estima que la reducción de personal podría superar la cifra de 50.000.)

Es evidente que tan importante pérdida de recursos humanos (médicos, enfermeros, técnicos, administrativos, celadores) obligatoriamente determina, por un lado, una disminución de la actividad, que genera un incremento sustancial de las listas de espera en todas sus modalidades (quirúrgica, consultas de especialistas, pruebas diagnósticas e incluso demoras importantes para acudir al médico de familia) y, por otro, una presión excesiva en el desarrollo de las actividades, con la consecuente pérdida de calidad de las mismas y un mayor riesgo de cometer errores.
El informe del Ministerio de Hacienda pone blanco sobre negro la veracidad de los recortes brutales que ha sufrido la Sanidad Pública
Las numerosas noticias aparecidas en los medios de comunicación mostrando urgencias hospitalarias saturadas con pacientes en los pasillos, las abundantes quejas de ciudadanos por las demoras excesivas para ser atendidos, el cierre de camas en hospitales, la clausura de urgencias en el medio rural, han sido hechos tan reiterados que la propaganda engañosa del gobierno no ha podido evitar que los ciudadanos hayan percibido con claridad el grave deterioro del sistema sanitario y se hayan movilizado para protestar por este ataque tan brutal a uno de los pilares fundamentales del estado de bienestar.

Asimismo, en el período del gobierno Rajoy se ha producido la pérdida de la cobertura universal en la Sanidad Pública española tras el infame decreto de la ministra Mato (el Sr. Rajoy con enorme cinismo ha dicho en el campus FAES que la sanidad española es hoy más universal que nunca). Y también, en los últimos años la sanidad española ha perdido 7.200 millones de euros en los recursos económicos asignados, lo que ha supuesto que la reposición y adquisición de material y aparataje hayan sufrido unos recortes muy marcados.
Sólo dos meses bastaron para que el presidente Rajoy incumpliera sus promesas electorales
Es en este punto donde conviene recordar las afirmaciones del entonces candidato Rajoy, en la campaña electoral de noviembre de 2011, en la que reiteró una y otra vez que no se aplicarían recortes en la sanidad pública. Pues bien, sólo dos meses después de su llegada al gobierno ( 30 diciembre 2011), el BOE publicó el RD Ley 20/ 2011 que establecía la congelación del empleo público (incluyendo al personal sanitario) donde se establecía además la imposibilidad de contratación de personal temporal y eventual, salvo casos excepcionales y previa autorización del Ministerio de Hacienda; es decir, sólo dos meses bastaron para que el presidente Rajoy incumpliera sus promesas electorales. Se procedió a jubilaciones forzosas de personal con un nivel de sustitución nunca superior al 10% y la no renovación de la mayoría de contratos eventuales; es decir, se acometían unos recortes de personal que ponían en evidencia las falsas promesas del Sr. Rajoy. Junto a las medidas anteriores, se propiciaron políticas de salud que permitieron la entrada del sector privado sanitario y el desmantelamiento progresivo de la sanidad pública.  Madrid y Valencia son ejemplos claros de ello.

Frente a las mentiras de la Sra. Mato, cuya ineptitud causa vergüenza ajena, frente a las afirmaciones del gobierno negando los recortes en Sanidad, el informe del Ministerio de Hacienda pone blanco sobre negro la veracidad de los recortes brutales que ha sufrido la Sanidad Pública con el Gobierno Rajoy. En mi opinión sólo existe una posibilidad para evitar el desmantelamiento del sector sanitario público: el pase a la oposición del Partido Popular. Asi sea