la crisis ha sacado a la luz las debilidades del sistema sanitario
En el último número de la Revista Madrileña de Medicina, editada por el sindicato AMYTS, una de sus representantes sindicales lamenta el espectáculo que, en relación con la Covid-19, están dando los políticos y que está mermando su confianza en ellos."La actitud es una pequeña cosa que hace una gran diferencia". W. Churchill.
Leía en su comparecencia la Presidenta Ayuso en el pleno de la Asamblea de Madrid del 29 de abril (27’53’’): "El Ministerio de Sanidad nos obligaba a enviar comunicaciones eclipsando el problema". Lo leía, de forma que no queda la posibilidad de una mala pasada del directo.Los médicos y profesionales sanitarios hemos asistido atónitos a una dialéctica en la que las responsabilidades siempre eran del otro y los méritos propioEstas declaraciones de Ayuso no tienen desperdicio por lo que implican. Si son ciertas, reconoce que el gobierno de la CAM mintió u ocultó la realidad que conocía por orden del Ministerio. Si son falsas, es gravísimo decir algo así en un contexto como la actual crisis; formaría parte de un relato político muy alejado de la realidad que hemos vivido en Madrid. Dolor o muerte, no hay por dónde pillarlas.El resto del pleno da una idea del discurso del "y tú más" con el gobierno central, atribuyendo los méritos de la gestión al gobierno autonómico y los errores al central, todo ello en un tono, y me duele decirlo, poco propio de la institución que representa la voluntad democrática de los madrileños. En estos momentos en los que la información está disponible en cantidades que llegan a sobrepasarnos, es muy fácil contrastar ese relato de que Madrid iba por delante en la toma de las medidas con las propias declaraciones de la Presidenta el 11 de marzo en una entrevista a Telemadrid en las que afirmaba rotundamente que Madrid no se iba a cerrar, al menos desde el Gobierno regional.
Capacidad de asombro
Aún no he perdido la capacidad de asombrarme. No sé si es bueno o malo… Seguro que muchos diréis que, claro, que qué me esperaba de un político.Leía en un artículo del 22 de marzo, entre la consternación y el lógico orgullo, que, en una encuesta sobre la confianza del ciudadano ante una emergencia, su nivel se situaba para el gobierno central en el 19%, y bajaba al 11% en los líderes políticos; mientras que, en el caso de los empleados públicos, se situaba en un 75%, llegando al 95,5% en el personal sanitario. Preguntaban en ese artículo si se consideraba que hacía falta unidad de los políticos en la crisis del coronavirus, y con más de 100.000 respuestas, el 94% respondía que sí.Esta crisis ha sido una prueba, sin lugar a dudas, en la que han quedado al descubierto las debilidades de un sistema sanitario que ha sido fragmentadoEsperaba, y espero, más de los políticos que nos representan. Espero poder confiar en que van a hacer todo lo que esté en su mano para utilizar el poder que les hemos otorgado en las urnas para gobernar de la mejor forma posible. Esta crisis ha sido una prueba, sin lugar a dudas, en la que han quedado al descubierto las debilidades de un sistema sanitario que ha sido fragmentado y centrifugado en 17 minisistemas, más Ingesa (Ceuta y Melilla), al que todos se apuntan a la hora de ponerse méritos, pero en el que todos lanzan la patata caliente al otro cuando hay problemas.Los médicos y profesionales sanitarios hemos asistido atónitos a una dialéctica en la que las responsabilidades siempre eran del otro y los méritos propios, en un despliegue de relatos, unas veces a nivel autonómico (como el que traigo hoy aquí) y otras veces a nivel central (bien a través de declaraciones como que ha habido material de protección y que, si ha faltado, ha sido de forma puntual, como las de Fernando Simón, o bien a través de ruedas de prensa del Presidente del Gobierno). Pueden y deben hacerlo mejor, deben trasmitir que son conscientes de lo terrible de lo sucedido y que respaldan y se responsabilizan de todo ello. Y eso aún no ha ocurrido, más bien trasmiten la sensación de que su mayor preocupación es escurrir el bulto y de que les importan más las consecuencias partidistas electorales que lo que realmente ha sucedido y está sucediendo.Tanto a nivel autonómico en Madrid como a nivel central, para mí han compartido algo muy preocupante, que no inspiran la menor confianza.