Apuntes de un boticario
Al hilo de las subastas andaluzas, el analista destaca el papel de la distribución farmacéutica para paliar sus efectos sobre las farmacias, al tiempo que tacha de incoherente la política farmacéutica de la Junta de Andalucía.En los últimos años la distribución en España ha experimentado grandes cambios. Su dependencia del mercado farmacéutico ha provocado la reconversión del sector, que se ha visto obligado a adoptar nuevas estrategias de negocio que sean capaces de sobrevivir en un entorno de dificultades. La solución es una mayor diversificación de las inversiones y la búsqueda de oportunidades en el extranjero. “El modelo de distribución está muy atomizado y esto no nos beneficia. Hay casi una cooperativa por provincia, lo que nos hace más vulnerables ante los cambios. Debemos de explorar otras vías que pasan por invertir en otras comunidades”, señala Antonio Pérez Ostos, presidente de Cecofar.
Medidas tomadas por la administración afectan directamente al margen y a la facturación de la farmacia. Debido a la interdependencia que existe entre el sistema de distribución y la red de oficinas españolas, las consecuencias se han dejado sentir en todo el sector sanitario. Cecofar, con un total de 6.500 farmacias cooperantes, se sitúa como una de las cooperativas más representativas del mercado en nuestro país.
Estrategia de futuro
Su estrategia de futuro se resume en dos puntos: la entrada en nuevos mercados y el desarrollo de nuevos proyectos en internet y las redes sociales. La morosidad es una de las grandes dificultades de la distribución en nuestro país. Cecofar lleva más de cinco años trabajando para contrarrestar sus efectos con el objetivo de intentar ayudar lo máximo posible a que las farmacias tengan sus cuentas saneadas. Para ello ha puesto en marcha múltiples iniciativas, como los sistemas de aprovisionamiento, la elaboración de protocolos específicos para hacer frente a la morosidad, la creación de una comisión de morosidad que sirva para aconsejar a los farmacéuticos y la colaboración con las compañías de seguros, entre otras.“El tema de la morosidad es insólito en nuestra profesión, por eso hacemos todo lo posible por ayudar a la farmacia ofreciéndole información y consejo. Hace cinco años, la morosidad no nos afectaba, mientras que en la actualidad 40 farmacias se encuentran en concurso de acreedores. Esta situación requiere que se hagan cambios drásticos”, añade el presidente de Cecofar.
Distribución y modelo de farmacia
La morosidad, que actualmente las farmacias están mostrando en actitud creciente, es tan preocupante como real.Utilizo de arranque estas declaraciones de Pérez Ostos haciendo hincapié en dos puntos de la misma. Uno es, una vez más, el enaltecimiento de la distribución farmacéutica sin la cual el modelo de farmacia español no podría subsistir, aunque ahora se quiera descubrir la pólvora con las asociaciones de Farmacias y los grupos logísticos. Si esta “novedad”, asociada a la venta “on line”, tiene una finalidad a largo plazo y, en este último caso, abrir más vías de ventas o fidelizar al usuario, no niego que podría ser harina de otro costal que no es mi intención desvirtuar. Ojalá la “novedad” dé sus frutos.
El otro punto de estas apreciaciones del Presidente de Cecofar es más dramático: el farmacéutico siempre se ha caracterizado por ser un fiel y puntual cumplidor de sus deudas, por ello la morosidad, que actualmente las farmacias están mostrando en actitud creciente, es tan preocupante como real.
¿Es que el farmacéutico de hoy se ha dedicado a la buena vida, se ha hecho irresponsable o ha perdido las más mínimas nociones de contabilidad empresarial?. Rotundamente, no. ¿Es posible que los titulares de las más de 40 farmacias en concurso de acreedores se encuentren en esta inusual situación por gusto propio?. También en este caso la respuesta es negativa.
Papel de las cooperativas
Si las Cooperativas no llevasen tiempo siendo organismos que amortiguan los impagos, dando soluciones temporales a sus deudores, ya el edificio farmacéutico se habría venido abajo.Aprovecho para decir, al hilo de estas manifestaciones, que si las Cooperativas no llevasen tiempo siendo organismos que amortiguan los impagos, dando soluciones temporales a sus deudores, ya el edificio farmacéutico se habría venido abajo.
¿Quién es pues el causante de esta situación?. Si me dejase llevar por la simpleza, alegaría lo de la crisis generalizada, que es un cajón de sastre al que se acoge cualquier opinador periodístico o tertuliano televisivo. En el caso concreto de la farmacia, el causante de su decrepitud no es otro que la Administración sanitaria que desde hace ya algún tiempo parece tenerla tomada con el estamento farmacéutico.
También es cierto que según el dicho de: “cada uno habla de la feria según le haya ido en ella”, el refrán se refleja en este despropósito de las 17 Consejerías de Salud que actúan como les peta al margen testimonial del Ministerio de Sanidad. ¿Tienen algo en común, por poner un ejemplo, las problemáticas en el Catsalud con las del Sergas?. No padre. Y, como consecuencia, la enfermedad común y degenerativa que sufre la farmacia manifiesta distintos síntomas en según qué región hagamos referencia e hincapié. Si en la catalana los impagos son ahora el “primun vívere” de su inseguridad, en Andalucía, y es a lo que me refiero en esta colaboración, son las subastas.
Actuación en Andalucía
Como esta fragmentación taifal tiene como denominador común, a nivel político, atacar a los dirigentes de otro signo, ninguno da su brazo a torcer. Por ello leamos lo que decía el señor Aquilino Alonso, Consejero de Salud de Andalucía, en unas recientes declaraciones: “Ahora mismo estamos trabajando en terapias avanzadas y tenemos una iniciativa en la que somos pioneros a nivel nacional y no queremos perder esos puestos de cabeza. Pero también queremos avanzar en otras áreas. Estamos trabajando en la medicina personalizada y a la vez seguiremos trabajando en aquellas áreas en las que somos pioneros, como son las enfermedades neurodegenerativas u oncológicas. Por tanto, el plan de investigación pretenderá, aparte de mejorar lo que ya está, alcanzar la traslación de la investigación. Nuestro objetivo es que aquellas cosas que estamos desarrollando en investigación lo más rápido posible se trasladen a la clínica para su aplicación práctica”.Leer para creer. Este máximo mandatario de la sanidad andaluza ha propuesto, junto a su equipo, el que se saque a subasta, ¡oído al parche!, no sólo los medicamentos que ya se dispensan en las farmacias tras la sexta subasta, sino los medicamentos de uso hospitalario entre los que se encuentran los oncológicos.
En este caso no estoy hablando, una vez más, del fármaco de oficina y del perjuicio profesional del boticario, sino de algo tan importante como es la salud y concretamente las enfermedades oncológicas, infecciosas y crónicas. Dicho de otra forma, lo que denuncio es que aquí, según esta iniciativa hospitalaria, el único perjudicado seriamente es el enfermo, en este caso, de extrema gravedad.
Cuántas veces se ha hablado del uso del medicamento compasivo que, para quien no conozca esta acepción, no es otro que el que el galeno, previa autorización del enfermo y familiares, “ensaya” como último recurso contra una enfermedad terminal. Pues ahora, aunque parezca increíble, la intención de los mandatarios sanitarios andaluces es convocar una subasta para que tan sólo exista ¡UN SOLO MEDICAMENTO! para combatir estas gravísimas dolencias.
Si vuelven atrás y leen lo que ha dicho D. Aquilino Alonso, no dejarán de sorprenderse de algo que tan sólo tiene un nombre: incoherencia. Eso de que “ahora están trabajando en terapias avanzadas”, ¿que es, si no?.
Si hubiera lo que hay que tener, y tan sólo pensando en el enfermo terminal, dejando aparte cuestiones económicas, habría de nuevo que recurrir al rico refranero español: “Dos no se pelean si uno no quiere”.
Qué señal de humanidad, solidaridad y filantropía sería el que una vez convocada la increíble subasta de medicamentos hospitalarios, ésta se declarase desierta.