Cara Juan Gervas

El mirador

"Quiero que me vea mi médico"

Doctor en Medicina. Médico General jubilado. Equipo CESCA (Madrid, España). [email protected]; [email protected]; www.equipocesca.org; https://t.me/gervassalud

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Juan Gervás
Juan Gervás

muerte de la medicina con rostro humano

Reflexión/soliloquio sobre uno de los efectos que ha traído consigo la pandemia de la Covid-19: el cierre de los centros de salud y la desaparición del médico de cabecera, pues se ha instaurado una medicina totalitaria que se mueve por protocolos y por indicadores y en la que la persona tiene poco que decir, entre otras razones porque le han suprimido su médico de cabecera.

A la Dirección: “Quiero que me vea mi médico”

Se me ha impuesto la muerte de mi madre en condiciones indignas

Mi madre es una víctima de la pandemia del coronavirus

Ha habido muertes evitables durante la pandemia

Mi madre murió sola en el hospital

Mi madre no se infectó en casa con el coronavirus

Dicen que murió de cáncer de pulmón

Desde luego empezó a toser “de otra manera”

No era la tos de siempre, del enfisema

Llamamos y llamamos, por tos “de siempre pero distinta”

Preguntaban que si tenía fiebre

No, no tuvo fiebre

Simplemente dejó de comer y adelgazó

Cuando al final la llevé a urgencia estaba en 40 kilos

No me dejaron estar con ella, ni siquiera pasar

La ingresaron, “tiene una imagen sospechosa en pulmón derecho”

Al cabo de una semana me llamaron para decirme que había muerto

Había muerto de Covid

Se lo pilló en el hospital, sin duda

Me llamaron otro día para recoger sus cenizas

¿Cómo hemos podido degradarnos hasta tal punto?

¡Morir en soledad no querida!

Mi madre no fue vista por su médico de cabecera

Ningún médico vino a verla a casa

En realidad hace tiempo que mi madre no tiene médico de cabecera

El centro de salud se ha ido convirtiendo en un castillo

El centro de salud sigue convertido en un castillo

Ahora es un super-castillo

El tiempo de espera es indefinido, todo es por teléfono, o por vídeo

Llamamos una y otra vez, y nadie vino

Consejos por aquí, consejos por allá

Antes ya teníamos quince días de espera cuando pedíamos consulta

Nuestro médico de cabecera, el que nos conocía, se jubiló el año pasado

Mi madre es una paciente difícil, dicen ustedes

Es decir, mi madre pregunta los porqués

Tras la jubilación del médico de cabecera hemos tenido tres en un año

Mi madre ya no tiene médico de cabecera

El médico de mi madre es “el que toca”

Unas veces es una chica joven interina, que apenas está unos meses

Otras muchas veces es cualquiera del centro de salud, “su médico no está”

A esto lo llaman “ingeniería financiera”, con gran enfado de los ingenieros

Ahorran y recortan sin piedad

Dicen que es por “la crisis”, pero no puede ser que vivamos en crisis siempre

Ahora, con la pandemia, todo se ha llevado a su extremo

Se cerraron las consultas, y nos encerraron en casa

Mi madre tenía Parkinson, diabetes y EPOC

La vida de mi madre era fecunda, disfrutaba de la vida con sus limitaciones

Estaba a mi cuidado, y del de Sandra Milena, la colombiana

Mi madre adoraba a Sandra Milena

Cuando llegó la pandemia mi madre me pidió que cuidara a Sandra Milena

En su honor estoy pagando el sueldo a Sandra Milena

Se lo pagaré durante un año, una forma informal de indemnización

Ahora tengo que cuidarme yo, con mi corazón

Es una insuficiencia cardíaca

Tenía revisión, pero dicen que se prioriza todo lo que sea Covid

Dicen que lo mío es demorable

Quiero ver a mi médico de cabecera, al menos al que tengo en teoría

De nuevo es una médica joven Lo he deducido por la voz: “Soy Mirella, su médica de familia”

Me resuena como estar hablando con una máquina

Hace preguntas irrelevantes, a mí ahora lo que me duele es lo de mi madre

Se lo he intentado contar, y me ha escuchado “profesionalmente”

Es decir, con distancia, como el que oye llover

La Dra. Mirella no conoció a mi madre, no sabe de su ironía e inteligencia

Por lo visto ya todo va a ser con cita, ya no se puede ir al centro

En mis paseos, ahora que se puede finalmente pasear, he visto el centro

Está “amurallado”

Los pacientes esperan en la calle, ¡menos mal que hace bueno!

Es una fila de por lo menos 20 personas, con “la distancia de seguridad”

He hecho la cola, pero en la puerta el filtro (“triaje” lo llaman) es implacable

“¿Tiene cita?” No

“¿Es urgente?” No sé a lo que llaman urgente

“¿Tiene fiebre?” No

“Pues entonces no es urgente”

Vuelta a casa, rumiando los comentarios oídos en la cola “A mi padre le dijeron que, si no tenía fiebre, no era nada. Dolor de espalda”

“Todo por teléfono, nos mandaban analgésicos”

“Al cabo de los días, vómitos”

“Al final, septicemia por infección renal, ingreso y muerte en soledad”

“¡Ójala no lo hubiéramos ingresado!”

He estado pensando en todo ello mientras hacía mi trabajo en casa

He entrado en Internet

Por ejemplo, en Noruega no es así, siendo todo público como en España

En Noruega cada médico tiene su consultorio, o con uno o dos compañeros

En Noruega tu médico de cabecera es tu médico de cabecera

En Noruega el médico de cabecera es un profesional independiente

En Noruega cada médico tiene una “lista de pacientes”, y la cuida

En Noruega no se habla de “abusuario”

Aquí, en España, se imponen tonterías sin sentido y nos marean todo el día

Luego, cuando los pacientes aprenden, los llaman “abusuarios”

Nada dicen de ellos mismos, que tienen que cumplir con los indicadores

Yo creo que ahora están priorizando las consultas presenciales estas

Digo, las consultas presenciales en relación con los indicadores

No somos importantes las personas, sino los números

¿Cómo lo admiten los médicos de cabecera?

Las consultas presenciales son fundamentales, la esencia de la medicina

Son encuentros directos, cara cara y “humanos”

Ahora quieren que sean infrecuentes

“El oro en la Nueva Normalidad”, he leído

Lo frecuente serán los encuentros virtuales, “telemedicina” dicen

Es decir, que los encuentros directos (presenciales) serán cosa de ricos

Es decir, se negarán a los pobres del sistema sanitario público

Aumentará la privada, claro, para quienes puedan pagárselo

Y aumentará la medicina alternativa, en busca de humanidad

En las consultas directas nos pueden tocar (y “oler”)

Pero si hemos admitido como “normal” la muerte en soledad ¿qué esperar?

La pandemia nos ha convertido en bestias inhumanas

La pandemia es “La muerte de la medicina con rostro humano”

Siempre ha habido encuentros indirectos

De hecho, mi madre muchas veces preguntaba cosas para mí

Era cuando teníamos médico de cabecera, y me conocía

A veces, raramente, era yo el que consultaba y preguntaba por mi madre

Consultas indirectas son por tercera persona, o por medio de tecnologías

En el futuro habría que esperar más consultas indirectas, de tecnologías

En el futuro se esperan más consultas presenciales a domicilio

Pero el futuro que nos presentan en los centros de salud es distópico

Es la dictadura de la gestión y del corporativismo, la medicina totalitaria

Todo por los indicadores, nada por los pacientes

El centro de salud distópico “perfecto” es un centro vacío, sin pacientes

“Bueno, alguno habrá, no nos pasemos”

“Sí, bueno, alguno”

Es un centro distópico gobernado por protocolos, con indicadores al 100%

El futuro es un centro de salud irrelevante, convertido en un castillo

Un castillo inexpugnable

Me voy a hacer un seguro privado que ofrezca médico de cabecera

Lo siento porque sé que lo público es lo que hace vivible la sociedad

Pero quiero que me vea mi médico de cabecera

Quiero que me escuchen en vivo y en directo, de cuerpo presente

Quiero que me vea mi médico en una consulta presencial, directa

QUIERO QUE ME VEA MI MÉDICO DE CABECERA ¿VALE?

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