Cara Juan Gervas

El mirador

Larga vida y corta muerte. ¿O no?

Doctor en Medicina. Médico General jubilado. Equipo CESCA (Madrid, España). [email protected]; [email protected]; www.equipocesca.org; https://t.me/gervassalud

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Juan Gérvas - Larga vida y corta muerte. ¿O no?
Juan Gérvas - Larga vida y corta muerte. ¿O no?

El arte es largo, la vida es corta

Diego Figari fue artista peruano afincando en España, incansable plasmador del desasosiego. 

Es autor de una serie que se expone en el Museo Reina Sofía, en Madrid: "Cuando la muerte llama a tu puerta. El arte es largo, la vida es corta".

https://www.museoreinasofia.es/buscar?bundle=obra&compuesta=66611 

"Diego Figari Llop murió el martes 27 de marzo de 2012 en la habitación de un hotel de Valencia, agotado por la enfermedad mental que le impedía seguir viviendo. 

Fue incinerado el sábado 7 de abril en el cementerio General de esta ciudad en presencia de unas pocas personas en representación de otras muchas que lo querían, donde fuimos arropados y consolados por los compañeros del piso tutelado donde vivió estos últimos meses y trabajadores del Comité Ciudadano Anti-SIDA de la Comunidad Valenciana".

https://elpais.com/cultura/2012/04/15/actualidad/1334448866_147093.html 

La vivencia de Diego Figari es la de muchos humanos que sienten que la vida no da de sí, que hay tantas cosas por hacer que la muerte llega demasiado pronto. En su caso, que había mucho arte por hacer y poco tiempo para hacerlo.

Lo peor es sentir que hay mucho por amar y poco tiempo para hacerlo, sobre todo si con ello expresamos que hemos "perdido el tiempo" en cosas irrelevantes.

Quien dice amor dice amistad, hermandad, camaradería y otros valores que nos llenan y de los que a veces nos podemos sentir vacíos.

Si se pregunta: "Ante la muerte, ¿cómo evitar la sensación de 'tiempo perdido'?", la respuesta es: "¡Con lo que llamamos una 'larga vida' (y, si es posible, con una corta muerte)!".

La larga vida no es sólo cuestión de tiempo, de longitud, de añadir años a los años, sino sobre todo de anchura, de la intensidad con la que se vive cada día.

Es cierto que hay arte infinito y vida finita, pero podemos hacer eterno el tiempo de creación artística, el tiempo del disfrute de la vida. Así, en el límite y con su relatividad, el tiempo puede llegar a ser infinito mientras creamos y disfrutamos del arte, del amor, de la amistad, de la hermandad, de la camaradería y también del arte de vivir.

En su plenitud, la vida nos ofrece momentos de infinito disfrute cuya suma no es infinita, al contrario, bien corta, pero cuyo disfrute en intensidad puede generar destellos de años-luz que nos permitan alcanzar las estrellas.

Somos simplemente humanos, pero brillamos, a veces, como si fuéramos dioses, sólo es cuestión de vivir intensamente a lo largo y a lo ancho, dentro de nuestras posibilidades.