Con motivo del Día Mundial Sin Dolor, el comentarista pone en solfa el lema elegido para celebrarlo ('Rebélate contra el dolor'), al considerarlo simple, engañoso y comercial, además de insistir en que el dolor es necesario, porque ayuda a vivir y a sobrevivir. Y además, sirviéndose de la ocasión, cuestiona a quienes desde su posición provocan dolor a los demás.
Rebélate contra el dolor en el Día Mundial Sin Dolor
Los lemas resumen mensajes que se pretenden lleguen directamente a los corazones para mover a acciones. Los lemas terminan siendo tan simples que finalmente pueden llegar a insultar. Nada como la campaña de 2013 para celebrar el "Día Mundial Sin Dolor", con "caras conocidas", "Rebélate contra el dolor"
http://www.efesalud.com/noticias/rebelate-contra-el-dolor-en-su-dia-mundial/
Casi se propone con el título la "erradicación" del dolor en un Día Mundial Sin Dolor. Parece que realmente se trata de vivir Sin Dolor. Desde luego, al "bucear" se deduce que la propuesta tiene algo de sensatez, pues habla del dolor crónico, del dolor mantenido e innecesario. Tampoco pasaría nada porque además considerasen el dolor agudo innecesario, ese dolor que tantas veces se deja en España sin tratamiento, "para afinar el diagnóstico".
En muchos corazones y mentes el mensaje que llega es el simple, el de "el dolor es malo, y evitable". De hecho, dado el conjunto de acciones y de lemas, ese parece ser el más profundo mensaje que se quiere transmitir. Es el mensaje "invisible" en este caso, "el dolor es malo y evitable", por más que los dolores físicos y psíquicos sean imprescindibles para vivir.
Convertir el dolor en algo malo y evitable es una propuesta indecente y obscena, sin duda. Los dolores, físicos, psíquicos y sociales son imprescindibles para la vida. Pero todo parece justificarse en pro del negocio, de la venta de analgésicos, y de los excesos de una "especialidad" médica, de sus "unidades" y de su sociedad científica. Como casi todas, creada, alimentada y sustentada por las tetas de la industria (que fabrica los analgésicos).
Más que sociedades científicas son "suciedades" científicas, o sociedades "industriales".
Las propuestas de rebelión contra el dolor y del Día Sin Dolor hacen mucho daño, pues crean expectativas irracionales. Son verdaderas campañas de "creación de enfermedades", en el sentido de difundir miedo (el miedo al dolor), ampliar su campo (hay que "negar" todo dolor) y ofrecer remedios "milagrosos" que todo evitan sin efectos adversos (los medicamentos "inocentes" como paracetamol a chorro y opiáceos en parches hasta como complemento de las "tiritas-curitas"). El objetivo es el aumento de las ventas, y se consigue a través de una legión de "expertos" que influyen en los medios de comunicación directamente y a través de las comentadas "caras conocidas".
Se logra confundir un noble objetivo, el de mantener el dolor en sus límites fisiológicos, con un objetivo industrial, el de conseguir ganancias para los accionistas. En medio sufren los pacientes, las comunidades y la sociedad.
El don del dolor
"Si pudiera concederle un don a los leprosos sería el don del dolor", escribió Paul Brand. Sin dolor físico los leprosos se destrozan a sí mismos. Pierden dedos y extremidades, por ejemplo. Pérdidas que Paul Brand enseñó a reparar con sus técnicas quirúrgicas sobre la mano. Paul Brand nació y creció en la India junto a sus padres, misioneros. Se formó como médico en el Reino Unido, aunque volvió a trabajar con leprosos en la India. Murió en 2003 en Estados Unidos, donde desarrolló su labor investigadora y docente sobre la lepra y sus consecuencias. Además del libro "El don del dolor", escribió otros como "Pain: the gift nobody wants" ("Dolor: el regalo que no quiere nadie"), con Philip Yancey.
Paul Brand nunca hubiera suscrito un lema tipo "Día Mundial Sin Dolor". El dolor físico es salvador, imprescindible en todo ser vivo. Por ejemplo, sin dolor físico no cambiaríamos inconscientemente la posición al estar sentados o tumbados, con las consiguientes úlceras por decúbito.
El dolor nos ayuda a vivir y a sobrevivir.
En la misma forma hay una especie de lepra psicológica que hace no sentir dolor psíquico-emocional y que conlleva un peligro permanente, quizá fatal, de dañarse a uno mismo. Sin dolor psicológico las personas se dañan gravemente y hacen daño a los que los quieren. Precisamos del dolor psicológico para vivir y para sobrevivir. No podemos ver las cosas que suceden como "ajenas", con una frialdad patológica, una lepra psicológica que finalmente nos destroza y, al tiempo, a los que nos rodean
http://www.arfacyl.org/node/501
También necesitamos un dolor social que nos haga vibrar con los que sufren. El Bienestar Social produce salud en todas las clases. El Estado de Bienestar es imprescindible para la sociedad, las poblaciones y los individuos. Para estar sanos precisamos evitar el dolor social, en nosotros mismos y en los demás. Nada humano debería sernos ajeno.
Por supuesto, hay un dolor patológico que conviene evitar. Por ejemplo, el dolor en la agonía, tantas veces ignorado. En 1987 publicamos el primer trabajo en España con datos del bajo consumo de opiáceos, por debajo de las necesidades. Gérvas JJ, Pérez-Fernández MM, García-Sagredo P. El consumo de analgésicos opiáceos en España. ¿Por debajo de las necesidades?. Aten Primaria 1987; 4(7): 367-72. Pero esa no es la cuestión, sino el "enloquecer" con lemas imposibles a la población, como eso de "Día Mundial Sin Dolor".
No se puede vivir y sobrevivir sin dolor. Hay que rechazar los lemas simples y engañosos, puramente comerciales. Para curtir el cuerpo y la mente nada como superar las adversidades diarias (biológicas, psicológicas y/o sociales), vistas como tónicos. Sin tales tónicos, o temiendo al dolor y convirtiendo las adversidades en enfermedades, terminaremos sin capacidad de resistir nada que nos ponga a prueba. Hay que ayudar a superar las adversidades y dolores diarios sin medicalizarlos, sino enfrentándose a ellos como parte de un ejercicio continuo que curte el cuerpo y la mente y que ayuda a vivir y a sobrevivir.
Dolor voluntariamente provocado
A Leopold von Sacher-Masoch le dio la fama una novela, "La Venus de las Pieles", en la que se presenta tal venus como una mujer corpulenta cubierta de pieles que ata, azota y humilla al protagonista. Hay prácticas sexuales en las que se obtiene placer al ser víctima de actos de crueldad y dominio.
El sadomasoquismo recibió tal nombre en 1913, por Isidor Isaac Sadger, pero ha existido probablemente siempre. No sólo en su vertiente sexual, sino también en la política y social. Hay quien mantiene que la sociedad no sería posible sin esa sumisión obligada que tan bien representa el papel del residente médico actual, que rota por servicios y servicios siendo objeto más de una vez de actos directamente crueles y de desprecio que exigen su sumisión y silencio
Hay otro sadomasoquismo, el religioso. Todos conocemos, por ejemplo, las prácticas que llevan al azotamiento en público durante determinadas ceremonias religiosas. En España, es bien conocido el uso hipnotizante del tambor en procesiones de Semana Santa con las heridas y llagas consecuentes en las manos de los músicos. También otras prácticas de cofrades, y de los miembros de algunas sectas como bien se reflejó en la película "Camino" (el ponerse piedras en el calzado). En el Opus Dei, la recomendación a los numerarios es usar el cilicio diariamente durante dos horas, con excepción de domingos y festivos
http://es.wikipedia.org/wiki/Cilicio
Tales prácticas se dan también, por ejemplo, entre los musulmanes que esperan a Alí. Provocar voluntariamente el dolor y el derramamiento de sangre por causa religiosa es práctica antigua, y ya se flagelaban las sacerdotisas de Artemisa.
El dolor, pues, puede conllevar placer. O ser provocado activamente por motivos religiosos difíciles de entender para los no iniciados en tales asuntos y prácticas.
Un Ministro de rompe y rasga
La extrema derecha occidental tiene mil caras. Se suele asociar a los fascismos, bien representados en Europa y en esta nuestra España en tiempos aciagos. En los Estados Unidos la extrema derecha es más bien religiosa, con su fundamentalismo cristiano del estilo del "Tea Party" ("cristianistas"). Se "vende" mejor esta versión religiosa que el fascismo, muy desacreditado.
En la actual España hay también mucho del fundamentalismo cristiano de extrema derecha de los Estados Unidos. Así, la presencia de "legionarios de Cristo" entre los dirigentes del PP. Sirva un ejemplo concreto y público, pues quien fue nombrado Ministro del Interior en 2011 tiene militancia religiosa próxima al Opus Dei
Un par de respuestas como muestra de su militancia religiosa:
-¿En qué consiste su vida con Dios?
-Digamos que mi plan de vida está muy próximo a la espiritualidad del Opus Dei: ir a misa todos los días, rezar el Rosario, hacer un rato de oración, otro de lectura espiritual...
-¿Es fácil tener presente a Dios en el Congreso de los Diputados?
-Aunque parezca que le hayamos cerrado la puerta, aunque a veces no lo queramos ver o escuchar, tengo la íntima convicción de que Dios está muy presente en el Congreso. Las Cortes son el órgano legislativo del Estado y Dios, el gran legislador del universo.
Son creencias perfectamente respetables. Pero parece que con consecuencias sociales dolorosas, lo que ya merece menos respeto. O ninguno. Sus consecuencias sociales exigen directamente el rechazo y la reprobación.
El Ministro de Interior puede utilizar el cilicio dos o mil horas diarias, pero su dolor voluntario no puede extrapolarse a dolor social ajeno. A dolor en los inmigrantes, por ejemplo. A dolor que nos duele a todos.
Así, el Ministro del Interior que se encontró con Dios en Las Vegas (Estados Unidos) se ha convertido en el Ministro de "rompe y rasga" con la instalación de cuchillas en las vallas de Ceuta y Melilla
http://elpais.com/elpais/2013/11/04/opinion/1383561976373881.html
Es un método disuasorio con mucho de sadismo. Se trata de cortar en vivo, en directo y en muchos sentidos todo intento de saltar la valla para acceder al paraíso occidental europeo. Es una metáfora cruel para los inmigrantes, enfrentados al dolor presente para acceder al placer futuro.
Si el Ministro del Interior se hubiera encontrado en Las Vegas (Estados Unidos) con el Diablo en vez de con Dios ¿qué habría puesto en las vallas? ¿polonio, minas explosivas, motosierras automáticas,...?
Dios nos libre de algunos de sus siervos. Amén.
Juan Gérvas, médico general, Equipo CESCA, Madrid (España)
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