La falta de efectividad de la mascarilla/bozal para atajar la pandemia la convierte, a juicio del autor, es un asunto comercial de difícil justificación
Aprosopos
En la antigua Grecia se denominaba al esclavo como “aquel sin rostro”. Es decir, con la palabra aprosopos que implica la falta de derechos. De hecho, se solían representar en las pinturas sin cara, o con el rostro velado.
Aprosopos era la viva imagen de la falta de derechos por contraste con el hombre libre que tenía rostro que lo identificaba como individuo singular.
“Aquel sin rostro” era algo humano, pero poco. Servía y cumplía sus funciones pero no era nadie, no era identificable, era una cosa sin más, un esclavo.
Aquello era brutal, pero el esclavo podía defenderse creando un territorio íntimo en esa ausencia de rostro, un campo de contención de la expresión para que sus emociones no fueran tampoco percibidas. Esclavo, sí, pero con una máscara que implicaba no haber sido domado.
Más tarde, en el Código Justiniano se denominó “persona” a los esclavos, lo que implicaba ciertos derechos y capacidades legales.
El bozal/mascarilla ha sido el símbolo de la pandemia, y de la corrupción implícita (“los comisionistas de las mascarillas”)
El bozal/mascarilla impuesto en la pandemia, con mayor brutalidad en España que en ningún otro lugar
El bozal/mascarilla ha sido el símbolo de la pandemia, y de la corrupción implícita (“los comisionistas de las mascarillas”). Cabe pensar que la corrupción ha sido la guía para la toma de decisiones en la pandemia; es decir, que los determinantes comerciales de la salud han sido la clave (determinantes comerciales, insisto, comerciales). La corrupción ha sido generalizada aprovechando cada oportunidad de la pandemia mediante un mercado negro tipo estraperlo, de aprovechados y bien conectados, generalmente de “familias de rancio abolengo” que llevan siglos viviendo así. Han robado con los bozales, pero también con los guantes, con la solución hidroalcohólica, con las pruebas PCR, con los tests de antígenos y con lo inimaginable. En bozales se ha pagado hasta 32 veces su precio mínimo (de 0,25 a 8 euros) y en geles hasta cien euros por una garrafa de cinco litros de hidroalcohólico https://civio.es/quien-cobra-la-obra/2021/03/24/precios-unitarios-mascarillas/
Vea los vídeos de Víctor Clavijo para poner una sonrisa a tanta podredumbre https://andaluciainformacion.es/campo-de-gibraltar/1044394/victor-clavijo-arrasa-en-redes-con-satiras-sobre-el-caso-de-las-mascarillas-de-madrid/
En España se ha llegado a exigir el bozal en toda circunstancia y contra toda ciencia y ética, incluso al aire libre en soledad, a sabiendas de su inutilidad, y se estableció un régimen policial de persecución y castigo a quienes incumplieran las normas al respecto.
No se libró del bozal ni la infancia ni la escuela.
La campaña de terror impuso a sangre y fuego el bozal, como símbolo de sumisión, traspaso de la responsabilidad al individuo e ilusión de control https://www.fpcs.es/se-acabo-la-farsa/
Todavía ahora, cuando se ha finalmente abandonado tal brutalidad, se sigue insistiendo en los beneficios del bozal, para disminuir el nuevo coronavirus (SARS-CoV-2) y para todos los virus respiratorios. Los mensajes que se transmiten son del tipo de "bozales para siempre" con eso de “¿qué más da el apellido del virus?” Es una forma más de control de la población y de salud pública sin control (sin ciencia ni ética; bárbaro salubrismo).
Se pretendió y pretende, y en parte se ha conseguido, que las personas dejen de serlo, que sean simples “aprosopos”, sin rostro, igualados en su carencia de derechos, como los antiguos esclavos.
No es extraño que se eviten las comparaciones con países de uso laxo, si alguno, del bozal, como Dinamarca y Suecia, con mejores resultados pandémicos que España https://unherd.com/2022/04/swedens-inconvenient-covid-victory/ https://washingtonmonthly.com/2022/04/19/what-sweden-got-right-about-covid/
El bozal como talismán
Las máscaras no son trozos de madera, papel o trapo más o menos decorativos, sino símbolos religiosos y sociales con una función reguladora en la vida del grupo. Se utilizan en fiestas y en ritos agrarios, funerarios e iniciáticos y son garantes de la cohesión y de la regulación social en el seno del grupo. Son, también, talismanes que tienen enorme poder protector.
Respecto al uso obligatorio del bozal (mascarilla, barbijo, cubre-cara, tapa-boca):
- cambia la interacción social y el teatro, pues nos uniforma la cara y exige otras formas de cortesía y etiqueta
- desarma a quienes precisan leer los labios para entender el mensaje
- convierte su uso en demostración simbólica de "buena ciudadanía", siendo "sésamo ábrete" para todo lugar en que se exija
- transforma a los demás en censores y policías de quienes no cumplen los preceptos
- sienta un modelo occidental de ocultación del rostro, pues hay culturas, por ejemplo, en que es más importante ocultar las orejas que los labios
- provoca rechazo y aceptación según culturas y grupos sociales, contribuyendo a la expresión de la inequidad y a la segregación en cuanto sus costes corren de cuenta de la economía personal-familiar
- permite representar un nuevo personaje en el teatro del mundo
- da poder a la autoridad que deviene en sancionadora y coercitiva con la fuerza de las multas administrativas y de la violencia policial
- convierte en ridículas todas las políticas previas indiscriminadas contra la ocultación del rostro (por ejemplo, en manifestaciones)
- confronta a la ciencia, pues no hay fundamento para su uso generalizado
- cambia las dinámicas de género
- se presta a la "moda" y a su explotación comercial
- da lugar al humor y a la sátira, y a la propia protesta luciendo mascarillas con lemas, dibujos y diseños que difunden un mensaje en contra de su utilización
https://www.actasanitaria.com/opinion/el-mirador/mascarillas-y-mascaradas-furor-enmascarador-y-teatro-de-la-seguridad_1530440_102.html https://www.europeansociologist.org/issue-45-pandemic-impossibilities-vol-1/masking-%E2%80%93-corona-masquerade-or-unmasking-new-sociology-masks
Finalmente, la población termina aceptándolo como en tiempos pretéritos, como un talismán que protege contra todo tipo de mal. El bozal se convierte en el talismán con el que se pretende evitar la enfermedad y la muerte.
No en tiempos tan pretéritos sino en los de la "Neumonía atípica", en España, en 1981 [interpretada como enfermedad contagiosa, posteriormente se demostró que estuvo provocada por el "Envenenamiento con aceite de colza adulterado"] se emplearon bolas de alcanfor colgadas al cuello como talismán contra el contagio, recuperando conductas de la Edad Media https://elpais.com/diario/1981/05/29/espana/359935201_850215.html
La población termina aceptando el bozal/mascarilla como en tiempos pretéritos, como un talismán que protege contra todo tipo de mal
El bozal no tiene impacto en la transmisión de virus respiratorios
Las Revisiones Cochrane llevan años analizando la capacidad de impedir la transmisión de virus respiratorios por distintos métodos, como el uso de mascarillas, el lavado de manos y la distancia entre personas. El uso de las mascarillas quirúrgicas al uso, o de las hechas en casa, carece de impacto, es inútil https://www.cochranelibrary.com/cdsr/doi/10.1002/14651858.CD006207.pub5/full
En el caso concreto del nuevo coronavirus (SARS-CoV-2) las mejores revisiones son de Vinay Prasad, sobre el inútil valor del bozal para disminuir la transmisión en covid19https://www.cato.org/working-paper/evidence-community-cloth-face-masking-limit-spread-sars-cov-2-critical-review# https://vinayprasadmdmph.substack.com/p/tsa-mask-mandate?utm_source=twitter&s=r
En favor de las mascarillas puede encontrar esto, del BMJ, con título que habla de mortalidad, pero resultados sólo de incidencia y basados en estudios obsevacionales y experimentos naturales https://www.bmj.com/content/375/bmj-2021-068302
De ese estilo, pero en contra del bozal, también hay estudios como por ejemplo https://brownstone.org/articles/more-than-150-comparative-studies-and-articles-on-mask-ineffectiveness-and-harms/
El bozal, los feos y las bocas
Hay gente que banaliza con el bozal y su persistente uso aludiendo a que así no se ve a lo feos. Es mala gente, que pretende ignorar los problemas actuales, especialmente en adolescentes, que prefieren seguir con el bozal justo para compensar su mala auto-imagen, fealdad incluida.
Sobre esta banalización del bozal, el sufrimiento de quienes son/se sienten feos, por ejemplo adolescentes, y que realmente no saben superar el desagrado con su auto-imagen, los granos y demás.
La mascarilla como antifaz y expresión de la violencia policial, sentimiento de adolescentes en la pandemia https://focap.wordpress.com/2022/04/19/joves-parlant-una-antena-sobre-els-malestars-socials-sobre-els-seus-malestars/
El patito feo de la fábula seguirá utilizando el bozal. ¡Pobre, con la belleza que luce tal cual pero acomplejado hasta utilizar el bozal como defensa permanente!
Lo de los feos se repite casi como mantra: "Solo hay una verdad y es esta: sin mascarillas todos somos más feos. Como en un bal masqué medieval, hoy toca el "fuera máscaras" definitivo. Nos quitamos las mascarillas para confirmar que seguimos igual de feos que siempre". https://www.huelvainformacion.es/opinion/articulos/mascarillas-feos_0_1676232414.html
La misma gracia en YouTube: “La Asociación Nacional de Feos ve precipitado el fin de las mascarillas” https://www.youtube.com/watch?v=Mam-__EEc3c
Mientras tanto, la infancia descubre las bocas: “La maestra de una de mis hijas (infantil 2 años) nos contó que algunos alumnos se han asustado al verla sin mascarilla... y que otros exclamaban sorprendidos: "¡Seño, tienes boca!".
¡Pensar que es característica básica humana la capacidad de reír, de jugar y de bromear, y que es la sonrisa lo que nos define como no-bestias!
Mascarilla falsa contra falsa protección
Dominan el lenguaje y pretenden con el maquillaje que no suene a brutalidad, pero el uso de la mascarilla es brutalidad, sin más.
No hay ciencia ni ética tras la imposición del uso del bozal. Es bozal, no mascarilla. Manipulan el lenguaje, sin más.



Pero si le gusta estéticamente el bozal, no se prive y, puesto que la mascarada es simbología básica humana, píntese una mascarilla, como hizo Manuel McCarthy, estudiante de Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid, España, en su visita a la exposición de arte contemporáneo, ARCO, el 29 de marzo de 2020. El autor de este texto le pagó 5 euros por derechos de imagen. Ahora estas fotografías con de libre uso, Open Source (autor de las dos primeras fotografías el firmante de este texto y autor de la tercera fotografía Lucas Gérvas) https://www.actasanitaria.com/opinion/dimes-y-diretes/mascarilla-falsa-contra-noticias-falsas_1494070_102.html
Este modelo le puede servir de base para un bozal tan efectivo como lo que llaman mascarilla, y mucho más elegante. Es el bozal que permite ver la sonrisa, besar, intercambiar fluidos con lengua, cunnilingus, felación,...y sin embargo es tan útil como el bozal habitual.
Síntesis
Tenga piedad de quienes portan el bozal/mascarilla como talismán.
Sea consciente de que el uso del bozal/mascarilla en España se justifica sólo por la corrupción que ha conllevado.
No se convierta en aprosopos (“aquel sin rostro”).
No acepte ser esclavo de corruptos que se enriquecen con comisiones por el negocio con bozales.
Que los determinantes comerciales de la salud no modifiquen su imagen.