
La ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, ha instado a administraciones públicas, profesionales y sociedad civil involucrados en la respuesta a la infección por el VIH -así como con otras enfermedades de transmisión sexual- a “no bajar la guardia”. En 2016, las tasas de infección gonocócica más elevadas se produjeron en el grupo de 20 a 24 años; las tasas de sífilis más altas afectaron al grupo de edad de 25 a 34 años; y el 53 por ciento de los casos de infección por Chlamydia trachomatis se produjo en mujeres de entre 25 y 34 años. “Son datos que ponen de manifiesto por qué es tan necesaria una adecuada educación sexual”, aseguró la ministra de Sanidad. La población joven y adolescente, señaló María Luisa Carcedo, “continúa siendo un grupo clave en términos de vulnerabilidad pero también tiene el potencial para cambiar las actitudes y los comportamientos que son la base no solo de la infección por el VIH sino también de las Infecciones de Transmisión Sexual”.