
Durante esta sesión, además de los desafíos a los que se enfrenta esta comunidad, los asistentes pusieron de relieve las necesidades asistenciales de los pacientes en su día a día. Asimismo, se destacó "la importancia de que el abordaje de esta patología sea multidisciplinar y de calidad, donde la colaboración de médicos y enfermeras expertos con las unidades específicas de atención a estos pacientes trabajen de manera conjunta para dar respuesta a las necesidades asistenciales que presentan", explican desde este laboratorioa.
"La enfermedad inflamatoria intestinal puede mermar de forma considerable la calidad de vida de los pacientes, influyendo en la esfera personal, social, familiar y laboral de los mismos", indicó el doctor Ignacio Marín, que es especialista en Aparato Digestivo en la Unidad EII-CEIMI del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid. "Por este motivo, es muy importante la colaboración de diferentes especialidades que mejoren la comunicación en consulta y que repercuta en la calidad de vida de estas personas", añadió.
En este encuentro también se trató "el abanico terapéutico disponible en la actualidad para el abordaje de la enfermedad inflamatoria intestinal: terapias convencionales, biológicas y la reciente llegada de nuevas terapias innovadoras, como son los inhibidores JAK, que suponen un hito en el tratamiento de los pacientes con colitis ulcerosa", según Pfizer. "Son fármacos de administración oral, de rápido inicio de acción y con unos resultados de eficacia realmente buenos en pacientes incluso con pérdida de respuesta previa a antiTNF", señaló Ignacio Marín.