Ranieri Guerra
El informe muestra el progreso en 154 países y revela amplias discrepancias. Algunos, incluidos muchos países europeos, han estado trabajando en políticas de resistencia a los antimicrobianos desde hace más de cuatro décadas. Otros han comenzado recientemente a tomar medidas para contener esta creciente amenaza.
El progreso en el desarrollo y la implementación de planes es mayor en los países de altos ingresos que en los de bajos ingresos, pero todos los países tienen margen de mejora. Además, el informe analiza la vigilancia, educación, monitoreo y regulación del consumo y uso de antimicrobianos en la salud humana y la animal, así como en las plantas y el medio ambiente, según lo recomendado en el Plan de Acción Mundial publicado en 2015.
Entre los resultados destaca la existencia en 105 países de un sistema de vigilancia para reportar infecciones resistentes a medicamentos de uso humano y 68 países cuentan con un sistema para rastrear el consumo de antimicrobianos. Además, 123 países informaron de que tienen políticas para regular la venta de antimicrobianos.
El sector medioambiental
Según este estudio, hay "una falta sustancial de acción y datos" en los sectores de medio ambiente. Aunque en 78 países existen reglamentaciones para evitar la contaminación ambiental en general, solo 10 de ellos informan tener sistemas integrales para garantizar el cumplimiento normativo de toda la gestión de desechos, incluidas las reglamentaciones que limitan la descarga de residuos de antimicrobianos en el medio ambiente.Para el subdirector del Área de Resistencia a los Antimicrobianos de la OMS, Ranieri Guerra, este informe muestra "un creciente impulso mundial para combatir la resistencia a los antimicrobianos". Ranieri Guerra insta a los gobiernos a hacer compromisos sostenibles en todos los sectores.