El Comité de Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia (PRAC) de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha celebrado hasta el pasado jueves, 5 de noviembre, su reunión de este mes, en la que sus integrantes analizaron distintos estudios de medicamentos ya autorizados y concluyeron que las vacunas contra el virus del papiloma humano no causan síndrome dolor regional complejo, ni síndrome de taquicardia postural ortostática.

Este encuentro, que se inició el martes, 3 de noviembre, fue aprovechado por los miembros de este órgano del organismo regulatorio de ámbito comunitario para estudiar estos informes, así como para finalizar la revisión científica de estas vacunas. Así, sobre este último aspecto, estos profesionales sanitarios llegaron a un consenso al respecto, al exponer que la evidencia obtenida con este trabajo "no apoya que causen estos síndromes".
"Estas vacunas se administran para proteger a las mujeres de cáncer de cuello uterino, y otros tumores y condiciones precancerosas relacionados con el virus del papiloma humano", manifiesta el PRAC de la EMA, que añade respecto a ello que no existe "una relación causal entre las vacunas y el desarrollo de los síndromes".
A tenor de lo analizado y concluido en la reunión de este mes de noviembre, este órgano de la Agencia, subraya que, "por lo tanto, no hay razón para cambiar la forma en que se utilizan las vacunas o para modificar la información actual de los mencionados productos sanitarios de ámbito preventivo".