En palabras de la presidenta de la AEDD y cofundadora del Team One, Patricia González, "el tratamiento se puede adaptar a cualquier práctica deportiva. La diabetes es una enfermedad muy personal y nadie mejor que uno mismo para ir viendo cómo hacer los ajustes en función de los resultados que se van obteniendo. Además, hoy en día, gracias a la tecnología, es más fácil controlar las posibles subidas y bajadas. En cualquier caso, el asesoramiento médico es imprescindible".
Por otro lado, el 73 por ciento de los encuestados por la compañía farmacéutica Novo Nordisk ya practicaba deporte en el momento del recibir el diagnóstico. Sin embargo, es habitual que, al recibir éste, la persona sienta miedo o temor a seguir practicando el deporte que habitualmente hacía.
Por ello, Manuel Gargallo, que es especialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Infanta Leonor y la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, insiste en que "es clave que los profesionales transmitamos que la diabetes es compatible con la práctica deportiva, apoyando y asesorando al paciente".
Sensibilización de los médicos
"Pero, si bien el deporte es un pilar fundamental para el control de la enfermedad, todavía carecemos de suficiente información al respecto, lo que hace que aún haya médicos poco sensibilizados con el tema", añade este especialista. De hecho, un 30 por ciento de encuestados dice no sentirse apoyado por su médico para realizar deporte.En cuanto al tratamiento, un 74,3 por ciento seguía un tratamiento con dosis múltiple de insulina, frente a un 25,7 por ciento con bomba de insulina. Sobre ello, Manuel Gargallo comenta que "en deportes acuáticos o de contacto, como el fútbol, la bomba es más complicado mantenerla, pese a las buenas prestaciones que ofrece en cuanto a flexibilidad y ajuste de dosis".