Así, en las entradas a los alicantinos hospitales universitarios de Torrevieja y Vinalopó (Elche), el madrileño de Torrejón, el pontevedrés Povisa de Vigo y el pacense de Santa Justa de Villanueva de la Serena, se tomará la temperatura de forma generalizada a todos aquellos que accedan a los centros para garantizar que es menor de 37,5 grados. También, se controlará la higiene de manos, con el obligado uso de gel hidroalcohólico y se repartirán mascarillas a quienes no lleven una puesta, puesto que su uso es obligatorio en el interior de los centros sanitarios.
Además, la visita a los hospitales deberá estar debidamente justificada y no se permiten aglomeraciones en ningún espacio ni tampoco acompañantes, salvo en el caso de las mujeres que van a dar a luz, los menores, personas con diversidad funcional y otros casos excepcionales, como personas vulnerables.
"Es obligatorio respetar en todo momento la distancia de seguridad interpersonal de 1,5 metros, tanto en las salas de espera como en los mostradores o las consultas", destaca Ribera Salud. En la mayoría de estos espacios, se marcaron con vinilos las distancias de seguridad, incluidos los asientos que podrán utilizarse en las salas de espera, para facilitar la separación entre pacientes, y se distribuyó cartelera para informar sobre las normas de uso de ascensores y aseos.
Para los profesionales sanitarios
El objetivo primordial de todas estas medidas es intentar prevenir contagios y garantizar la seguridad de profesionales sanitarios y pacientes durante la fase de desescalada del confinamiento y la progresiva vuelta a la normalidad de la actividad asistencial.En el caso de los profesionales, Ribera Salud extiende el uso de pijamas y batas también al personal no sanitario, incluidos los servicios externalizados, y refuerza el circuito de lencería para garantizar el cambio y limpieza diaria de estos uniformes.