Los especialistas del madrileño Hospital Universitario General de Villalba, gestionado por el grupo sanitario Quirónsalud, han ofrecido consejos sobre hábitos saludables para cuidar la piel, la alimentación y a los más pequeños de la familia en verano, con el fin de disfrutar de las vacaciones con diversión, descanso y, también, con salud.
Respecto a la exposición al sol, la jefa asociada del Servicio de Dermatología de este centro, la doctora Lara Valles, explica que "es verdad que necesitamos entre 10 y 15 minutos diarios de exposición solar para la síntesis de vitamina D, pero, afortunadamente, en nuestro país, con un paseo al aire libre de un cuarto de hora es suficiente".
Por el contrario, "estar en la playa o en la piscina totalmente descubiertos y sin protección solar no es una práctica nada saludable”, matiza esta especialista, para quien tomar el sol puede ser un hábito "tan perjudicial como fumar", pero, a diferencia de éste, resulta inevitable recibir cierta radiación solar si realizamos actividades al aire libre, como bañarnos, hacer deporte y pasear, por lo que es clave seguir ciertas pautas para evitar riesgos.
"Es importante tener siempre una sombra cerca, intentar no exponernos al sol en las horas centrales del día y usar sombreros, siendo una buena opción, en el caso de la gente joven, utilizar camisetas solares cuando, por ejemplo, vayan a pasar todo el día en la piscina", apunta Lara Vallés. En cuanto a las cremas con protección solar, son imprescindibles, pero "no debemos pensar que, por aplicárnosla, podemos tomar el sol por un tiempo ilimitado", sostiene.
El cuidado de los menores
Además de las precauciones a la hora de tomar el sol, para cuidar la piel en esta época del año, la jefa asociada del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario General de Villalba también recomienda una dieta rica en frutas y verduras, no fumar e hidratarse correctamente.
Por su parte, el jefe del Servicio de Pediatría de este centro, el doctor Roi Piñeiro, señala, como los "sustos" más habituales de los niños en esta época del año, los traumatismos, las picaduras y las intoxicaciones alimentarias. A estos, suma los "accidentes acuáticos", como los "mal llamados cortes de digestión", ya que "lo importante no es esperar a terminar de hacer la digestión, sino evitar los choques bruscos de temperatura al entrar en el agua, lo que puede provocar escalofríos, náuseas o vómitos".
Por supuesto, este especialista advierte del peligro de los ahogamientos, "que en España siguen produciendo entre 300 y 500 fallecimientos de niños y adultos cada año", y, para cuya prevención, recomienda "no estar en el agua nunca solo, para que, si ocurre cualquier contratiempo, haya alguien cerca que pueda ayudar, incluso salvarte".