Se trata de una enfermedad oportunista que aparece cuando el sistema inmunitario está en baja forma y que pronto se asoció al VIH. Este paciente había adelgazado mucho en los últimos seis meses. Una vez hospitalizado, los dolores de cabeza fueron en aumento y una parte del cuerpo se le paralizó.
Para llegar al diagnóstico, se le hizo un escáner y el equipo médico identificó un tumor de tres centímetros en el cerebro que se interpretó como una metástasis. Lo operaron de urgencia, pero cuatro días después de la intervención, el paciente perdió la vida.
Toxoplasmosis
La doctora Carmen Navarro, que, entonces, era la jefa de Sección de Anatomía Patológica del Hospital Universitario Vall d'Hebron, fue la encargada de analizar el tumor y realizar la autopsia neurológica. "En vez de células tumorales, encontré células parasitadas que asocié a una toxoplasmosis", explica. "El examen microscópico confirmó que el paciente tenía toxoplasmosis granulomatosa. Era un hallazgo sorprendente porque se trataba de una infección que solo se daba en neonatos", destaca.Este fue el primer caso de VIH descrito en España, pero, también, la primera vez que se asociaba la infección al cerebro por toxoplasma al sida. "En el artículo que el equipo de Vall d'Hebron publicó en la revista The Lancet, donde describíamos el caso, relacionamos el brote de sarcoma de Kaposi y otras infecciones oportunistas que habían aparecido entre la población homosexual recientemente en los Estados Unidos con la infección por toxoplasma. Este detalle fue determinante para diagnosticar el sida a futuros pacientes", recuerda Carmen Navarro.