hm_mostoles
hm_mostoles

El Hospital HM Puerta del Sur de Móstoles pone en marcha una Unidad de Cirugía Refractiva

Bajo la dirección del doctor Gonzalo Bernabéu

Guardar

El Grupo HM Hospitales ha informado recientemente de la puesta en marcha en el madrileño Hospital Universitario HM Puerta del Sur de Móstoles de una Unidad de Cirugía Refractiva, la cual se encuentra operativa desde este mes de septiembre bajo la dirección del doctor Gonzalo Bernabéu.

Gonzalo Bernabéu

Según pone de manifiesto este grupo sanitario, el mencionado servicio "complementa y amplía el ya existente en el Hospital HM Vallés en Alcalá de Henares y sobre él se cimenta una asistencia oftalmológica de vanguardia, que aspira a convertir a la compañía en referencia en este campo, especialmente en la zona sur de la Comunidad de Madrid".

"Este nuevo servicio ofrece una cobertura oftalmológica total para poder prescindir de las gafas de una manera segura, rápida e indolora", continúa HM Hospitales, mientras que el también jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital HM Vallés, Gonzalo Bernabéu, declara que la cirugía refractiva "no llega a 10 minutos ambos ojos y es una opción para ganar calidad de vida".

A juicio de este profesional sanitario, con esta técnica, se pone a disposición de los pacientes "la experiencia de ver el mundo sin la necesidad de un cristal o unas lentillas delante de sus ojos". En este sentido, el grupo señala que la Unidad "aborda todos los defectos de graduación, miopía, hipermetropía y astigmatismo, lo que provoca que el paciente pueda abandonar las gafas de manera permanente e inmediata".
No todos los casos son susceptibles de abordar con cirugía refractiva
"No todos los casos son susceptibles de abordar con cirugía refractiva", prosigue HM Hospitales, que añade que "es por ello que la necesidad de recibir una atención personalizada y la realización de un estudio oftalmológico previo se revelan indispensables para llegar a la máxima satisfacción". "Podemos garantizar que cada uno de nuestros pacientes, recibirá la mejor información personalizada, sabiendo si es apto o no apto para cirugía láser ocular", explica Bernabéu al respecto.

En este contexto, este grupo sanitario indica que "la edad ideal para someterse a una cirugía refractiva reside, en términos generales, a partir de los 22 ó 23 años tras observar estabilidad en el defecto de graduación en los pacientes miopes". "En sujetos hipermétropes se suele esperar a una edad más tardía, a partir de los 30, simplemente porque es la edad en la que la hipermetropía empieza a ser más molesta cada día", declara.

"En niños no se contempla actualmente", insiste Bernabéu, que agrega que "generalizando, en personas más mayores, con edades superiores a entre 50 y 55 años, no suele realizarse cirugía refractiva por estar la presbicia ya muy establecida, y la posible aparición de cataratas en unos años que requiera una nueva cirugía". La cirugía refractiva "es una herramienta útil para tratar a personas mayores que tras operarse de cataratas, con lente monofocal o multifocal, han quedado con un defecto de graduación que les sigue haciendo dependientes de gafas para ver bien", señala, no obstante.
Cuenta con los últimos avances tecnológicos
HM Hospitales, que manifiesta que este nuevo servicio "cuenta con los últimos avances tecnológicos y un equipo experto", declara que dispone del Láser Excímer para eliminar dioptrías, "una tecnología renovada con ya casi 30 años de experiencia y que puede aplicarse directamente sobre la córnea, conocido como tratamiento de superficie, PRK o Lasek".

"También puede crearse una lámina muy fina de tejido corneal, conocido como Lasik, que tras levantarse permite la aplicación del Láser Excímer, recolocando dicha lámina tras eliminar las dioptrías", sostiene el grupo, cuyo facultativo indica que "cualquiera de las técnicas ofrece los mismos resultados visuales, pero cada una de ellas puede ser más aconsejable en un paciente u otro, dependiendo de su estudio oftalmológico, edad, patologías añadidas o su actividad laboral".

Por último, HM Hospitales afirma que la seguridad "es el mayor aval de esta técnica quirúrgica", aunque "nada tiene riesgo cero". "Es extremadamente raro necesitar el retoque de un paciente, pero depende de la magnitud del defecto de graduación a corregir, las probabilidades varían respecto a la media, en algunos casos excepcionales", finaliza.